La música es una herramienta que nos acompaña a lo  largo de nuestra vida. Desde recién nacidos, nuestro cerebro está predispuesto para la música y esto prosigue hasta la etapa de la vejez. En los últimos años, el impacto que tiene la música, tanto a nivel cognitivo como emocional, ha acaparado las miradas de las investigaciones y se han realizado múltiples experimentos para tratar de descubrir sus entresijos. El por qué esta herramienta es capaz de generar un efecto beneficioso en personas que sufren alzhéimer ya se ha demostrado. Así como su efecto de ralentización en el avance de la enfermedad. Pero ¿Cómo es posible esta mejoría? ¿Qué relación existe entre la enfermedad de Alzheimer y la música? ¿Y entre el alzhéimer y la memoria emocional? Veamos a continuación.

Alzhéimer y calidad de vida

Seguro que todos sabemos qué es la enfermedad de Alzheimer. Por si no fuera así, esta es una de las demencias más conocidas que afecta a la memoria, pensamiento, comportamiento y la manera de poder afrontar las actividades del día a día.

Para hacernos una idea de la repercusión, se estima que en Estados Unidos (EE. UU.) lo padecen 5,2 millones de personas mayores de 65 años.

No con eso, en el año 2030, se espera que esta cifra alcance los 7,7 millones (Alzheimer’s Association, 2011). Sin embargo, a pesar de los múltiples tratamientos incluyéndose el farmacológico, ninguno es eficaz a largo plazo y la enfermedad avanza progresivamente.

¿Qué es la calidad de vida?

Dado el impacto a nivel personal, familiar y social, uno de los objetivos que persiguen las intervenciones terapéuticas es velar por la calidad de vida (CV) de la persona. Este concepto muldimensional se refiere a la percepción subjetiva individual que tiene la persona en cuanto a su enfermedad y todos aquellos aspectos que se ven afectados.

Hombre De Pie Junto A La Motocicleta

Un ejemplo de esto, lo refleja un estudio que indagó sobre aquellos factores que pudieran mejorar o empeorar la calidad de vida.

Se observó que una acción tan simple como que la persona pudiera vestirse por sí sola o utilizar el teléfono la mejoraba, dado que aumentaba el sentimiento de autonomía (Barbe et al., 2017).

Por otra parte, si pensamos que la edad es el factor que más determina la calidad de vida de una persona, nos equivocamos.

A pesar de que la calidad de vida disminuye en la etapa de la vejez, hay otros factores con más peso en quienes sufren demencia. Algunos de estos son la capacidad cognitiva y funcional, la gravedad de la demencia, el estado de ánimo, la participación en actividades de ocio o los factores determinados por el entorno (OMS, 2012).

Y, ¿qué tiene que ver la música con la calidad de vida?

Basándonos en lo anterior, confirmamos rotundamente que medir la calidad de vida es crucial porque permite realizar un abordaje global de la persona, considerando los factores protectores y de riesgo

Asimismo, esto ha permitido implementar programas de intervención individualizados que dan importancia a las necesidades de la persona y la coordinación de los profesionales. Ahora bien, uno de los factores protectores más conocido es la música. Especialmente, la música en la enfermedad de Alzheimer.

Muchas investigaciones han determinado que la música es un instrumento útil para mejorar la orientación y el estado de ánimo de las personas con demencia. Además de conseguir reducir las conductas de ansiedad o agitación. Esto, a su vez, supone un menor aislamiento y una participación más activa y positiva en otras actividades.

Sumado a ello, la música tiene un elemento clave, la familiaridad. Y es que, el alzhéimer y la memoria emocional tienen mucho que ver (Lancioni et al., 2013).

Música familiar en personas con enfermedad de Alzheimer

La familiaridad promueve la participación continua en una actividad en personas con demencia leve o moderada. De este modo, el impacto de aquellos factores de riesgo es menor cuando se encuentran en un contexto que les es familiar o interaccionan con objetos y actividades que han formado parte de su vida (Phinney, Chaudhury y O’connor, 2007).

Extrapolando esto, Arroyo-Anlló, Díaz y Gil (2013) realizaron un estudio en el que compararon cómo influía en la música familiar vs desconocida en un grupo de personas con alzhéimer.

Imagen obtenida de: https://healthcare.utah.edu/publicaffairs/news/2018/images/alzheimer.jpg
Figura 1. Las áreas azules del cerebro fueron particularmente activadas por música familiar

En primer lugar, observaron que esta primera aumentaba la conciencia sobre uno mismo y mejoraba el estado cognitivo en general.

Y, en segundo lugar, se evidenció una mejoría en el estado de ánimo y aspectos de la memoria autobiográfica.

De este modo, se consiguió una mayor interacción con el círculo familiar, favoreciendo así la calidad de vida de ambas partes. ¿Vemos la relación entre el alzhéimer y la memoria emocional?

Actualmente, investigadores de la Universidad de Utah Health están estudiando cuáles son las regiones cerebrales que se activan con la música para, poder así, intervenir reduciendo la ansiedad (Figura 1).

Por medio de resonancia magnética funcional (functional magnetic resonance imaging, en inglés; IRMf), determinaron que la red visual, ejecutiva, cerebelosa y corticocerebelosa mostraban una conectividad funcional significativamente mayor ante música familiar.

Uno de los investigadores afirmó que “La música es como un ancla que hace que el paciente vuelva a la realidad” y Jeffrey S. Anderson, investigador principal del laboratorio de neuroimagen funcional de Utah, concluía que “Aunque la música no sea una cura para la enfermedad de Alzheimer, puede hacer que los síntomas se vuelvan más manejables mejorando la calidad de vida del paciente”.

