La trepanación, también conocida como burr holes en inglés, es un método quirúrgico utilizado frecuentemente en afecciones neurológicas. Siendo uno de los métodos terapéuticos más antiguos que continúan en vigencia, la trepanación ha sido reportada como habitual incluso en la Era Neolítica. Así, con distintas justificaciones, las personas realizaban incisiones en los cráneos de otras buscando aliviar diferentes síntomas. Utilizada también en la Era Contemporánea, la trepanación mostró efectiva para tratar emergencias donde aumentaba la presión intracraneana. Sin embargo, algunos investigadores han comenzado a advertir acerca de los posibles efectos adversos de esta herramienta. ¿En qué consiste la trepanación? ¿Y el síndrome del trepanado?
A propósito de un caso
M. G. es un hombre de 55 años que sufrió una grave lesión cerebral tras un accidente automovilístico en enero de 2013. Las imágenes por resonancia magnética mostraron un hematoma subdural agudo, lo que llevó a una cirugía de craneotomía de emergencia.
Después de una recuperación inicial alentadora, su condición comenzó a deteriorarse repentinamente después de 2 meses, lo que se manifestó en síntomas neurológicos y cognitivos negativos. Además, se registró un defecto en el cuero cabelludo y la tomografía computarizada mostró signos de hidrocefalia.
Paralelamente, el estado neurológico y su lucidez mental empeoraron rápidamente. Además, también desarrolló un desplazamiento, retracción y hundimiento del cuero cabelludo fronto-temporo-parietal izquierdo, sobre el sitio de la craneotomía.
Concordante con lo anterior se le diagnosticó síndrome del trepanado y se planificó una craneoplastia temprana aunque el período de tiempo habitual recomendado antes de realizar una craneoplastia después de una lesión cerebral grave es de 6 meses. Posterior a la craneoplastia, M. G. se recuperó rápidamente (Jeyaraj, 2014).
¿De qué trata la trepanación?
La trepanación es un método quirúrgico que consiste en perforar el cráneo de una persona. Realizado por un médico neurocirujano, es utilizado con el fin de aliviar la presión intracraneana que puede resultar de acumulación de líquido, como la sangre. Debido a que la bóveda craneana es inflexible, se vuelve necesario para evitar mayores complicaciones como hernias consecuencia de traumatismos o accidentes cerebrovasculares.
Una larga historia
La trapanación data de miles de años, siendo hallados cráneos trepanados de diferentes eras en casi todos los continentes del mundo. Realizado principalmente en varones jóvenes con fines terapéuticos, la trepanación raramente se halló en mujeres o niños.
Estos procedimientos eran realizados sin anestesia y con herramientas rudimentarias, en un tiempo estimado de 10 a 15 minutos, probablemente destinado a la cura de cuadros como la epilepsia y afecciones mentales como la psicosis, popularmente asociada a la posesión demoníaca (Gargantilla, 2011).
El síndrome del trepanado: Un riesgo poco frecuente
El síndrome del trepanado es una complicación mayormente incomprendida de la craneotomía, un procedimiento donde se utiliza la técnica de la trepanación. Se caracteriza por un conjunto de síntomas neurológicos inexplicables que aparecen de forma tardía en personas que han atravesado cirugías craneales. Particularmente, los síntomas resuelven después de la reconstrucción craneal secundaria, conocida como craneoplastia.
Esta afección fue descrita por primera vez en 1939, por Grant y Norcross, como una agrupación de síntomas que incluyen fuertes dolores de cabeza, mareos, dolor o malestar en el sitio de la craneotomía y depresión. Desde entonces, basándose en la mayoría de los casos reportados, se ha identificado una constelación de síntomas que incluyen tres componentes principales:
- Déficits neurológicos a largo plazo que generalmente comienzan semanas o meses después de la craneotomía.
- Ocurrencia independiente de la ubicación de la lesión.
- Mejora clínica después de la craneoplastia (Ashayeri et al., 2016).
Algunas características clínicas comunes
Considerando la poca frecuencia de incidencia del síndrome, se han realizado investigaciones donde se evaluaron las características comunes de quienes habrían presentado síntomas. Así, la mayoría de las personas con síndrome del trepanado fueron hombres, de alrededor de 45 años con historial de traumatismos craneales. Por otro lado, en cuanto a los síntomas, fueron reportados mayormente entre los 5 a 10 meses posteriores a la craneotomía.
