Las velas aromáticas, aceites esenciales, inciensos y perfumes pueden reducir los niveles de estrés y activación fisiológica de las personas. De esta forma, mediante la utilización de dichas herramientas, se pueden lograr mejoras en distintos cuadros de salud mental. Así, más allá de los tratamientos médicos-psiquiátricos y psicoterapia convencional, la salud mental puede ser abordada por factores de protección. Estos ayudan a las personas a mantener niveles estables de bienestar, especialmente mediante la reducción del estrés. ¿De qué se trata la aromaterapia? ¿Qué nos dice la evidencia acerca de la relación entre aroma y cerebro?

¿En qué consiste la aromaterapia?

La aromaterapia es una forma de terapia complementaria que utiliza aceites esenciales, velas aromáticas, inciensos, entre otros derivados de plantas para promover la salud y el bienestar. Estos se obtienen de flores, hojas, tallos, raíces y otras partes de las plantas, y se utilizan por sus propiedades aromáticas y terapéuticas. Así, la aromaterapia se ha practicado durante siglos en diversas culturas, como parte de prácticas medicinales tradicionales y rituales de bienestar.

A considerar

Es importante tener en cuenta que, si bien la aromaterapia puede ser beneficiosa para muchas personas, no reemplaza el consejo o el tratamiento médico profesional. De esta forma, suele utilizarse como complemento al funcionar como factor de bienestar psicológico.

Por otro lado, la evidencia científica al respecto de sus beneficios es variada. Y es que, algunos estudios han demostrado resultados positivos en términos de alivio del estrés y la ansiedad, mientras que otros son menos concluyentes (Thangaleela et al., 2022).

Aromaterapia y ansiedad: ¿Se relacionan?

Los beneficios de la aromaterapia han sido estudiados en diversas investigaciones clínicas. Así, contribuyendo a la manutención de la salud mental, esta ha demostrado poder reducir los niveles de ansiedad y estrés en las personas que la incluyen en sus rutinas.

En este sentido, el masaje de aromaterapia se trata de una de las terapias complementarias más populares entre las personas con cáncer y es ampliamente practicada en entornos de atención oncológica.

De hecho, se ha demostrado que el masaje de aromaterapia alivia los síntomas autopercibidos de ansiedad en el inmediato después de la terapia. Lo que tiene relación con la disminución de la activación fisiológica y promoción de la relajación. De hecho, los usuarios perciben el masaje de aromaterapia de manera positiva y beneficiosa hasta dos semanas después de la sesión (Wilkinson et al., 2007).

¿Un factor protector de la salud mental?

En una investigación se utilizó el aroma del agua de rosas para investigar los efectos de la aromaterapia en la ansiedad de las personas en hemodiálisis. Los resultados revelaron que los niveles de ansiedad rasgo y estado en las personas del grupo que realizó el tratamiento disminuyeron después de la intervención.

En la actualidad, se están llevando a cabo diversas investigaciones clínicas sobre las aplicaciones de la aromaterapia y el uso de aceites herbales. Las rosas, lavanda, bergamota, naranjas y limones, entre otros, son ejemplos de aceites aromáticos esenciales que se utilizan comúnmente para aliviar la ansiedad, el estrés y la depresión (Barati et al., 2016).

Aroma y cerebro: Una relación cercana

La aromaterapia, como indica su nombre, lleva por protagonista a los aromas. Estos son inhalados a través de la nariz, donde atraviesan la barrera hematoencefálica y afectan al sistema nervioso central, autónomo y endocrino. Así, a partir de la inhalación de los aromas de los aceites esenciales, velas o inciensos, las moléculas volátiles se unen a receptores olfativos en las células ciliadas.

De esta manera, el mensaje electroquímico se transmite a través del tracto olfatorio y el bulbo olfatorio hasta alcanzar las regiones olfativas del cerebro. El aroma es percibido a través de diferentes vías: la vía ortonasal (el olor pasa por la nariz) y la vía retronasal (el olor entra por las fosas nasales a través de la cavidad oral). Ambas ofrecen experiencias sensoriales distintas y desencadenan una fuerte respuesta emocional en relación a los estímulos aromáticos recibidos (Thangaleela et al., 2022b).

