El cáncer es un problema importante de salud en todos los países desarrollados, en los que es la segunda causa de muerte en la población general. La carcinofobia, un miedo abrumador a esta enfermedad, puede sumir a las personas en una lucha constante contra la ansiedad. Aparece, así, como un cuadro clínico que tiene un fuerte componente cultural y social. ¿Qué implica este cuadro? ¿Cuáles son sus síntomas y factores de riesgo? A lo largo de esta nota, exploraremos su definición, los factores que la desencadenan y los tratamiento que actualmente se recomiendan para abordarla.

Carcinofobia: Miedo irracional al cáncer

La carcinofobia es un tipo de fobia específica, un trastorno de ansiedad que se refiere al miedo irracional y persistente al cáncer. Así, las personas que conviven con la carcinofobia suelen experimentar ansiedad y preocupación excesiva sobre la posibilidad de desarrollar cáncer, incluso si no tienen síntomas o factores de riesgo. De esa manera, acaba afectando la calidad de vida del individuo y lo lleva, comúnmente, a evitar ciertas actividades o situaciones que se perciben como riesgosas para la salud, aunque estas en realidad son contradictorias.

Carcinofobia: Miedo irracional al cáncer

Por ejemplo, rehuir hacerse chequeos médicos o pruebas de detección de cáncer, como mamografías o colonoscopias, por miedo a recibir un diagnóstico positivo. En esto último, aunque la colonoscopia puede ser un procedimiento incómodo o intimidante para algunas personas, el miedo extremo al cáncer puede llevar a la evitación total del procedimiento, incluso si existe un riesgo real de desarrollar cáncer colorrectal.

Ahora, también puede implicar un comportamiento activo de miedo al cáncer que lleve a exámenes médicos repetidos sin tranquilizar completamente al paciente. Esto generaría un ciclo de ansiedad y evitación, perpetuando aún más el temor al cáncer y afectando negativamente la calidad de vida del individuo (Domaradzki, 2022).

¿Cuáles son sus causas y factores de riesgo?

En general, las causas y factores de riesgo de la carcinofobia no están completamente claros, aunque la forma en que se encarna y nivela este miedo está relacionado en gran medida con las características culturales y socioeconómicas del medio ambiente. La evidencia actual induce a creer que dentro de los elementos que podrían predisponer a una persona a padecer el cuadro, se pueden incluir:

  • Experiencias personales o familiares previas con el cáncer: Por ejemplo, haber visto a un ser querido luchar contra la enfermedad o haber tenido una experiencia traumática con ella.
  • Información errónea o exagerada sobre el cáncer: Generan una gran influencia en cómo las personas desarrollan ideas al rededor de la enfermedad. De esa forma, noticias sensacionalistas o información poco clara sobre los factores de riesgo actúan como una variable influyente en el desarrollo de este cuadro.
  • Factores culturales o sociales: Tienen, también, una relativa incidencia. Así, por ejemplo, la percepción del cáncer como una enfermedad estigmatizada podría suscitar miedos irracionales.

No obstante, es importante destacar que la carcinofobia puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, género o antecedentes de salud. De ese modo, si un individuo experimenta síntomas de carcinofobia, es recomendable buscar ayuda profesional (Reich et al., 2009).

Síntomas de la carcinofobia

Antes que nada, se ha de considerar que los síntomas de la carcinofobia varían de una persona a otra. Sin embargo, en líneas generales, este cuadro presenta una serie de signos y síntomas clínicos específicos. Así, experimentar ansiedad, miedo o pánico al pensar en el cáncer o en situaciones relacionadas con este es uno de los efectos del cuadro. O, por otro lado, dificultad para concentrarse o realizar actividades cotidianas debido a la preocupación por la enfermedad.

Sumado a lo anterior, también se encuentran síntomas físicos, como sudoración, palpitaciones, temblores, náuseas o mareos, cuando los sujetos se enfrentan a situaciones relacionadas con el cáncer. Finalmente se agregan cambios en el estado de ánimo, como tristeza o irritabilidad, y trastornos del sueño (Fellner, 1959).

¿Qué tipos de tratamiento existen?

Carcinofobia: ¿Qué tipos de tratamiento existen?

El tratamiento de la carcinofobia suele incluir una combinación de terapia psicológica y medicamentos. Esto, en general, dependerá de la gravedad de los síntomas y las necesidades individuales.

