El condicionamiento operante, también conocido como condicionamiento instrumental, es una forma de aprendizaje que se centra en la relación entre el comportamiento y las consecuencias que lo siguen. Uno de los ejemplos más famosos de condicionamiento operante es el experimento de la caja de Skinner, realizado por el psicólogo B. F. Skinner. En esta nota, exploraremos en detalle el experimento de la caja de Skinner y su importancia en el desarrollo de las teorías del aprendizaje.
El padre del condicionamiento operante: ¿Quién fue Skinner?
Burrhus Frederic Skinner nació el 20 de marzo de 1904 en Susquehanna, Pensilvania. Fue un influyente psicólogo y teórico del condicionamiento operante.
Así, Skinner dedicó su vida al estudio y la investigación del comportamiento humano, desarrollando un nuevo modelo de aprendizaje revolucionario denominado condicionamiento operante o instrumental. Además, Skinner fue profesor en la Universidad de Harvard y autor de numerosos libros y artículos (Bjork, 1997).
Skinner falleció el 18 de agosto de 1990 en Cambridge, Massachusetts, dejando un legado duradero en la psicología. Junto con un impacto significativo en la comprensión del aprendizaje y el comportamiento humano. De hecho, uno de sus experimentos más famosos relacionados al condicionamiento operante, es el denominado caja de Skinner (Skinner, 1936).
El condicionamiento operante
El condicionamiento operante se basa en la ley del efecto propuesta por Edward Thorndike en 1927, que establece que las respuestas seguidas de consecuencias satisfactorias tienen más probabilidades de repetirse. Mientras, las respuestas seguidas de consecuencias desagradables tienen menos probabilidades de repetirse (Thorndike, 1927).
La ley del efecto como influencia
En este sentido, el condicionamiento operante es un tipo de aprendizaje que establece que los organismos tienden a repetir conductas que les generan consecuencias positivas, como recompensas o refuerzos. Al contrario, evitan o disminuyen aquellas conductas que les generan consecuencias negativas, como castigos o extinción.
De esta forma, dicho tipo de condicionamiento destaca la importancia del entorno y las interacciones del individuo con su ambiente en la modificación y el control del comportamiento. Esto ha sido ampliamente utilizado en diversos campos, desde la educación y la terapia hasta el manejo de animales y la modificación de conducta.
La caja de Skinner y el condicionamiento operante
La caja de Skinner era un recinto controlado que contenía al animal de estudio (generalmente, ratas o palomas) y estaba equipada con una serie de dispositivos. En su forma más básica, la caja incluía una palanca o un pulsador que el animal podía manipular, así como un dispensador de alimento o agua asociado a este. Con esto, Skinner diseñó cuidadosamente la caja de modo que solo se pudieran realizar respuestas específicas para que el investigador pudiera controlar y medir el comportamiento de manera precisa.
El reforzamiento positivo
En un principio, se introdujo un animal en la caja y se colocaron pulsadores que, al ser presionados por este, le proporcionaban alimento a la vez que emitía una luz y un sonido. Con esto, el experimento puso de manifiesto los efectos del refuerzo positivo dado que el alimento actuó como reforzador positivo del acto de presionar el pulsador. En consecuencia, los animales tendían a repetir la conducta de presionar el pulsador.
Ahora, si bien en la caja de Skinner los animales recibían comida a modo de reforzador positivo, un reforzador positivo no siempre tiene una connotación positiva (es decir, no siempre es agradable). Además, cualquier elemento que se presenta después de que una conducta sea emitida y cuya presencia aumenta la probabilidad de que se emita nuevamente puede considerarse un reforzador positivo.
El reforzamiento negativo
Posteriormente, Skinner modificó el procedimiento del experimento. El científico electrificó el suelo de la caja de Skinner y los animales recibieron descargas eléctricas. Si los animales presionaban el pulsador, la corriente eléctrica (y, en consecuencia, el dolor) se detenía. La electricidad actuó como reforzador negativo de la conducta de presionar el pulsador.
En definitiva, mientras que los reforzadores positivos se presentan tras la emisión de una conducta y aumentan la probabilidad de que esta vuelva a emitirse, los reforzadores negativos aumentan la probabilidad de que una conducta sea emitida si son retirados tras su emisión. Por ello, en el experimento de Skinner la conducta de los animales de presionar el pulsador se vio reforzada por la retirada del shock eléctrico que les provocaba dolor.
