En el complejo tejido de la mente humana, la paranoia y la ansiedad se entrelazan, desencadenando experiencias que van más allá de creencias infundadas y preocupaciones cotidianas. Explorar la importancia de abordar ambas problemáticas es esencial, ya que hasta el 90% de las personas con trastornos psicóticos informan delirios de persecución, generando consecuencias que van desde una respuesta deficiente al tratamiento hasta un impacto significativo en la calidad de vida. Entonces… ¿Cómo se relacionan la ansiedad y la paranoia? ¿Cómo repercute la ansiedad en dicho caso?

Paranoia: Más allá de las creencias

La paranoia, caracterizada por creencias infundadas (ilógicas) de amenaza interpersonal, genera angustia y alteraciones en el funcionamiento normal de la persona. Tal fenómeno no solo es un síntoma distintivo de la psicosis, sino que también es común en la población general. Pues la paranoia clínica comparte y se apoya en procesos cognitivos y afectivos presentes en diversas personas.

ansiedad y paranoia

Examinar estos mecanismos en grupos análogos ofrece una base valiosa para el desarrollo de intervenciones tempranas y de todo tipo en el contexto de la clínica. Y es que, la comprensión de la paranoia en el contexto de la ansiedad revela conexiones profundas entre dichas experiencias, destacando la importancia de abordarlas de manera integral en el ámbito psicológico (Lavin et al., 2019).

Pero… ¿Cuándo es patológica?

La paranoia abarca temas de persecución, conspiración y amenaza interpersonal, variando desde la suspicacia hasta delirios intensamente angustiantes. Asombrosamente, hasta el 90% de las personas con trastornos psicóticos informan experimentar delirios de persecución.

Por otra parte, lo cierto es que la gravedad de la paranoia se vincula directamente con resultados desfavorables, incluyendo una respuesta deficiente al tratamiento, tasas elevadas de hospitalización, aislamiento social, angustia emocional y una reducción en la calidad de vida.

Así, dada la notable carga que la paranoia impone en la vida de quienes la experimentan, los estudios empíricos han dirigido sus esfuerzos a identificar los factores etiológicos que la sustentan. Por ello, se busca no solo comprender los fundamentos de la paranoia, sino también proporcionar bases sólidas para intervenciones terapéuticas que aborden dichos factores y mejoren los resultados clínicos y la calidad de vida (Jacobsen et al., 2022).

Delirios de persecución e intencionalidad

La intencionalidad percibida de una persona que inflige daño, emerge como rasgo definitorio de los delirios de persecución. Aquellos, tienden a atribuir eventos negativos a causas personales externas, marcando una clara distinción entre pacientes con psicosis y quienes tienen depresión. El mismo grupo demuestra una mayor propensión a atribuir intenciones a los eventos, destacando la conexión entre paranoia y percepción de intencionalidad.

ansiedad y paranoia

Ahora, tanto en individuos clínicos como no clínicos, el pensamiento paranoico se asocia con una percepción ampliada de intención criminal y hostil en situaciones ambiguas. A diferencia de la investigación sobre la intencionalidad percibida y la ansiedad general, que es escasa, es probable que la capacidad de percibir intencionalidad distinga la paranoia de los pensamientos ansiosos (Lavin et al., 2019).

¿Ansiedad en otros trastornos?

La ansiedad se erige como una queja frecuente en quienes experimentan paranoia. Por ejemplo, en casos de esquizofrenia y trastornos de ansiedad coexistentes, se destaca que la mayoría (63.6%) exhibe delirios de subtipo paranoico.

Con lo anterior, resulta revelador que personas con delirios persecutorios informen niveles de ansiedad general comparables a aquellos diagnosticados con trastorno de ansiedad generalizada (TAG). Tal solapamiento en los niveles de ansiedad entre diferentes condiciones subraya la íntima conexión entre la paranoia y la ansiedad, apuntando una intersección crucial que merece mayor exploración en la investigación psicológica (Sood y Newman‐Taylor, 2020).

La relación entre paranoia y ansiedad

En un estudio liderado por Sun y colaboradores (2018), se halló que las personas que informaron niveles elevados de paranoia también presentaban al menos un nivel moderado de ansiedad general. Sin embargo, los individuos que reportaron altos niveles de ansiedad no necesariamente tenían un mayor riesgo de experimentar paranoia.

