El cabello es una parte esencial de la autoimagen de un individuo, además del significado social y el simbolismo según la cultura. Ahora, imaginemos por un momento que la sociedad considerara la pérdida de cabello como un símbolo de belleza y poder. De ser esto así, se sustituiría la búsqueda de remedios para el crecimiento del pelo por agentes depilatorios. Sin embargo, no es el caso. Por ello, aunque un gran porcentaje de hombres nunca ha usado intervenciones para la calvicie o está satisfecho con su apariencia personal, también puede ocurrir que observar la pérdida progresiva del cabello se acompañe de un alto grado de angustia y preocupación. Lo que atenta el bienestar psicosocial al impactar en la autoestima y personalidad, entre otros. Veamos cómo afecta la alopecia androgénetica masculina.

Alopecia androgenética

La calvicie (también conocida como alopecia androgenética) generalmente se refiere a la ocurrencia común de pérdida de cabello entre los hombres determinada genéticamente y que no es causada por una enfermedad. Aunque sí es uno de los motivos más frecuentes de consulta dermatológica, donde el tratamiento más exitoso se basa en un enfoque multiterapéutico.

En la alopecia la etiología es multifactorial, siendo la predisposición genética y el estado hormonal particularmente prominentes.

Por otro lado, esta condición autosómica dominante varía desde una pérdida menor de cabello en el área temporal hasta la pérdida completa de este en todo el cuero cabelludo (Sinikumpu et al., 2021).

La alopecia androgenética no es una enfermedad en el sentido convencional. Sin embargo, a pesar de que no tiene consecuencias físicamente dañinas ni que limiten la vida, puede llegar a ser una condición muy estresante.

Y es que, produce cambios significativos en el aspecto exterior, pudiendo afectar negativamente provocando un impacto psicológico.

¿Cuándo se convierte en algo negativo?

Dentro de las características psicológicas que pueden hacerse latentes predominan aquellas relacionadas con la caída severa del cabello y una edad de inicio temprana.

En cuanto a esto último, el inicio de la alopecia androgenética, normalmente, ocurre entre los 30 y 40 años de edad, aumentando su incidencia con el envejecimiento. Afectando, así, hasta al 60 % de los hombres mayores de 50 y a los 80 años, más del 90%. 

Ahora, ya hay estudios recientes que han demostrado que puede comenzar inmediatamente después de la pubertad (Ding et al., 2020).

La adolescencia: Una etapa vulnerable

En base a lo anterior, una investigación reportó que los estudiantes de secundaria con alopecia indicaron la presencia de una peor calidad de vida en los subdominios de salud general, vitalidad y salud mental.

Muchas veces promovidos y mantenidos por estigmatización interna y externa (Ozay et al., 2019).

Por otro lado, también se ha determinado que entre los factores que pueden generar un mayor nivel de angustia se encuentra la ausencia de una relación romántica, la autoestima que se basa en la apariencia física y deseo de recibir tratamiento médico (Huang et al., 2021).

Trastorno dismórfico corporal y alopecia androgenética

En algunos casos, la pérdida de cabello puede ser una característica del trastorno dismórfico corporal. Un cuadro que ha de ser diagnosticado y tratado por profesionales de la salud mental.

Entre sus criterios, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition, DSM-V, en inglés), incluye:

  • Preocupación por uno o más defectos percibidos de la apariencia que no son observables o solo son leves a los ojos de los demás (p. ej., estar preocupados porque se les cae el pelo).
  • Conductas repetitivas (p. ej., mirarse mucho en el espejo o comparar su cabello con el de los demás) en respuesta a las preocupaciones por la apariencia. La mayoría intenta camuflar su defecto percibido (p. ej., utilizando gorro siempre que se sale a la calle).
  • La preocupación provoca un malestar significativo o deteriora el funcionamiento social, laboral, o en otras áreas.

No todo dice lo mismo de la alopecia androgenética…

Una investigación indagó en la influencia de la alopecia androgénetica en un grupo de hombres de mediana edad sin encontrar efecto sobre el bienestar psicosocial.

Alopecia androgénetica masculina: ¿Cómo afecta?

Esto puede deberse a sesgos de estudios previos que acaban ofreciendo una impresión errónea de este fenómeno o que a dicha edad ya se haya aceptado la calvicie (Sinikumpu et al., 2021).

Sin embargo, esto primero sobre las diferencias metodológicas también se encuentra presente y ampliado en otros estudios como el realizado por Jankowski y Frith (2022).

¿Conflictos de intereses comerciales?

Este último hace hincapié en la medicalización continua de la alopecia, indicando que la mayoría de los estudios tienen influencias comerciales, representan la calvicie como una enfermedad, se realizan con muestras sesgadas y defienden los productos/servicios para la calvicie u omiten sus limitaciones.

Así, la angustia por la calvicie puede llegar a ser promovida por el marketing de intervenciones comerciales, sustituyendo lo educativo por lo cosmético, farmacéutico o quirúrgico. Por ejemplo, mediante campañas comerciales contra la calvicie que la medicalizan indirectamente y representan como algo que aísla, deprime y estigmatiza.

Aspecto en el que, además, se utiliza lo psicológico como apoyo, pero únicamente visto como complemento de las intervenciones comerciales.

Conclusión

Si ha de tratarse la alopecia androgenética el objetivo no es una simple cuestión de crecimiento del cabello. Está en los ojos de la persona, por lo que hay que tener en cuenta sus necesidades y percepciones.

Con esto, es importante exponer entre los diferentes tratamientos aquel que se basa en la terapia de imagen corporal cognitivo-conductual e informar sobre los efectos secundarios potenciales de otras intervenciones y costo de estas, en caso de que sea su preferencia.

Y es que, muchas personas con alopecia androgénetica rechazan cualquier tipo de tratamiento. Bien porque no quieren adherirse a las terapias de por vida y son indiferentes o porque aceptan la pérdida de cabello o incluso la calvicie.

Así pues, en el caso de que le genere angustia a la persona, presentar la información de manera reflexiva y cuidadosa, sin trivializar, ayudará a manejar la situación y sentirse mejor con uno mismo.

Referencias bibliográficas

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  • Ding, Q., Xu, Y. X., Sun, W. L., Liu, J. J., Deng, Y. Y., Wu, Q. F., Cao, C. Y., Zhou, L. B., Lu, Y. y Fan, W. X. (2020). Early-onset androgenetic alopecia in China: a descriptive study of a large outpatient cohort. The Journal of international medical research48(3), 300060519897190. https://doi.org/10.1177/0300060519897190
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  • Sinikumpu, S.-P., Jokelainen, J., Auvinen, J., Timonen, M. y Huilaja, L. (2021). Association between psychosocial distress, sexual disorders, self-esteem and quality of life with male androgenetic alopecia: A population-based study with men at age 46. BMJ Open11(12), e049855. https://doi.org/10.1136/bmjopen-2021-049855
  • Trilisnawati, D., Diba, S., Kurniawati, Y., Nugroho, S. A., Rusmawardiana, R. y Pamudji, R. (2021). Update Treatment of Male Androgenetic Alopecia. Berkala Ilmu Kesehatan Kulit Dan Kelamin33(1), 63. https://doi.org/10.20473/bikk.V33.1.2021.63-71