Vías del aroma: ¿Son diferentes?

Por lo general, la percepción de los aromas a través de estas dos rutas diferentes estimula dos áreas distintas en el cerebro humano. En este sentido, los diferentes tipos de olores provocan respuestas distintas que dependen de las vías por las cuales se administran los olores. Así, dependiendo del olor asimilado a través de las vías orto o retronasales, las respuestas de las neuronas varían.

aroma y cerebro

De esta forma, en el estudio realizado por Thangaleela y colaboradores (2022) se registraron respuestas neurales en la ínsula, tálamo, hipocampo, amígdala y corteza orbitofrontal caudolateral durante la asimilación ortonasal de los olores. En contraste, se obtuvieron respuestas en la circunvolución cingulada pregenual y la corteza orbitofrontal medial durante la captación retronasal del olor.

Efectos del aroma en el cerebro

Cualquier compuesto orgánico volátil que entre en el torrente sanguíneo a través de la mucosa nasal o pulmonar se difunde en los nervios olfativos y el sistema límbico del cerebro. De esta forma, los olores inducen percepción, aprendizaje emocional, creencias, procesos cognitivos, comportamentales y otras emociones asociadas. En consecuencia, cualquier olor agradable o desagradable puede provocar emociones olfativas y generar estados de ánimo positivos o negativos, que finalmente resultan en cambios conductuales.

Sabemos que un estado de ánimo positivo aumenta la sensación de bienestar, reduce la percepción de estrés y ansiedad y tiende a ser beneficioso en general. Por otro lado, un estado de ánimo negativo suprime el comportamiento prosocial, entre otros efectos. Así, el olfato está conectado al cerebro para generar una secuencia de respuestas psicológicas y emocionales que resultan en cambios que afectan directamente la salud mental (Thangaleela et al., 2022b).

Conclusión

La relación entre aroma y cerebro es estrecha. Quizás has notado que encender unas velas aromáticas de vainilla y caramelo mejoran el estado de ánimo y ayudan a reducir el estrés y la ansiedad. Así, el cuidado de la salud mental abarca distintas esferas de la vida y acciones en cadena que no necesariamente implican a profesionales de la misma.

Encender velas, pintar con acuarelas o acrílico, salir a correr, escuchar un podcast, son algunos de las actividades a realizar que provocan placer y bienestar en la vida cotidiana de las personas y mejoran sus estados emocionales. Identificar estas acciones y agregarlas a los hábitos cotidianos constituye una estrategia esencial en la prevención y promoción de salud mental.

Referencias Bibliográficas

  • Barati, F., Nasiri, A., Akbari, N. y Sharifzadeh, G. (2016). The effect of aromatherapy on anxiety in patients. Nephro-urology monthly8(5). https://doi.org/10.5812/numonthly.38347
  • Tabatabaeichehr, M. y Mortazavi, H. (2020). The Effectiveness of aromatherapy in the Management of labor pain and Anxiety: a Systematic review. Ethiopian journal of health sciences30(3). https://doi.org/10.4314/ejhs.v30i3.16
  • Thangaleela, S., Sivamaruthi, B. S., Kesika, P., Bharathi, M., Kunaviktikul, W., Klunklin, A., Chanthapoon, C. y Chaiyasut, C. (2022). Essential Oils, Phytoncides, Aromachology, and Aromatherapy—A review. Applied sciences12(9), 4495. https://doi.org/10.3390/app12094495
  • Wilkinson, S., Love, S., Westcombe, A., Gambles, M., Burgess, C., Cargill, A., Young, T., Maher, E. y Ramirez, A. (2007). Effectiveness of aromatherapy massage in the management of anxiety and depression in patients with cancer: a multicenter randomized controlled trial. Journal of Clinical Oncology25(5), 532-539. https://doi.org/10.1200/jco.2006.08.9987