La adicción, entendida como un desorden complejo que involucra aspectos biológicos, psicológicos y sociales, representa un desafío emocional que afecta a un espectro más amplio de individuos de lo que comúnmente se percibe. Más allá de la persona que lucha directamente contra la dependencia, los familiares y seres cercanos también experimentan una montaña rusa de emociones, enfrentándose a situaciones difíciles y tomando decisiones desgarradoras en el proceso. Este fenómeno no solo impacta al individuo adicto, sino que también influye profundamente en la dinámica familiar y en las relaciones interpersonales. ¿De qué manera la adicción afecta a aquellos que rodean al individuo que convive con ella?
¿Qué siente un familiar?
Con el objetivo de explorar los sentimientos de los miembros de la familia en relación con la adicción a las drogas, un estudio entrevistó 9 familias, de las cuales participaron 15 familiares en total. Las familias experimentaron emociones variadas, desde un impacto significativo en la vida cotidiana hasta un constante temor. Además, se observó que muchos recurrieron a la fe en busca de consuelo y apoyo, aunque la preocupación constante permaneció como un elemento omnipresente en sus vidas (Da Silva Rodrigues et al., 2018).
Algunos relatos
La relación con mi hermano siempre ha sido complicada, pero empeoró notablemente después de que comenzó a consumir drogas, sin duda. Las drogas han tenido un gran impacto en mi vida; todo podría ser diferente si no fuera por ellas. Mi hermano estaría más tranquilo y nuestra vida sería mejor (Hermana, 27 años).

Mi vida ha cambiado mucho debido a las drogas. Ya no soy una persona feliz; siempre estoy triste, indignada, en constante preocupación y sin paz. Tengo que vivir con la puerta de mi habitación cerrada con llave. De lo contrario, mi hijo menor me robaría todo. Siempre estoy preocupada en mi propia casa. Ya ha robado mis perfumes, ropa, utensilios de cocina, televisión, dinero y un móvil (Madre, 82 años).
Tuve traumas debido a las peleas. Hubo muchas entre mi hijo y mi sobrino. Mi sobrino solía beber mucho y consumir drogas, y luego se volvía muy violento (Tía, 72 años).
Adicción: Más allá de la palabra
La adicción se refiere al uso excesivo y prolongado de sustancias, legales o ilegales, que tienen efectos en las funciones psíquicas de una persona. Un uso excesivo que genera una tolerancia creciente, lo que significa que se necesitan dosis cada vez mayores para obtener los mismos efectos deseado.
Asimismo, el término adicción se utiliza para describir un conjunto de síntomas cognitivos, conductuales y psicológicos que indican que una persona tiene un control inadecuado sobre el uso de una sustancia o impulso, y continúa a pesar de las consecuencias adversas. Por su parte, las adicciones pueden estar relacionadas con sustancias químicas o comportamientos, como el sexo, juego, trabajo o hasta el uso excesivo de Internet (Roldán-Soler, 2022).
¿Que sucede con la dinámica familiar?
La adicción no solo afecta a la persona en cuestión, sino a todo el entorno familiar. Es así que, las familias manifiestan una amplia gama de emociones y desafíos que genera, entre otras cosas, sentimientos de abandono, ansiedad, miedo, ira, preocupación, vergüenza e incluso culpa. Tal es el caso, que en muchas ocasiones, los sentimientos son tan abrumadores que algunos familiares pueden contemplar la posibilidad de romper lazos con la persona que tiene una adicción o, incluso, buscar protección legal.
Una explicación al malestar familiar
El malestar familiar puede explicarse en parte por las tensiones, la mala comunicación y las discusiones frecuentes que eleva el impacto del estrés y crean un ambiente negativo para todos los que viven bajo este contexto. Además, la inestabilidad laboral y el comportamiento errático de la persona con adicción puede causar daños adicionales a los cimientos familiares. Debido a dicha dinámica, los miembros de la familia circundantes pueden verse obligados a asumir más responsabilidades, lo que genera aún más tensión y una variedad de emociones negativas, como culpa, resentimiento, odio, ira e incluso miedo (Shamsaei et al., 2019).
Familiares de personas con adicción: ¿Qué rol cumplen?