Entre aquellos más comunes se encontraron algunos relacionados con la debilidad muscular, déficits cognitivos, alteraciones del lenguaje, alteraciones del estado de la conciencia, convulsiones y dificultades psicosomáticas. En cuanto a los déficits cognitivos, los más comunes afectaron la función atencional, las funciones congitivas y la memoria (Mustroph et al., 2022).
¿Cómo se diagnostica?
Si bien los síntomas característicos pueden ser suficientes para obtener un diagnóstico, también pueden identificarse otros signos que coinciden con esta afección. Así, desviaciones de las estructuras mediales cerebrales, herniación, hundimiento del cuero cabelludo y profundización de los surcos cerebrales suelen estar asociados a la patología. En este sentido, suelen utilizarse técnicas de radiografía como la tomografía computada (computed tomography, CT, en inglés) y resonancia magnética (magnetic resonance imaging, MRI, en inglés) para evaluar dichos aspectos.
Por otro lado, niveles alterados de líquido cefalorraquídeo pueden ayudar a predecir la ocurrencia eventual del síndrome. Y es que, se han observado patrones de ocurrencia de síndrome del trepanado en personas que presentan menor volúmen de líquido cefalorraquídeo, específicamente en el tercer ventrículo cerebral (Vasung et al., 2016).
Tratamiento del síndrome del trepanado
El tratamiento estándar del síndrome del trepanado consisten en realizar una craneoplastia temprana. Así, cuando esta se realiza dentro de los tres meses posteriores a la craneotomía inicial, la condición neurológica y las funciones cognitivas de las personas muestran una mejora notable, inmediata y dramática. Mejoras que se manifiestan de forma significativa, especialmente en el comportamiento cognitivo y el déficit motor, característicos de dicha afección.
Además de la craneoplastia temprana, el manejo de síntomas y la rehabilitación neuropsicológica son componentes esenciales de un enfoque integral para abordar el síndrome. Con el tratamiento adecuado, las personas pueden experimentar mejoras significativas en su calidad de vida y bienestar general (Jeyaraj, 2014).
Conclusión
La trepanación, como método terapéutico, data desde hace miles de años. Sin embargo, en los hallazgos arqueológicos, se comprobó que las personas trepanadas raramente habrían muerto a raíz de ello. Cabe preguntarse acerca de la frecuencia del síndrome del trepanado en las distintas eras de la humanidad y continuar investigando sobre formas de prevenir esta afección.
Y es que, si bien constituye una complicación poco frecuente, dicha patología puede tener consecuencias devastadoras para el estado general de las personas y sus familias, especialmente por la manifestación gráfica de su presentación. Prevenir, abordar a tiempo y acompañar, resultan claves a considerar en el abordaje.
Referencias bibliográficas
- Ashayeri, K., Jackson, E. M., Huang, J., Brem, H. y Gordon, C. R. (2016). Syndrome of the Trephined. Neurosurgery, 79(4), 525-534. https://doi.org/10.1227/neu.0000000000001366
- Gargantilla, P. (2011). Breve historia de la medicina. Del Chamán a la Gripe A. Nowtilus.
- Jeyaraj, P. (2014). Importance of early cranioplasty in reversing the “Syndrome of the Trephine/Motor Trephine Syndrome/Sinking skin flap Syndrome”. Journal of Maxillofacial and Oral Surgery, 14(3), 666-673. https://doi.org/10.1007/s12663-014-0673-1
- Mustroph, C., Stewart, C. M., Mann, L. M., Saberian, S., Deibert, C. P. y Thompson, P. (2022). Systematic review of Syndrome of the Trephined and reconstructive implications. Journal of Craniofacial Surgery, 33(6), e647-e652. https://doi.org/10.1097/scs.0000000000008724
- Vasung, L., Hamard, M., Del Carmen Soto, M., Sommaruga, S., Sveikata, L., Leemann, B. y Vargas, M. I. (2016). Radiological signs of the syndrome of the Trephined. Neuroradiology, 58(6), 557-568. https://doi.org/10.1007/s00234-016-1651-8