La reconocida actriz Drew Barrymore confesó días atrás los problemas de alcoholismo que ha enfrentado y cómo esta situación afectó su vida.
Si bien comenzó desde muy joven a ingerir sustancias, la ruptura con su pareja en 2016 fue determinante. La afección fue tal, que llegó al punto en que su terapeuta dejó de atenderla.
Según comentó a la revista People, fue una época terriblemente difícil y comenzó a beber para adormecer el dolor y sentirse más tranquila.
Sin embargo, a pesar de su adicción al alcohol, su amiga, la también actriz Cameron Díaz, fue una de las que la apoyó para salir adelante y confió en ella:
Sabía que si todos nos quedábamos con ella y le dábamos el apoyo que necesitaba, encontraría su camino. Tengo una fe absoluta en ella. Ni siquiera puedes comprender lo duro que fue ser ella de niña, y luego salió disparada por el otro extremo con la capacidad de salvarse a sí misma.
Una vida dedicada a la actuación
La actriz se hizo conocida cuando era apenas una niña, gracias a su rol en la película E.T., el extraterrestre, en el año 1982.
Luego, su carrera siguió avanzando y actuó en películas como Scream, en 1996; The Wedding Singer, hacia 1998; Never Been Kissed, en 1999; el recordado film Charlie’s Angels, ya en el 2000, y Donnie Darko, en 2001.
Sin dudas, el hecho de comenzar una carrera desde muy pequeña hizo que Barrymore se convirtiera en una de las actrices de Hollywood más reconocidas mundialmente, ganando varios premios por sus interpretaciones. En su trayectoria, también se destacó en comedias románticas como The Wedding Singer y Lucky You.
Alcoholismo: Algunas señales de alarma
Las personas que experimentan este trastorno de consumo de alcohol en exceso, pueden manifestar diferentes síntomas como la incapacidad de medir o limitar la cantidad de bebida alcohólica que se consume; intentar dejar la bebida sin tener éxito e incluso dedicar mucho tiempo a pensar cómo conseguir más alcohol.
Asimismo, esta compleja situación afecta el desempeño cotidiano dado que progresivamente la persona puede ser incapaz de cumplir con sus obligaciones diarias.
De forma que comienza a limitar su vida social y otras actividades de tiempo libre solo para beber.
El consumo excesivo termina por poner a la persona en situaciones riesgosas para ella y para los demás.
También empiezan a experimentar problemas físicos, como consecuencia del abuso de la bebida alcohólica.
Además, con el tiempo se desarrolla una tolerancia al alcohol, por lo que se necesita tomar más para sentir el efecto.
Alcohol y cerebro: ¿Cómo afecta?
Según destacan los especialistas, existen diversas causas que influyen en el consumo de alcohol y cómo afecta a la persona.
De este modo, los factores genéticos, psicológicos, sociales y ambientales cobran importancia al punto en que pueden influir sobre la manera en que el alcohol daña al organismo y conducta.
Actualmente, existen diversas teorías que sugieren que el alcohol influye de manera diferente en las personas. El consumo de bebidas alcohólicas en ciertas circunstancias tendría un impacto diferente y más fuerte, que puede causar trastornos graves que afecten la vida del individuo.
Efectos secundarios pasados por alto
En relación al cerebro, tomar demasiado alcohol durante mucho tiempo, puede cambiar el funcionamiento normal de algunas áreas de este. Especialmente, aquellas asociadas con la experiencia de placer, razonamiento y capacidad de controlar la conducta.
Esta alteración podría ocasionar un fuerte deseo de tomar alcohol para intentar recuperar los sentimientos positivos o disminuir los negativos. Y es que, es muy común que al principio, algunas personas experimenten una sensación de incremento de energía cuando consumen alcohol en exceso.
Sin embargo, a medida que continúa bebiendo empiezan a aparecer los problemas, siendo las principales consecuencias la somnolencia y pérdida del control de las acciones, entre otras.
Alcoholismo y depresión: ¿Se relacionan?
La adicción es algo que nunca desaparece y siempre tienes que mantenerla bajo control, afirmó Barrymore.
Según Augusto Zafra, director de IVANE, clínica de desintoxicación situada en el Hospital Vithas Nisa Aguas Vivas, las personas que sufren alcoholismo pueden presentar cuadros depresivos de intensidad a lo largo de su trastorno.
En muchas ocasiones, el estado depresivo lleva a la persona a beber en exceso y entra, así, en un círculo vicioso del que le es muy difícil salir sin ayuda.
En relación a esto, destaca que cuando la enfermedad mental antecede a los problemas de alcohol, se establece un vínculo en el que la persona que tiene algún cuadro depresivo busca en el alcohol un alivio de los síntomas.
El alcohol es un relajante e inhibidor que puede permitir a la persona desconectarse temporalmente de sensaciones de dolor y pensamientos negativos que en las personas con depresión se mantienen activos todo el día, asegura el director de IVANE.
También cabe destacar que el alcohol es, en sí mismo, un potente depresor, por lo que lo más habitual es que el estado depresivo empeore y se profundice rápidamente.
La recuperación: Un arduo camino
Cuando estás en la recuperación de las drogas y el alcohol, te sientes como si estuvieras en un mar profundo y oscuro, sin saber si alguna vez vas a volver a salir a la superficie. Pero hay una luz al final del túnel y puedes llegar a ella si tienes la fuerza para seguir adelante.
Además, según afirma, la recuperación no es solo dejar de consumir drogas o alcohol. Se trata de cambiar toda tu vida y tu forma de pensar.
Quedándonos con una de las frases de Drew, la adicción es una enfermedad, no una debilidad moral. Si buscas ayuda, puedes superarla.