El entorno familiar desempeña un papel complejo en el proceso de recuperación de una persona con adicción. Ya que los valores, sentimientos y emociones que experimenta la familia son parte de un sistema en constante evolución y adaptación, influenciado por las presiones del entorno en el que se desenvuelven.
Pero… ¿De qué manera influye?
La familia puede ser una herramienta valiosa para romper la negación de la persona con adicción y facilitar el inicio del proceso de recuperación. Sin embargo, es importante destacar que, en algunas ocasiones, el contexto también puede convertirse en un factor que lleva al sujeto a abandonar el tratamiento o hasta puede provocar recaídas.
En este sentido, los familiares desempeñan un papel clave en todo el proceso, desde la detección y aceptación de la adicción hasta la orientación, canalización, tratamiento y apoyo continuo para sobrellevar los sintomas de abstinencia o llamado craving. Pues, al estar en una posición cercana y tener un vínculo emocional directo con el individuo afectado, son una parte integral en el proceso de recuperación.
Y es que, la integración activa de la familia en el proceso de recuperación es esencial. Pues son ellos quienes, en muchas ocasiones, buscan estrategias preventivas para evitar que la persona abandone el tratamiento y, al mismo tiempo, desarrollan un profundo entendimiento de la problemática de las drogas (Cedeño y Arteaga, 2020).
Estrés emocional
El impacto emocional en los familiares puede suponer una carga emocional que los sumerge en un estado de sufrimiento constante. El futuro se vuelve incierto e impredecible, y el temor de que su ser querido, afectado por los trastornos por el uso de sustancias, pueda causarles daño, poner en peligro a otros miembros familiares o llevarlos a una situación de ruina económica, es una continua preocupación.
Además, es común que los miembros de la familia experimenten una profunda sensación de responsabilidad personal por la adicción de su ser querido. Así, pueden llegar a creer que si hubieran tomado decisiones diferentes, podrían haber evitado que la situación empeorara. Sentimientos de culpa que se convierten en una carga adicional que agrava la angustia emocional experimentada (Colli y Rodas, 2019).
Abordaje familiar en la adicción: ¿Por qué es necesario?

Evaluando la calidad de vida y los síntomas de depresión en cuidadores y pacientes con adicción a las drogas se observa una fuerte relación entre la calidad de vida y los síntomas depresivos en ambos grupos. Al parecer, las personas cuidadoras experimentan una peor calidad de vida en comparación con las personas con adicción. Algo especialmente significativo en áreas como el funcionamiento físico, el dolor y la vitalidad; destacando la influencia crítica de la adicción en la percepción de calidad de vida de cuidadores.
¿A qué se debe?
Como hemos comentado anteriormente, la dependencia de drogas perturba la dinámica familiar, generando una serie de emociones y problemas interpersonales, como ansiedad, culpa, frustración y depresión. Dicha situación puede llevar a una disminución en la calidad de vida, incluyendo pérdida de amistades y reducción de actividades sociales. Por ende, la estructura familiar se ve afectada y, comúnmente, un miembro asume el rol de cuidador, lo que puede predisponer a síntomas depresivos. Haciendo, así, el abordaje familiar algo indispensable (Marcon et al., 2012).
Conclusión
La literatura ha discutido ampliamente las consecuencias colectivas e individuales de la dependencia de drogas en la sociedad, y la familia es la primera en experimentar los impactos en su dinámica funcional y organizativa. Estos impactos se manifiestan afectando tanto a la familia como a la persona.
Las políticas actuales de atención a la dependencia de drogas subrayan la importancia de involucrar a la familia en el proceso de recuperación pero, en muchas ocasiones, los servicios se centran principalmente en el usuario, descuidando las necesidades de los cuidadores. Con esto, la falta de atención a la familia resalta la necesidad de abordar a ambas partes, mejorando la calidad de vida de todos los involucrados y reduciendo los daños causados por la adicción de drogas.
Referencias bibliográficas
- Colli, M. y Rodas, J. E. (2019). La familia de la persona que presenta Trastorno por Uso de Sustancias (TUS): Una descripción de sus patologías más importantes y una propuesta sistémica de abordaje psicoterapéutico. Avances en salud mental relacional, 18(3).
- Da Silva Rodrigues, T. F. C., De Cássia Nogueira Sanches, R., De Oliveira, M. L. F., De Pinho, L. B. y Radovanovic, C. A. T. (2018). Feelings of families regarding drug dependence: In the light of Comprehensive Sociology. Revista Brasileira De Enfermagem, 71(suppl 5), 2272-2279. https://doi.org/10.1590/0034-7167-2018-0150
- Marcon, S. R., Rubira, E. A., Espinosa, M. M. y Barbosa, D. A. (2012). Quality of life and depressive symptoms among caregivers and drug dependent people. Revista Latino-americana De Enfermagem, 20(1), 167-174. https://doi.org/10.1590/s0104-11692012000100022
- Roldán-Soler, Y., Falcón Fariñas, I. y Caballero Giraldo, O. (2022). Generalidades conceptuales sobre las adicciones y la prevención del consumo de drogas. Revista del Hospital Psiquiátrico de La Habana, 18(3), e121. Recuperado de https://revhph.sld.cu/index.php/hph/article/view/121
- Shamsaei, F., Baanavi, M., Hassanian, Z. M. y Cheraghi, F. (2019). The impact of addiction on family members mental health status. Current drug research reviews, 11(2), 129-134. https://doi.org/10.2174/2589977511666190319162901
- Velázquez Cedeño, J. F. y Cevallos Arteaga, C. A. (2020). Rol de la familia en el proceso de recuperación de las personas drogodependientes. Revista Cognosis, 5, 143-156. https://doi.org/10.33936/cognosis.v5i0.2291