¿Puede la música potenciar la memoria en el alzhéimer?

La música tiene un papel importante en la construcción de la memoria autobiográfica. Así pues, estudios que evalúan la memoria en personas sin demencia determinan que la música puede mejorar los recuerdos autobiográficos (recuerdos de situaciones vividos), que se encuentran deteriorados en quienes tienen demencia.

Autores determinan que no es la música como tal, sino la carga emocional lo que estimula el recuerdo remoto e involuntario. De esta manera, las personas con demencia experimentan una cierta mejoría en la memoria episódica al escuchar música conocida en comparación con pacientes de grupos control, que no eran estimulados con este poderoso agente.

No solo con esto, tras sesiones de musicoterapia se observó que, como se ha mencionado anteriormente, disminuía la ansiedad y la agitación. Pero esto no quedaba ahí, ligado a ello existía una mejora de la atención en la codificación, conllevando un efecto beneficioso en el rendimiento de la memoria (Peck et al., 2016).

¿Y el lenguaje?

Podemos preguntarnos, ¿qué relación tiene la música en el alzhéimer con el lenguaje? Lo cierto es que mucha. El deterioro del lenguaje en el alzhéimer varía según las diferentes fases de la enfermedad y, por ende, también la intención comunicativa. Esto, sumado al daño en la memoria, da paso a intentos de comunicación fallidos y un mayor aislamiento del contexto social.

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La involución lingüística y comunicativa progresa cada vez más dado el irreversible curso del empeoramiento cognitivo.

Sin embargo, la música también puede tornarse un tipo de comunicación para la persona. Pues al fin y al cabo, ¿qué no es la música sino un lenguaje organizado? (Barcia-Salorio, 2009).

Existen resultados que muestran cómo pacientes con demencia tras sesiones de musicoterapia mejoran la fluencia verbal (habla espontánea), habiendo un claro efecto positivo y perceptible en el lenguaje.

Así mismo, el canto supone una forma de expresar los sentimientos y las terapias focalizadas en estimular el lenguaje tienen como objetivo principal estimular las capacidades funcionales que aún preservan. Además, no solo aumenta el lenguaje verbal sino también el no verbal.

Conclusión

Dado el aumento de la esperanza de vida, el alzhéimer es una enfermedad que se hará eco de muchos más casos a medida que pase el tiempo. De este modo, además de los tratamientos farmacológicos hay que contar con otras formas de terapia que conllevan numerosos beneficios, entre ellos el uso de la música.

La música y sus elementos (sonido, ritmo, melodía y armonía) dan lugar a múltiples efectos en las personas con enfermedad de Alzheimer.

No solo influye en la esfera cognitiva, emocional y conductual, como se ha constatado en múltiples estudios, sino que también tiene efectos positivos en los cuidadores.

En conclusión, la música en el alzhéimer cumple su función mejorando la calidad de vida de la persona que sufre esta enfermedad como de quienes la rodean.

Así mismo, el alzhéimer y la memoria emocional van de la mano. Y, es por esto, por lo que tratar la memoria emocional en la enfermedad de Alzheimer conforma un aspecto que se debiera implementar en todos los tratamientos.

Enfermedad de Alzheimer y música, dos conceptos unidos.

Referencias bibliográficas

  • Alzheimer’s Association (2011). Alzheimer’s Disease facts and figures, 7(2), 208-244. Doi: 10.1016/j.jalz.2011.02.004
  • Arroyo-Anlló, E. M., Díaz, J. P. y Gil, R. (2013). Familiar Music as an Enhancer of Self-Consciousness in Patients with Alzheimer’s Disease. BioMed Research International, 1-10. Doi: 10.1155/2013/752965
  • Barbe, C., Morrone, I., Wolak-Thierry, A., Dramé, M., Jolly, D., Novella, J.-L. y Mahmoudi, R. (2017). Impact of functional alterations on quality of life in patients with Alzheimer’s disease. Aging & Mental Health, 21(5), 571-576. Doi: 10.1080/13607863.2015.1132674
  • Barcia-Salorio, D. (2009). Musicoterapia en la enfermedad de Alzheimer. 16(4), 223-238. Doi: 10.1016/j.nrl.2015.12.003
  • Lancioni, G. E., O’Reilly, M. F., Singh, N. N., Sigafoos, J., Rigante, V., De Franciscis, L. y Lang, R. (2013). A Further Evaluation of the Impact of Self-regulated Music Stimulation on Positive Participation of Patients with Alzheimer’s Disease. Journal of Developmental and Physical Disabilities, 25(3), 273-283. Doi:10.1007/s10882-012-9301-5
  • Peck, K. J., Girard, T. A., Russo, F. A. y Fiocco, A. J. (2016). Music and Memory in Alzheimer’s Disease and The Potential Underlying Mechanisms. Journal of Alzheimer’s Disease, 51(4), 949-959. Doi: 10.3233/JAD-150998
  • Phinney, A., Chaudhury, H. y O’connor, D. L. (2007). Doing as much as I can do: The meaning of activity for people with dementia. Aging & Mental Health, 11(4), 384-393. https://doi.org/10.1080/13607860601086470
  • University of Utah Health (2018). Music activates regions of the brain spared by Alzheimer’s disease. ScienceDaily. www.sciencedaily.com/releases/2018/04/180428145111.htm
  • World Health Organization (2002). Active ageing: A policy framework. http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/67215/1/WHO_NMH_NPH_02.8.pdf