Desde épocas remotas, el doping ha estado presente en las prácticas deportivas con miras a potenciar el rendimiento de los competidores. Sin embargo, el dopaje como una experiencia engañosa de las verdaderas habilidades de los deportistas, ha resultado ser una indiscutible amenaza del rendimiento en términos reales. Dejando a la salud relegada a un segundo plano. A pesar de ello, este tipo de acciones han ido en aumento. Veamos más detalles sobre el doping deportivo o el dopaje en la siguiente nota.
¿Qué es el doping deportivo?
Es un tópico complejo y multifacético, de interés mediático, internacional y multidisciplinario, que actúa como un flagelo que afecta el deporte a nivel mundial, deshumanizando al deportista y quebrantando el respeto al deportista limpio (Bueno-Figueredo et al., 2021).
Implica un consumo o administración de sustancias ajenas al organismo y de sustancias fisiológicas por parte de una persona sana, con el fin de aumentar el rendimiento de manera artificial en una competición. Incluye, igualmente, el uso de métodos que puedan resultar perjudiciales para la salud de los deportistas (Dauval Borges et al., 2019).
¿Cuál es su evolución histórica?
Antiguas civilizaciones como China, Egipto, La India, Grecia y Roma, incluían a la actividad física dentro de su educación, destacándose este hecho en las clases altas. Estos lugares se preparaban para la guerra a través de la modalidad de combate físico sin la utilización de armas, por lo que debían estar preparadas con excelentes condiciones a nivel técnico y físico.
Cuando lo natural era protagonista
Al mismo tiempo, los descubrimientos científicos posibilitaron la utilización de hierbas, flores, frutos y hongos, no solo para curar enfermedades, sino para modificar las conductas de los seres humanos vinculadas con la fuerza y la resistencia. En este sentido, tanto cazadores como guerreros y atletas, comenzaron a ingerir infusiones con miras a potenciar su rendimiento físico.
A partir de los Juegos Olímpicos de la época antigua, desde el Imperio Romano se recurrió a la utilización de termas o gimnasia y a la ingesta de drogas tonificantes para aumentar el rendimiento en los distintos combates, así como dopar a los contrincantes para salir victoriosos. Avanzando en la historia, con la Revolución Industrial del siglo XIX, las prácticas deportivas pasaron a ocupar un lugar muy importante en la forma de vida de las personas, dado que muchas pasaron a vivir de ello.
¿Cuándo comenzaron los controles?
En 1968, durante la realización de los Juegos Olímpicos de México y de los Juegos Olímpicos de Invierno de Grenoble, por primera vez se inician los controles de sustancias. No es menor destacar que a partir de 1980, comienzan a presentarse descalificaciones de deportistas por consumo, destacándose específicamente los deportes que utilizan la fuerza física como los de mayor ingesta.
Durante el siglo XX, los avances de la tecnología y los nuevos descubrimientos de la medicina y farmacología, conectados con la presión de los deportistas de élite por obtener el mayor rendimiento y ser exitosos, llevaron a que el consumo se acentuara aún más provocando muchas muertes. Pues, lejos de demostrar un rendimiento real obtenido por la disciplina y el entrenamiento, se deja entrever que los resultados obtenidos sin esfuerzo son meramente artificiales (Dauval Borges et al., 2023).
¿Y el consumo?
En las últimas décadas, las presiones y exigencias sociales sobre el estereotipo del cuerpo ideal han provocado que los jóvenes, para tener un cuerpo musculoso y esculpido, recurran a la ingesta de sustancias como forma rápida de obtener estos resultados. Realidad que se visualiza de modo frecuente en los gimnasios, con miras a mejorar el aspecto físico y la fuerza, en lugar de concurrir por un tema de salud (Dauval Borges et al., 2019).
La motivación como aspecto influyente
Este consumo parece aumentar paulatinamente en el género masculino. Al mismo tiempo que la falta de motivación intrínseca resulta ser un condicionante para el mismo (Fuentes-Barría et al., 2023).
De igual manera, diversas investigaciones han revelado que las actitudes y creencias de los deportistas sobre las sustancias prohibidas y el dopaje en sí mismo, se encuentran entrelazadas con las intenciones de realizarlo. A la vez que actúan como buenos predictores de dicha conducta (Suárez et al., 2022).
Causas del dopaje y características de los deportistas
Entre las causas del dopaje más comunes pueden encontrarse la presión, lesiones y el desconocimiento de las prohibiciones. De igual forma, dichas causas se relacionan con las características principales de los deportistas que recurren a este tipo de prácticas.
