Alfred Hitchcok dirigió una de las películas de suspense y terror más afamadas del cine estadounidense. Este film titulado “Psycho”, o en castellano “Psicosis”, causó gran conmoción en la audiencia. Y es que, reflejaba una serie de comportamientos poco comunes y que, probablemente, buscaron metaforizar qué sucede cuando una persona atraviesa un episodio psicótico. Ahora, lejos de lo que vemos en esta película de ficción, tenemos que considerar que los trastornos psicóticos se encuentran entre las principales causas de discapacidad en el mundo. Por ello, en esta nota, vamos a explicar qué pasa en el cerebro cuando hay psicosis desde una perspectiva neurofisiológica y del desarrollo.

¿Qué es la psicosis?

La psicosis es una condición psiquiátrica heterogénea que puede presentarse en trastornos como la esquizofrenia. Los síntomas de un episodio psicótico incluyen alucinaciones y/o delirios. Las alucinaciones pueden ser auditivas (escuchar voces), visuales (ver o percibir objetos o personas que no están presentes) o táctiles (sensaciones corporales extrañas).

Los delirios, por otro lado, son creencias arraigadas que causan confusión y desorientación. Es decir, una distorsión a la hora de darle un significado a la realidad. Así pues, la psicosis puede dar paso a una pérdida de la realidad consensuada y de la propia identidad, lo cual, a su vez, conllevaría que la persona disminuyera el contacto con sus amigos y familia, llevándola al aislamiento (McCarthy-Jones et al., 2013). 

¿Qué pasa en el cerebro cuando hay psicosis?

La neurobiología que subyace los trastornos psicóticos no se entiende completamente todavía. Sin embargo, hay evidencia de cambios dinámicos en el cerebro que ocurren durante los primeros estadios de un cuadro psicótico, incluyendo el tiempo de transición hacia la enfermedad. Se ha sugerido que el inicio de la psicosis es un momento en el que concurren cambios activos cerebrales y donde acontecen algunos procesos. Por un lado, una lesión temprana (pre y perinatal) hace al cerebro vulnerable a procesos anómalos del neurodesarrollo, según muestra la evidencia, mediante la pérdida acelerada de materia gris y de conectividad en regiones prefrontales.

Psicosis

Por otro lado, tales procesos anómalos en el neurodesarrollo interactúan con otros factores asociados al inicio de la psicosis (por ejemplo, uso de sustancias, estrés o desregulación del eje hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA), entre otros). Desembocando, de esta forma, en secuelas neuroprogresivas que también incluyen regiones temporales y orbitofrontales.

Procesos patológicos en el neurodesarrollo

No obstante, los procesos patológicos que subyacen estos cambios progresivos durante el neurodesarrollo tardío siguen sin estar claros. Aunque podrían reflejar anormalidades en la plasticidad sináptica, maduración cerebral anómala y mayor propensión a los efectos negativos del estrés o factores ambientales (Pantelis et al., 2005).

Así pues, los trastornos psicóticos y sus manifestaciones neuropsicológicas y comportamentales pueden ser entendidas como efectos directos de múltiples procesos patológicos en diferentes estadios del neurodesarrollo, incluyendo factores etiológicos genéticos y no genéticos (Pantelis et al., 2007). Pero, ¿qué estructuras del cerebro están involucradas en la psicosis?

Aproximación al cerebro: El papel de la ínsula en la psicosis

Desde un punto de vista neurofisiológico, cabe destacar el rol de la ínsula y su relación con la psicosis. Se ha observado, consistentemente, una desconexión funcional de la corteza insular en trastornos psicóticos, incluyendo la psicosis de primer episodio, la esquizofrenia crónica y las personas con alto riesgo de desarrollar psicosis (Tian et al., 2019).

Concretamente, la ínsula muestra patrones de conexión disfuncionales con la corteza cingulada, regiones que forman parte de la red neuronal por defecto y la red central de ejecución. Redes asociadas con procesamientos atencionales internos y externos de la información, respectivamente (Palaniyappan y Liddle, 2012).

