En esta ocasión hablaremos de un curioso efecto que alude al nombre de Lucifer. Quizás, su mero nombramiento podría causar cierto temor al escucharlo debido, como sabemos, al contexto cultural y religioso. Y no solo por el contexto de la palabra, sino porque caracteriza aquellos actos que simulan ser bondadosos pero que en realidad no lo son. Algo que puede afectar al desarrollo de un individuo de una manera inadecuada, ya sea en el ámbito humano, familiar o social. Antes que nada, debemos mencionar la dificultad de determinar el sentido de bondad y maldad debido a la concepción tan diversa que se tiene en algunas culturas, la sociedad misma o la filosofía, por ejemplo. Veamos un poco más acerca de como se relaciona el efecto Lucifer y la maldad humana.
¿De dónde proviene el nombre del efecto Lucifer?
La historia cultural y religiosa esboza la figura del ser mitológico Luzbel, Satanás o Lucifer, entre otros muchos nombres que se le da. Pues, dentro del contexto de la humanidad, se sabe que: Dios todopoderoso creó a un ángel que fue el más hermoso, tanto en belleza como en sapiencia. Un día, trato de desafiar a Dios con su sabiduría queriendo tener el poder del reino de los cielos. A lo que Dios lo desterró del premio eterno de estar a su lado (Blaschke, 2007).
Esto último, eliminó su condición divina, y comenzó a generar un odio muy grande hacia su creador. Por ello, la cultura y religión señalan que mucha de la maldad vista en la sociedad es nada más ni menos que el efecto o causa del diablo. Así como las enfermedades, hambruna o corrupción entre otros.
Zimbardo y el efecto Lucifer
Según el psicólogo e investigador Philip Zimbardo este fenómeno se define como:
Un efecto que consiste en obrar deliberadamente de una forma que dañe, maltrate, humille, deshumanice o destruya a personas inocentes; en hacer uso de la propia autoridad y del poder sistémico para alentar o permitir, que otros obren así en nombre propio.
Así, Zimbardo y colaboradores (2022) señalan que es ante las experiencias y eventos donde se determina la pauta de la injusticia, inequidad o abuso (físico y mental). Pues, es en estas situaciones pueden hacer que se desarrolle una alteración perceptual del entorno, favoreciendo que florezcan emociones como el odio, resentimiento o ira. Aspecto que reflejó su experimento realizado en la cárcel de Stanford. Sin embargo, los factores biológicos han determinado que aquello a lo que denominamos maldad puede deberse también a la desregularización en áreas cerebrales y neuronales, dentro del sistema nervioso central.
Una investigación a temprana edad
Bedford y colaboradores (2015) realizaron un estudio de sensibilidad emocional a 213 bebés de 5 semanas mediante un objeto con rostro humano y otro inanimado. El objetivo era determinar qué objeto les atraía más partiendo de la sensibilidad de los niños. Sorprendentemente, algunos de los infantes prefirieron el objeto inanimado antes que el rostro humano.
¿Qué ocurrió?
Pasado un tiempo de 2 años y medio, se volvió a llevar a cabo la prueba para encontrar y comparar resultados. Encontraron que este fue el mismo al de las primeras 5 semanas.
Acto y seguido, los evaluadores pidieron a los padres contestar la escala de psicopatía infanto-juvenil que reportó cómo en algunos niños existían índices y rasgos de frialdad e insensibilidad. Se estimó que el 50 % de los niños llegaban a desarrollar tales características por un origen de índole genético.
Sin embargo, también hay que considerar que la conducta que se desarrolla en un ambiente como es el hogar, escuela o entorno social, dependerá de los valores y educación emocional que los menores reciban (Blair, 1995).
¿Cuáles son las características del efecto luciferino?
Explorar estas características es esencial para comprender cómo y por qué las personas pueden comprometer sus valores morales en ciertas situaciones, lo que puede tener implicaciones significativas en diversos contextos sociales y organizacionales.
- Crueldad: Se concibe una realidad en la que se desenvuelve una consciencia representada en la culpa y basada en la venganza y repulsión hacia el resto (Nietzsche, 2011).
- Insumisión: Un fenómeno de gran significación humana que atiende a la desobediencia civil. Asimismo, es un mecanismo de defensa para no responder al dolor y enojo de seguir ordenes (Zahrt y Melzer, 2011).
- Narcisismo: Se manifiesta decepción y molestia cuando las acciones de las personas no resultan ser como se esperarían. Del mismo modo, se suele experimentar culpabilidad cuando los demás no devuelven favores o no se es el centro de atención (Litin, 2018).
- Manipulación: Una de las características psicológicas que se basa en hechos sujetos a interpretaciones. Así, se emplean aquellos que están a favor de otra persona para sacarlos de contexto, omitirlos tomando el control del comportamiento de uno o más individuos o eliminando el juicio crítico de la persona (Rudinow, 1978). Esto podría ser el caso de lo que ocurre en algunas sectas.
- Astucia: Se logra engañar y evitar un engaño. Generalmente, se suele direccionar la inteligencia actuando de forma acertada, desarrollando fenómenos que puedan afectar la propia imagen (Herzog, 2008).
¿Se puede revertir el efecto Lucifer?