Este descubrimiento respalda la noción de que la paranoia y la ansiedad pueden compartir fundamentos comunes. Por ejemplo, planteando la intrigante pregunta de cómo un factor de riesgo común puede manifestarse como ansiedad en algunas personas y como paranoia en otras.

¿A qué se refiere la percepción de riesgo?

La percepción del riesgo, definida como la evaluación subjetiva de la probabilidad de que ocurra un tipo específico de accidente y cuán preocupados estamos por las consecuencias, añade una capa fascinante a la exploración. Aunque el concepto abarca tanto la evaluación de la probabilidad como las consecuencias de un resultado negativo, la mayoría de los estudios sobre la percepción del riesgo en la paranoia y la ansiedad se han centrado exclusivamente en la probabilidad de eventos negativos.

Ansiedad como factor de mantenimiento

paranoia y ansiedad

Los afectos negativos, especialmente la ansiedad, desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de la paranoia. Pues las cogniciones paranoicas, al ser percibidas como amenazantes, tienden a asociarse estrechamente con la ansiedad. A su vez, la intensificación de la ansiedad aumenta la probabilidad de interpretaciones amenazantes, generando un ciclo que refuerza la paranoia.

¿Fuerte asociación con la angustia?

Enfocarse en síntomas individuales, como la paranoia, emerge como una estrategia clave para mejorar los resultados. La evidencia respalda la noción de un continuo entre paranoia clínica y no clínica, ambas vinculadas a la angustia. La propuesta de que la paranoia clínica se desarrolla a partir de mecanismos asociados con la paranoia no clínica, como la preocupación, sugiere la posibilidad de intervenciones psicológicas específicas.

En definitiva, la estrecha asociación entre paranoia y ansiedad es innegable. Las evaluaciones de amenazas probablemente desencadenen ansiedad y, por ende, la ansiedad puede dar lugar a pensamientos infundados que aumentan la probabilidad de interpretaciones amenazantes y comportamientos de seguridad (Sood et al., 2021).

Conclusión

Enfrentar lo mencionado anteriormente no es solo abordar síntomas, sino desentrañar las complejidades que tejen la realidad subjetiva. La conexión entre la percepción del riesgo, la intencionalidad y angustia destaca la urgencia de intervenciones multidisciplinarias. Por ello, descifrar cómo la ansiedad alimenta la paranoia ofrece una ventana a la comprensión profunda de la condición humana.

Al final, confrontar estos enigmas psicológicos no solo es un viaje científico, sino un llamado a la empatía y comprensión. Para quienes buscan profundizar en el estudio de estos fenómenos, el curso sobre ansiedad y cerebro puede proporcionar conocimientos esenciales y estrategias avanzadas para entender la interacción entre la ansiedad, la paranoia y los procesos cerebrales.

Referencias bibliográficas

  • Jacobsen, P., Choksi, T., Sawyer, K., Maximen, C., Harding, E. y Richardson, M. (2022). Home practice in Mindfulness-based Interventions for Psychosis groups: A Systematic Review and Qualitative study. BMC Psychology, 10(1). https://doi.org/10.1186/s40359-021-00694-4
  • Lavin, R., Bucci, S., Varese, F. y Berry, K. (2019). The Relationship between Insecure attachment and Paranoia in Psychosis: A Systematic literature review. British Journal of Clinical Psychology, 59(1), 39-65. https://doi.org/10.1111/bjc.12231
  • Sood, M., Carnelley, K. B. y Newman‐Taylor, K. (2021). How does attachment imagery for paranoia work? Cognitive fusion and beliefs about self and others mediate the impact on paranoia and anxiety. Psychology and Psychotherapy: Theory, Research and Practice, 94(4), 973-993. https://doi.org/10.1111/papt.12354
  • Sood, M. y Newman‐Taylor, K. (2020). Cognitive fusion mediates the impact of attachment imagery on paranoia and anxiety. Cognitive Therapy and Research, 44(6), 1150-1161. https://doi.org/10.1007/s10608-020-10127-y
  • So, S. H., Sun, X., Chan, G. H. K., Chan, I. H. H., Chiu, C., Chan, S. K. W., Wong, W. Y. E., Leung, P. W. L. y Chen, E. (2020). Risk perception in paranoia and Anxiety: Two investigations across clinical and non-clinical populations. Schizophrenia Research: Cognition, 21, 100176. https://doi.org/10.1016/j.scog.2020.100176