Psicosis: Atención a estímulos externos

Ahora, como se ha explicado en otras notas, estas redes se comunican entre ellas gracias al papel de la red de prominencia. Cuya estructura más importante es la ínsula. Por lo tanto, parece ser que las personas que presentan psicosis tienen dificultades para dirigir su atención de manera adecuada desde su “yo interno” hacia estímulos externos o viceversa. Como veremos a continuación, debido a esta dificultad en el cambio atencional, junto a conexiones disfuncionales insulares, la ínsula juega un papel importante en la fisiología de la psicosis.

Ínsula y percepción sensorial: ¿Psicosis?

Pero, entonces, ¿qué es la ínsula? La corteza insular es una estructura cortical localizada en la profundidad del surco lateral del cerebro, que no es visible desde el exterior. Y, esta zona se puede dividir en dos regiones, la porción anterior y la posterior.

A nivel de conectividad funcional, la región insular anterior presenta conexiones con áreas frontales y temporales, involucradas en procesos de control cognitivo, y áreas límbicas, relacionadas con el procesamiento emocional. La región posterior de la ínsula, por otro lado, mantiene conexiones con áreas parietales y temporales asociadas con la integración somatosensorial (Takahashi et al., 2009; Uddin et al., 2017).

Conectividad cerebral y psicosis en esquizofrenia

Entonces, ¿qué pasa en el cerebro cuando hay psicosis? Existe evidencia de una disminución de dicha conectividad funcional entre la región posterior de la ínsula y la corteza auditiva (planum temporale y el área de Wernicke) en personas diagnosticadas con esquizofrenia con episodios psicóticos. De esta manera, se apoya la hipótesis de que la ínsula está involucrada en la patofisiología de la psicosis, al participar en la integración de la percepción sensorial.

Es decir, dado su papel en el procesamiento de información proveniente de diferentes sentidos – y, viéndose dichas conexiones insulares afectadas en pacientes con esquizofrenia – se valora su papel en el desarrollo de los episodios psicóticos (alucinaciones auditivas, visuales o táctiles). Además, se ha destacado que la reducción de la conectividad funcional está asociada con una duración más larga de la enfermedad. Un aspecto que sugiere un deterioro progresivo durante el transcurso de la misma (Tian et al., 2019).

Conclusión

La psicosis se caracteriza por la presencia de alucinaciones y/o delirios, y suele manifestarse en trastornos como la esquizofrenia. La red de prominencia, cuya estructura fundamental es la ínsula, tiene un papel primordial en el cambio atencional de estímulos internos hacia estímulos externos o viceversa. Se ha estudiado cómo personas que presentan psicosis tienen dificultares para dirigir y cambiar el foco atencional de manera dinámica. Además, la ínsula, en concreto la región posterior, se encarga de integrar información sensorial.

Este tipo de investigaciones son necesarias para comprender qué pasa en el cerebro cuando hay psicosis. Sobre todo, qué medidas se pueden tomar para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. Finalmente, si te interesa aprender más acerca de la evaluación, diagnóstico y tratamiento de las psicosis, te invitamos a nuestro curso sobre psicosis y herramientas clínicas para su abordaje.

Referencias bibliográficas

  • McCarthy-Jones, S., Marriott, M., Knowles, R., Rowse, G. y Thompson, A. R. (2013). What is psychosis? A meta-synthesis of inductive qualitative studies exploring the experience of psychosis. Psychosis, 5(1), 1-16. Doi: 10.1080/17522439.2011.647051
  • Palaniyappan, L. y Liddle, P. F. (2012). Does the salience network play a cardinal role in psychosis? an emerging hypothesis of insular dysfunction. Journal of Psychiatry & Neuroscience, 37(1), 17-27. Doi: 10.1503/jpn.100176
  • Pantelis, C., Yücel, M., Wood, S. J., Velakoulis, D., Sun, D., Berger, G. y McGorry, P. D. (2005). Structural brain imaging evidence for multiple pathological processes at different stages of brain development in schizophrenia. Schizophrenia Bulletin, 31(3), 672-696. Doi: 10.1093/schbul/sbi034
  • Pantelis, C., Velakoulis, D., Wood, S. J., Yücel, M., Yung, A. R., Phillips, L. J. y  McGorry, P. D. (2007). Neuroimaging and emerging psychotic disorders: The melbourne ultra-high risk studies. International Review of Psychiatry, 19(4), 371-379. Doi: 10.1080/09540260701512079
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