¿Qué otros tipos de consecuencias existen?
Más allá del reforzamiento positivo y negativo, existen otros tipos de consecuencias que pueden influir en el condicionamiento operante. Algunas de ellas son:
- Generalización: Es la tendencia a responder de manera similar a estímulos diferentes pero relacionados con el estímulo original que fue reforzado. Por ejemplo, si un animal ha sido reforzado por presionar una palanca de un color específico, es probable que también presione palancas de colores similares en busca de recompensa.
- Extinción: Se refiere al debilitamiento y eventual desaparición de una respuesta condicionada cuando el refuerzo se retira. Si una conducta previamente reforzada deja de recibir refuerzo, la respuesta disminuirá en frecuencia hasta que finalmente se extinga.
- Moldeamiento: Implica el proceso de reforzar sucesivamente aproximaciones cada vez más cercanas a la conducta deseada. Es utilizado para enseñar conductas complejas o nuevas, recompensando progresivamente los comportamientos que se acercan al objetivo final.
- Castigo: Consiste en la presentación de un estímulo aversivo o la eliminación de un estímulo deseable después de una conducta no deseada, con el objetivo de reducir la frecuencia de esa conducta en el futuro.
- Reforzamiento de conducta incompatible: Se refiere a reforzar una conducta alternativa que es incompatible con la conducta indeseable que se está tratando de eliminar.
Algo de controversia
En relación al condicionamiento operante, existen varios puntos de controversia que generan debate entre los investigadores y profesionales:
- Ética y manipulación: Al utilizar técnicas de condicionamiento operante, surge la preocupación ética sobre la manipulación de comportamientos y la falta de libre albedrío. Algunos argumentan que el condicionamiento operante puede ser coercitivo o invasivo, especialmente cuando se aplica en humanos, planteando interrogantes sobre el respeto a la autonomía individual.
- Efectos a largo plazo: Existe debate en torno a los efectos a largo plazo del condicionamiento operante. Así, puede cuestionarse si los comportamientos adquiridos a través del refuerzo o el castigo se mantienen de forma duradera o si desaparecen una vez que se retira el estímulo motivador. También se discute si el condicionamiento operante puede generar dependencia a los refuerzos externos en lugar de promover la motivación intrínseca.
- Limitaciones en la comprensión del comportamiento humano: Aunque el condicionamiento operante ofrece una explicación para el aprendizaje y control del comportamiento, hay críticos que argumentan que no considera adecuadamente los aspectos cognitivos, emocionales y sociales que influyen en la conducta humana. De este modo, se sugiere que otros enfoques, como la teoría cognitiva, complementan la comprensión del comportamiento humano de manera más completa.
Conclusión
El condicionamiento operante, ejemplificado por el experimento de la caja de Skinner, ha sido un avance importante en el campo de la psicología del aprendizaje. A través de la comprensión y consecuencias que siguen al comportamiento, podemos influir en la adquisición y el mantenimiento de conductas.
Aunque se plantean cuestionamientos éticos y se debate sobre los límites de su aplicabilidad, el condicionamiento operante ha demostrado tener aplicaciones prácticas valiosas en la educación, el trabajo y la terapia. Al continuar investigando y reflexionando sobre sus implicaciones, podemos utilizar este conocimiento de manera responsable y beneficiosa para mejorar nuestras vidas y las de los demás.
Referencias bibliográficas
- Bjork, D. W. (1997). B. F. Skinner: A life. American Psychological Association.
- Blackman, D. E. (2019). Operant Conditioning: An Experimental Analysis of Behaviour. Psychology Revivals.
- Chertok, A. (2006). Las causas de nuestra conducta. Centro de Terapia Conductual.
- Skinner, B. F. (1936). The Reinforcing Effect of a Differentiating Stimulus. Journal of General Psychology, 14(2), 263-278. https://doi.org/10.1080/00221309.1936.9713154
- Thorndike, E. L. (1927). The law of effect. The American Journal of Psychology, 39, 212-222. https://doi.org/10.2307/1415413