Para todos los animales, incluidos los humanos, la percepción del movimiento es de vital importancia. Son muchas, y a veces contradictorias entre sí, las teorías psicológicas que intentan dar cuenta del funcionamiento de la percepción. Y, algo que se saca en claro es que nuestro ojo es más fácil de engañar de lo que creemos. El fenómeno Phi llega de la mano de Max Wertheimer (1880-1943), uno de los fundadores de la Gestalt, que es quizás una de las corrientes psicológicas más conocidas y aglutinadora de varios estantes en las bibliotecas estudiantiles. Resumidamente, y para decirlo de una manera sencilla, la idea central de la Gestalt es que el todo es más que la suma de las partes. Es decir, que al percibir un estímulo este se percibe en su totalidad, sin descomponerlo en sus mínimas partes. Ahora, hay muchas cuestiones con respecto a la agrupación perceptiva y las organizaciones de figuras aún no resueltas. Indaguemos en ello.
¿Qué es realmente el fenómeno Phi?
El concepto más comúnmente utilizado que podría dar una primera aproximación a este fenómeno es el de “ilusión óptica”. Es a través de este mecanismo que, donde hay imágenes estáticas se ve movimiento.
Hay muchos casos en los que se presenta movimiento ilusorio. El ejemplo más citado es el del cine, pero parece verse más claro aún en el arte del dibujo.
Si no, pensemos en las cientos de las distintas escenas recreadas con una simple seguidilla de dibujos plasmados en el borde inferior derecho de una hoja.
Si en cada hoja el dibujo va realizando diferentes movimientos, al hojear rápidamente la libreta podremos ver en movimiento desde la llegada del hombre a la Luna hasta el gol de Messi en el Mundial de Qatar. Aquí lo que se puede observar, como decía Wertheimer es un “todo autóctono” (Müller, 2022).
Al mismo tiempo, el fenómeno phi es aquel por el cual nos confundimos y percibimos diferentes formas a partir de las imágenes ambiguas. Resultado de causas tanto ópticas como psicológicas.
El experimento inicial que demostró el fenómeno Phi
Wertheimer investigó el fenómeno phi y sus aspectos relacionados durante unos 23 años (1910-1933) y fue en 1912 cuando describió esta ilusión formalmente gracias a un experimento.
Colocó una tira blanca sobre un fondo oscuro en cada una de las hendiduras de la rueda de un tacistoscopio. La velocidad de rotación se ajustó para variar el tiempo necesario para que la luz pasara de una hendidura a la siguiente (es decir, el intervalo entre las dos).
Por encima de un cierto valor umbral (aproximadamente 200 milisegundos), los participantes vieron las dos líneas en sucesión. Con intervalos mucho más cortos (30 ms), ambas líneas parecían parpadear simultáneamente.
En la etapa óptima (60 ms), los observadores percibieron un movimiento que no se podía distinguir del movimiento real. Cuando el intervalo disminuyó ligeramente por debajo de los 60 ms, tras exposiciones repetidas, los participantes percibieron el movimiento sin un objeto en movimiento, es decir, movimiento fenómeno puro o phi (Wagemans et al., 2012).
¿Qué determinó Wertheimer? Tras lo obtenido en el experimento planteó la hipótesis de que la ilusión de movimiento era en sí misma una experiencia primaria, un “todo” (Gestalt) que no podía experimentarse en partes.
¿Por qué ocurre el fenómeno Phi?
Después de 1923, Wertheimer pasa a considerar que los todos autóctonos son estructuras en las que se pueden demostrar la vigencia de factores, que no leyes. Aspectos que ya empezó a articular entre 1911 y 1914.
Según el autor, estos impregnan prácticamente todas las experiencias perceptivas porque determinan los objetos y partes que las personas perciben en el entorno. Y, asimismo, implican propiedades físicas y procesos neurológicos simultáneamente (especialmente aquellos procesos cerebrales de orden superior).
- Proximidad: Los elementos que se encuentran cercanos en tiempo y espacio tienden a percibirse como si estuvieran juntos.
- Similaridad: Los elementos que son parecidos suelen percibirse como parte de una misma estructura.
- Dirección: Las figuras se perciben de tal manera que nos hacen creer que fluyen.
- Disposición objetiva: Cuando se percibe cierto tipo de organización, se continúa percibiendo de esa manera aunque no estén presentes los mismos elementos del estímulo de la percepción original.
- Pregnancia: Las figuras se perciben del mejor modo posible, transmitiendo un equilibrio y estabilidad aún en casos en donde la figura no aparezca completa (Müller, 2022).
El caso neuropsicológico de Wertheimer
Ya por aquel entonces Wertheimer buscaba una comprensión neurobiológica de la percepción del movimiento, interesándose en las explicaciones fisiológicas y neuropatológicas de sus hallazgos experimentales.
De hecho, en 1911, describió a un paciente que padecía un deterioro de ambos lóbulos occipitales y, erróneamente percibía una sola luz en movimiento como una sucesión de diferentes luces estacionarias.
Sus observaciones lo llevaron a concluir que existían graves trastornos de la percepción Gestalt en dicho paciente, y esto abrió la puerta a una mejor comprensión de ciertos tipos de problemas psicopatológicos.
Como dato, más adelante, esto fue bautizado por otro psicólogos relevantes como la “teoría del cortocircuito” de la corteza visual de Wertheimer (Sarris, 1989).
Una serie de debilidades
- Si bien estos factores mencionados son muy poderosos, Wertheimer demostró que en muchas situaciones se contradicen entre sí.
- Cuanto mayor sea el número de principios básicos, más débil será la teoría.
- Wertheimer enfatizó la confusión en las definiciones de nociones básicas (Guberman, 2017).
Conclusión
A pesar que las definiciones referentes a las nociones básicas de la psicología Gestalt han sido blanco de críticas (incluso de las mentes más grandes de la física y las matemáticas), la psicología Gestalt influyó en otras áreas de la psicología y ciencias humanitarias.
Lo cierto es que, aunque el desarrollo de la teoría de la Gestalt no ha seguido el camino proyectado por Wertheimer, está arraigado a sus pensamientos y espíritu, pues este autor planteó por primera vez el problema de la agrupación perceptiva junto con las debilidades y factores básicos de la percepción visual.
No cabe duda de algo, además de que el fenómeno Phi suponga la base de nuestra experiencia de movimiento en el cine y la televisión, hoy en día, las implicaciones de su experimentación y teorización biopsicológica siguen siendo de gran interés para la investigación psicológica.
Referencias bibliográficas
- Guberman, S. (2017). Gestalt Theory Rearranged: Back to Wertheimer. Frontiers in psychology, 8, 1782. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2017.01782
- Müller, M. (2022). Gestalt y deriva objetivista de la Psicología de la Forma, según Merleau- Ponty. Diaphonía, 8(3), 2446-7413. https://www.researchgate.net/publication/366120658_Gestalt_y_deriva_objetivista_de_la_Psicologia_de_la_Forma_segun_Merleau-_Ponty
- Sarris, V. (1989). Max Wertheimer on seen motion: theory and evidence. Psychological research, 51(2), 58-68. https://doi.org/10.1007/BF00309358
- Wagemans, J., Elder, J. H., Kubovy, M., Palmer, S. E., Peterson, M. A., Singh, M. y von der Heydt, R. (2012). A century of Gestalt psychology in visual perception: I. Perceptual grouping and figure-ground organization. Psychological bulletin, 138(6), 1172-1217. https://doi.org/10.1037/a0029333