Entre ellas, algunas vinculadas con insatisfacción, ansiedad, dependencia a medicamentos, escasa autoconfianza, mentalidad inmadura, bajo nivel de estudios y mala higiene. Sumadas a una entrega garrafal al deporte, con poca colaboración médica y científica, con carencia de educación para tolerar el fracaso y muy influenciable (Bueno-Figueredo et al., 2021).
Principales sustancias consumidas
Pueden mencionarse las anfetaminas, esteroides anabólicos, diuréticos, y eritropoyetina vendidas en el mercado como medicamentos (Dauval Borges et al., 2023).
Las anfetaminas: Un capítulo aparte del doping
Estimulantes poderosos del Sistema Nervioso Central y derivadas de la efedrina, en 1930, fueron utilizadas durante la Segunda Guerra Mundial por militares para mantenerse despiertos. Actualmente, son consumidas por estudiantes para no dormirse en épocas de exámenes, aumentar el tiempo de estudio y la concentración.
Por otra parte, los deportistas las ingieren para sentir menos dolor aunque los efectos colaterales resultan ser desfavorables para la salud, pudiendo mencionarse:
- Alteración de la termorregulación
- Aumento del gasto cardíaco
- Hipertensión, taquicardia, arritmia
- Vasoconstricción cutánea
- Dilatación de las pupilas
- Fallos en la respiración
- Inhibición del tracto alimentario
- Hepatopatías
- Alternaciones renales
- Dependencia física
- Estimulación nerviosa, mayor agresividad y temblores
- Ansiedad, trastornos psiquiátricos y crisis convulsivas
Y otro capítulo para los esteroides anabólicos
Derivados de la testosterona como hormona masculina, también desarrollados durante 1930 como las anfetaminas, con la finalidad de ser empleados a nivel terapéutico. En contraposición, se fueron utilizando de manera inapropiada en el ámbito militar, en el fisicoculturismo y en el ámbito deportivo en detrimento de la salud.
Su consumo puede obstruir la función hormonal normal causando efectos colaterales, tales como:
- Enfermedades hepáticas
- Riesgo de enfermedades cardiovasculares
- Riesgo de contraer enfermedades como el VIH y hepatitis
- Tensión arterial elevada
- Dependencia psicológica
- Impotencia y esterilidad
- Disfunción renal y hepática
- Agresividad y cambios de humor
- Trastornos de la líbido
- Virilización de la mujer o progreso de rasgos masculinos (Dauval Borges et al., 2023).
Y es que, estos efectos colaterales pueden clasificarse en efectos reversibles e irreversibles. Dentro de los primeros cabe mencionar la disminución en la producción de espermatozoides y la retracción de los testículos, mientras que dentro de los segundos, puede señalarse la calvicie y el desarrollo de senos en los hombres (Dauval Borges et al., 2019).
Conclusión
Para promover prácticas deportivas sanas y desde una perspectiva de juego limpio, resulta indiscutible la necesidad de realizar un abordaje de la cuestión desde una lucha activa contra del dopaje como práctica fraudulenta. Así como desde un enfoque preventivo de la temática. Comprender que se trata de un tópico complejo atravesado por múltiples aristas posibilitará abordar integralmente al deportista.
Referencias bibliográficas
- Bueno-Figueredo, L., Figueredo-Trimiño, N., Ramos-Figueredo, C. y Figueredo-Trimiño, N. (2021). El doping un flagelo que afecta el deporte mundial. The doping an I lash that it affects the world sport. Ciencia y Deporte, 6(2), 138-156. https://doi.org/10.34982/2223.1773.2021.V6.No2.010
- Dauval Borges, C. J., Abreus Mora, J. L., González Curbelo, V. B. y Menéndez Díaz, J. L., (2023). Doping, deporte y sociedad. Revista Universidad y Sociedad, 15(1), 240-250. https://rus.ucf.edu.cu/index.php/rus/article/view/3536
- Dauval Borges, C. J., Menéndez Díaz, J. L. y Torres Caldas, A. (2019). Diagnóstico del conocimiento sobre doping en responsables y beneficiarios de gimnasios comunitarios del municipio Cienfuegos. Revista Universidad y Sociedad, 11(3), 154-158. https://rus.ucf.edu.cu/index.php/rus/article/view/1237
- Fuentes-Barría, H., Garrido-Osorio, V. y Aguilera-Eguía, R. (2023). Sustancias dopantes y su prevalencia en el deporte chileno un estudio observacional. Doping substances and their prevalence in the chilean sport an observational study. Retos, 49, 652-656. https://doi.org/10.47197/retos.v49.99005
- Suárez, S., Cañizares, M. y Carvajal, W. (2022). Actitudes y creencias de deportistas cubanos de alto rendimiento sobre el dopaje. Cuadernos de Psicología del Deporte, 22(2), 136-155. https://doi.org/10.6018/cpd.485361