Dar un retroceso al efecto Lucifer implica etapas importantes durante el desarrollo de vida, principalmente durante la infancia y adolescencia. Pues es en tales periodos donde se brinda al individuo una percepción del entorno, de sus emociones y el valor para conseguir las cosas. Así, es clave la presencia de un apoyo emocional donde se puedan expresar los pensamientos y hablar sobre las emociones que se generan mediante el desarrollo de la escucha y atención.
Sin embargo, cuando existen predisponentes genéticos, características como la manipulación, crueldad y narcisismo habrán de ser trabajadas de manera sistémica entre el psiquiatra, psicólogo y padres de familia. El objetivo entonces, será el aprendizaje y contención de tendencias sin que ello llegue a fracturar la susceptibilidad y pueda evolucionar a otros cuadros. Si quieres aprender sobre la toma de decisiones en terapia, te recomendamos nuestro curso en ética y psicología.
Conclusión
Muchas de las características de la llamada maldad surgen desde la infancia. Siendo crucial, para entenderlas, una concepción biopsicosocial. Y es que, al fin y al cabo, la conducta está determinada por un complejo entramado de factores que influyen en la filosofía moral, la lógica y propia normativa. El llamado efecto Lucifer no son más que características en determinadas áreas de la persona que, dependiendo del caso, pueden considerarse parámetros psicopatológicos.
Referencias bibliográficas
- Bedford, R., Pickles, A., Sharp, H., Wright, N. y Hill, J. (2015). Reduced Face Preference in Infancy: A Developmental Precursor to Callous-Unemotional Traits?. Biological psychiatry, 78(2), 144-150. Doi: 10.1016/j.biopsych.2014.09.022
- Blair, R. J. R. (1995). A cognitive developmental approach to morality: Investigating the psychopath. Cognition, 57(1), 1-29. Doi: 10.1016 / 0010-0277 (95) 00676-p
- Blaschke, J. (2007). La historia secreta de Satán: Lucifer, la cara oculta de Dios. Ediciones Robinbook.
- Herzog, D. (2008). Cunning. Princeton University Press.
- Litin, S. C. (2018). Mayo Clinic family health book. Mayo Clinic.
- Migotti, M. (2021). All Creatures Great and Small: Schopenhauer on the Value of Life, the Nature of Justice, and the Prevention of Cruelty to Animals 1. En Schopenhauer’s Moral Philosophy (pp. 123-140). Routledge.
- Muñoz Morán, Ó. (2011). El diablo y la enfermedad: Precisiones en cuanto al concepto de susto/espanto entre los indígenas de Michoacán. Nuevo Mundo.
- Nietzsche, F. (2011). Genealogía de la moral. Alianza Editorial.
- Rudinow, J. (1978). Manipulation. Ethics, 88(4), 338-347. Doi: 10.1086/292086
- Zahrt, D. M. y Melzer-Lange, M. D. (2011). Aggressive behavior in children and adolescents. Pediatrics in Review-Elk Grove, 32(8), 325. Doi: 10.1542 / pir.32-8-325
- Zimbardo, M., Nocilla, A. y Coop, M. R. (2022). Influence of Destructuration on the Compression Behaviour of a Weak Rock. Geosciences, 12(6), 249. Doi: 10.3390/geosciences12060249
- Zimbardo, P. (2008). El efecto Lucifer: El porqué de la maldad (Vol. 124). Grupo Planeta.
Dr. Gustavo esperando tenga un buen día menciono lo ameno que es su articulo al igual que se me hizo muy enriquecedor ya que anteriormente pensaba que la maldad era meramente biológico como son los casos de ciertas patologías pero en el análisis del efecto lucifer podemos ver como las circunstancias a ciertas situaciones o el mal manejo de poder puede ocasionar problemas de conducta si no sabemos como manejar dichas situaciones.
Me pareció una lectura muy completa y sobre todo interesante ya que resalta lo mas importante y explica muy bien como es que todo influye en el comportamiento de las personas, ya sea la conducta que se desarrolla en un ambiente como es el hogar, escuela o entorno social. También a lo que agregaría seria que la maldad
consiste en obrar deliberadamente de una forma que dañe, maltrate, humille, deshumanice o
destruya a personas inocentes, o en hacer uso de la propia autoridad y del poder sistémico para
alentar o permitir que otros obren así en nuestro nombre.
Buenas noches Dr. Gustavo Daniel Martínez.
al leer su articulo sobre “el efecto lucifer y la maldad humana” se podría llegar a la conclusión que el efecto lucifer muestra como las personas pueden adoptar comportamientos maliciosos bajo ciertas circunstancias, desafiando la idea de que la maldad es una característica innata, a través de estudios se ha demostrado que el contexto y el entorno tienen un impacto muy significativo en la manifestación de la maldad. Por lo tanto comprender las características del efecto lucifer y las formas de intervenir puede ayudar a mitigar sus efectos y promover un comportamiento más ético y humano, la maldad, es el resultado de un complejo entramado de factores biológicos, psicológicos y sociales, y su comprensión requiere de una perspectiva biopsicosocial completa.
Que tal Doctor antes que nada le envío un cordial saludo, el motivo de este comentario es que estoy muy de acuerdo con lo abordar en este artículo me parece muy interesante y concuerdo con usted ya que estuve también investigando en más artículos y en todos concuerdan en que las personas tendemos a tener momentos de maldad aveces más que otros incluso cuando hay terceras personas involucradas con nosotros. Además que cuando uno tiene más poder que otras personas solemos ser personas que humillan y tratan mal a las personas. De antemano sería todo y lo felicito por su artículo es muy interesante.