Tras finalizar el mundial de fútbol de Qatar 2022, muchas personas se vieron animadas a practicar deportes. No es una novedad que el movimiento y particularmente la práctica de una actividad física generan sensación de bienestar a corto y largo plazo. Pero… ¿Cuál es la relación del deporte con el cerebro? ¿Y del deporte con los neurotransmisores?
Además de tener un efecto positivo en el físico de la persona, realizar un deporte o actividad física también proporciona mayor bienestar. ¿Por qué? Esta sensación de placer se relaciona directamente con la cantidad de hormonas que el cuerpo activa durante la acción. Incluso los efectos pueden durar horas después de haber terminado el entrenamiento. Veamos un poco más sobre deporte y cerebro, además de cómo influyen los neurotransmisores.
Dopamina y placer
La dopamina es la hormona vinculada a la sensación de placer que genera el hacer ejercicio. Y es que, con el deporte se regulan los niveles de dicho neurotransmisor. Durante la actividad física, el cerebro libera dopamina, lo que contribuye a una sensación inmediata de bienestar y euforia, comúnmente conocida como runner’s high o euforia del corredor. Esta liberación de dopamina no solo mejora el estado de ánimo, sino que también tiene efectos positivos en la motivación y capacidad de concentración.
Dos conceptos unidos en el ejercicio
El ejercicio regular ayuda a mantener un equilibrio adecuado de dopamina a largo plazo, lo que puede prevenir trastornos relacionados con el déficit de tal neurotransmisor, como la depresión y la ansiedad. De esta manera, se evitan otras formas menos saludables de obtener placer, como los dulces, alcohol o tabaco. Estos métodos alternativos de obtener placer suelen ser adictivos y pueden tener consecuencias negativas para la salud física y mental.
Asimismo, dicha hormona se vincula directamente con el cerebro, ya que mejora las capacidades de aprendizaje y memoria. Sin duda, genera muchos beneficios relacionados con la actividad deportiva y el hecho de comenzar a moverse. Además, es responsable de la alegría que se experimenta cuando se alcanza un objetivo o una tarea resulta exitosa.
Serotonina
Un antidepresivo natural en el deporte
Una de las funciones más importantes de la serotonina es su capacidad para promover un buen descanso. El impacto del deporte regular en el cerebro no solo ayuda a regular los niveles de serotonina, sino que también mejora la calidad del sueño, facilitando un ciclo de descanso más reparador y profundo.
Además, la serotonina actúa como una excelente reguladora del apetito, ayudando a que la actividad física se vea acompañada de una alimentación más saludable. Al hacer ejercicio, las personas tienden a desarrollar hábitos alimenticios más conscientes y equilibrados, lo que contribuye a mantener un peso saludable y a reducir el riesgo de enfermedades metabólicas.
Sorprendentemente, el 90% de la serotonina se genera en el intestino, lo que subraya la importancia de una buena salud digestiva para la regulación de este neurotransmisor. Por cierto, para que el cuerpo libere serotonina, bastan con 30 minutos diarios de ejercicios moderados.
Endorfina
Reduce la sensación de dolor
Se produce en el sistema nervioso central, relacionado con los efectos ansiolíticos y analgésicos que puede tener realizar un deporte o actividad física. Y la forma de comenzar a sentir los efectos de esta importante hormona se logra con 30 a 45 minutos de ejercicio a un nivel de intensidad suave o medio. Para maximizar la liberación de endorfinas, se recomienda realizar actividades aeróbicas como correr, nadar o remar, que también mejoran la salud cardiovascular, aumentan la resistencia y fortalecen los músculos.
El ejercicio regular y sostenido en el tiempo puede llevar a una liberación constante de endorfinas, lo que contribuye a una reducción del estrés, una mejora del estado de ánimo y un aumento de la capacidad para manejar el dolor. Además, las endorfinas también juegan un papel en la regulación del sistema inmunológico y pueden ayudar a combatir la inflamación.
Oxitocina
Una hormona del amor en el cerebro
Al hacer deporte también se libera el neurotransmisor oxitocina, cuya función principal radica en fortalecer las relaciones sociales. La oxitocina es conocida como la hormona del amor o del vínculo debido a su papel en la creación y mantenimiento de lazos afectivos y sociales.
Por ejemplo, al hacer contacto físico con una persona, como un compañero de entrenamiento, se facilita la liberación de oxitocina. Así, es común que al realizar actividad física con alguien se genere apego y un mayor sentido de compañerismo y confianza, ya que el cuerpo está liberando oxitocina. Fenómeno que puede fortalecer las relaciones personales y mejorar la cohesión de equipos, tanto en contextos deportivos como en actividades recreativas.
Educar al cuerpo: Un paso a la vez
Para que la rutina de ejercicios o deportes pueda disfrutarse y sostenerse en el tiempo, hay ciertas recomendaciones que ayudan. Por ejemplo, establecer metas u objetivos inteligentes que sean mensurables y alcanzables en el tiempo. Esto es especialmente cierto en el caso de que se quieran articular dos actividades demandantes, como el deporte y el rendimiento académico.
Por otro lado, también puede ser positivo hacer ejercicio acompañado de un amigo y realizarlo en tandas cortas, ya que quizás resulta ser más entretenido. Mismamente, si la persona no llega a realizar una caminata de 30 minutos, es muy positivo para el cuerpo realizar varias caminatas de 10 minutos.
Lo importante es no rendirse y sostener la actividad a pesar de las adversidades. Ahora, es de suma relevancia no tomarse el ejercicio como una tarea más a realizar, sino como un momento agradable. Por ello, lo recomendable es buscar un deporte o actividad que se disfrute. Esto ayudará al bienestar físico, pero además será un gran apoyo para reducir el estrés de la vida cotidiana. Un aspecto más que nos recuerda la innegable unión entre deporte y cerebro.