En este sentido, algunas opciones de tratamiento incluyen la terapia cognitivo-conductual (TCC), que tendrá como objetivo cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento que contribuyen a la carcinofobia. Con relación a ello, la TCC apunta a ayudar a las personas a identificar y desafiar los pensamientos intrusivos sobre el cáncer. Y, además, les brindará la posibilidad de aprender técnicas de relajación y manejo de la ansiedad (Thng et al., 2020).

¿Qué otros factores serán importantes para respaldar el tratamiento?

En resumen, los factores que pueden aportar un gran soporte al tratamiento están relacionados al apoyo al estado emocional. Por ello, es importante que las personas con carcinofobia tengan un sistema de respaldo sólido, ya sea a través de amigos, familiares o grupos de apoyo. Pues el apoyo emocional ayudará a que se sientan menos aisladas y solas. Pero además, actuará como un mediador importante para aprender a manejar el impacto del estrés, la ansiedad y preocupación excesiva.

Por otro lado, es importante destacar que el tratamiento de la carcinofobia suele ser un proceso a largo plazo que puede requerir tiempo y esfuerzo. Y, en ese sentido, el apoyo que obtenga la persona de sus medios cotidianos y mas cercanos serán de gran utilidad para mantener el proceso psicoterapéutico (Zhao et al., 2022).

Actividades preventivas

Finalmente, en cuanto a tales actividades, no hay una forma segura de prevenir la carcinofobia, ya que esta puede ser causada por una variedad de factores como hemos visto. A pesar de ello, hay algunas acciones que se sugiere que podrían ayudar a reducir el riesgo de desarrollar este miedo irracional.

Informarse pero no alimentar la fobia

Carcinofobia: Actividades preventivas

En primer lugar, es importante estar informados sobre los factores de riesgo, la prevención y el tratamiento del cáncer a través de fuentes confiables, como organizaciones de salud y profesionales médicos. Además, mantener un estilo de vida saludable posibilita tener mayor seguridad sobre el propio estado de salud.

Por último, hacerse chequeos médicos regulares y pruebas de detección de cáncer puede ser tranquilizador y reducir los niveles de ansiedad. Sin olvidar que, en ocasiones, la carcinofobia puede tener un resultado positivo.

Eso sí, habría que observar que esto no se convirtiese en una espiral que acabara por generar más angustia. Pues, recordemos que una comprobación de la realidad no siempre ayuda. Con base a ello, la confianza en el diagnóstico y resultados de las pruebas es un aspecto clave a considerar que tendría que trabajarse con el consultante (Uner y Korukcu, 2020).

Conclusión

El cáncer, debido a la naturaleza específica de su naturaleza y tratamiento, puede causar miedo, que en su forma extrema se manifiesta en forma de cancerofobia. En el camino hacia la comprensión y gestión de la carcinofobia, queda claro que la concientización y la búsqueda de apoyo son esenciales. Las actividades preventivas no solo actúan de forma provisoria, sino también podrían utilizarse como apoyo del tratamiento, brindando seguridad y estabilidad emocional a las personas que padecen el cuadro. Por ello, y sobre todo, la educación sobre sus aspectos coyunturales surge como aspecto clave en su prevención.

Referencias bibliográficas

  • Domaradzki, J. (2022). Can popular films instil carcinophobia? Images of cancer in popular Polish cinema. Frontiers in Oncology, 12. https://doi.org/10.3389/fonc.2022.1062286
  • Fellner, C. H. (1959). Cancerophobia and delusion. Journal of the American Medical Association, 170(15), 1776. https://doi.org/10.1001/jama.1959.03010150020005
  • Reich, M., Gaudron, C. y Penel, N. (2009). When cancerophobia and denial lead to death. Palliative & Supportive Care, 7(2), 253-255. https://doi.org/10.1017/s1478951509000327
  • Thng, C., Lim-Ashworth, N., Poh, B. y Lim, C. G. (2020). Recent developments in the intervention of specific phobia among adults: A rapid review. F1000Research9, 195. https://doi.org/10.12688/f1000research.20082.1
  • Uner, F. O. y Korukcu, O. (2020). A prevalence and psychometric study on fear of cancer in women with abnormal cervical cytology undergoing colposcopy. Psycho-Oncology, 29(11), 1850-1855. https://doi.org/10.1002/pon.55
  • Zhao, G., Xie, F., Li, S., Ding, Y., Li, X. y Liu, H. (2022). The relationship between perceived social support with anxiety, depression, and insomnia among Chinese college students during the COVID-19 pandemic: The mediating role of self-control. Frontiers in Psychiatry13. https://doi.org/10.3389/fpsyt.2022.994376