El consumo de alcohol en jóvenes y adolescentes se usa como un facilitador social, ayudando a mejorar las relaciones. Esto lleva a dejar a un lado algunas consecuencias negativas que tiene la ingesta de este tipo de sustancias, entre las cuales puede estar el desarrollo cerebral y cognitivo. Por ello, es importante conocer diferentes estrategias para la prevención del consumo de alcohol en jóvenes y adolescentes. Veamos algunas a continuación.
¿La familia contribuye a la prevención del consumo de alcohol?
Los padres tienen un papel protagónico en el desarrollo de sus hijos durante las diferentes etapas, incluyendo la adolescencia. Por esta razón, ellos pueden dar y ayudar a desarrollar diferentes estrategias para la prevención del consumo de alcohol.
Una de las que se puede tener en cuenta es el aprendizaje por moldeamiento de la conducta.
¿Cómo se aplica esto? Como padres se debe dar ejemplo de las conductas adecuadas.
En el caso del consumo del alcohol, los progenitores deben tener un consumo responsable, controlado y razonado.
De igual manera, hay que impulsar desde la infancia actitudes y opiniones críticas frente a la presencia de bebidas alcohólicas en todas las actividades sociales. Y es que, aunque también hay que contar con que están presentes en algunas actividades, es crucial su consumo controlado y responsable.
¿Qué comportamientos debemos evitar?
Hay una multitud de estrategias que se pueden implementar dentro del hogar y que ayudan en la prevención del consumo de alcohol en adolescentes y jóvenes. Veamos un par de aquellas que ante todo hay que evitar.
Una se aplica especialmente en contextos latinoamericanos, y es la de enviar a los niños a comprar las bebidas alcohólicas en tiendas conocidas o cercanas al domicilio.
A pesar de no ser para ellos, se les puede dar a entender el fácil acceso que tienen a este tipo de sustancias. Así, pueden asociarlas con elementos que son de consumo diario y, por ende, esto disminuirá la conciencia de los riesgos (ICBF, 2020).
Otro de los comportamientos que debemos evitar, ya que puede promover el consumo de alcohol en adolescentes, es asociarlo como un mecanismo para evadir los problemas. Una conducta muy relacionada con expresiones de uso común como “ahogar las penas en alcohol”.
¿Por qué hay que tener en cuenta la comunicación para la prevención del consumo de alcohol?
Es importante incluir una comunicación asertiva cuando se habla sobre el consumo de alcohol. Dentro de la conversación se han de presentar las consecuencias y riesgos que tiene el consumo de dicha sustancia.
Y es que, es clave entender que una adecuada comunicación va a mejorar las relaciones sociales. En el caso de los padres con sus hijos, es un aspecto fundamental en la crianza y ayudará en la prevención del consumo de sustancias tóxicas.
Ahora, para que esta sea más productiva se deben tener en cuenta aspectos como:
- La comunicación debe ser abierta y asertiva.
- Es importante tener expresiones de afecto en la familia.
- Comprender las diferentes actitudes y rasgos de la personalidad tanto en padres como en hijos.
- Apoyo en las decisiones y opiniones de los hijos frente a diferentes situaciones
Con el uso de estas estrategias, los jóvenes y adolescentes se sentirán aceptados, valorados y seguros de sí mismos y de su ámbito familiar.
Así, los padres serán guía y apoyo para resolver problemas o dudas relacionados con el consumo de alcohol y las relaciones con los pares, volviéndose parte de su desarrollo social. De este modo, los progenitores pueden dar estrategias de socialización sana que ayudarán a que no se use el alcohol como un facilitador social y, así, prevenir el consumo.
¿Qué otras estrategias podemos implementar para la prevención del consumo de alcohol?
La enseñanza de valores positivos por parte de los padres y el ámbito escolar es una estrategia para prevenir el consumo de alcohol en adolescentes. Este este caso, se genera una conciencia en la que se han de comportar de acuerdo a los valores aprendidos.
Tal es así que los adolescentes asocian un comportamiento adecuado con algo positivo para su desarrollo y lo usan como herramienta de interiorizaciones de estándares adecuados de convivencia.
Esto favorecerá la construcción del autocontrol, necesaria para la adaptación social. Además de ayudarles a satisfacer las necesidades de autonomía, integración y experimentación sin tener conductas de riesgo.
También, se puede usar la escuela para padres, donde participan profesionales en educación, psicología y ciencias sociales.
El objetivo es otorgar herramientas para manejar diferentes situaciones que pueden presentar y prevenir situaciones de riesgo como el consumo de alcohol.
Así, se trabajan diferentes maneras de abordar o estimular naturalmente aspectos como las habilidades sociales, afrontamiento de problemas, control de conductas y autoestima.
Todo ello, sin duda, ayudará a que aprendan a desenvolverse en múltiples contextos sociales y personales. Siendo esta la base para que ellos mismo prevengan el consumo irresponsable de sustancias tóxicas.
Prevención del consumo de alcohol a nivel escolar
A nivel escolar, Martínez et al. (2010) concluyen la necesidad de desarrollar estrategias como el entrenamiento en habilidades para la vida. Entre las que se incluye la expresión de emociones, manejo del enojo, autocontrol, planeación a futuro y solución de problemas.
Sumado también a programas implementados en las escuelas relacionados con el abordaje de habilidades sociales y personales. Poniendo en la mesa y mejorando conocimientos sobre las creencias y normativas (Biolatto, 2018).
Conclusión
Como podemos ver existen diferentes estrategias, tanto para los padres como en las escuelas, para ayudar a promover la prevención del consumo de alcohol en adolescentes.
Hay que tener en cuenta que un adecuado ejemplo, que incluya la comunicación y un ambiente amigable para el desarrollo de los jóvenes ayudará a que tomen decisiones más responsables.
El hecho de enseñar y alimentar los valores, mejorar la autoestima y dar estrategias en las habilidades sociales será la mejor manera de prevenir el consumo. Lo que ayudará, a su vez, a que no se utilizado como un facilitador social.
A nivel público, implementar otras estrategias como el aumento de la edad legal para su consumo o el aumento del precio de este a través de los impuestos quizás sea beneficioso.
Referencias bibliográficas
- Álfaro Martínez, L. B., Sánchez Oviedo, M. E. y Andrade Palos, P., Pérez de la Barrera, C. y Montes de Oca, A. (2010). Habilidades para la vida, consumo de tabaco y alcohol en adolescentes, 35(1), 67-77. http://www.aesed.com/descargas/revistas/v35n1_5.pdf
- Biolatto, L. (2018). Estrategias con adolescentes para prevenir el consumo problemático de alcohol: modalidades y ámbitos de aplicación. Hacia la Promoción de la Salud, 23(2), 48-66. Doi: 10.17151/hpsal.2018.23.2.4
- Inglés, C. J., Delgado, B., Bautista, R., Torregrosa, M. S., Espada, J. P., García-Fernández, J. M., Hidalgo, M. D. y García-López, L. J. (2007). Factores psicosociales relacionados con el consumo de alcohol y tabaco en adolescentes españoles. International Journal of Clinical and Health Psychology, 7(2), 403-420. https://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=33717060010
- Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (6 de marzo del 2020). Consejos para prevenir el consumo de alcohol en niños y adolescentes. ICBF. https://www.icbf.gov.co/ser-papas/consejos-para-prevenir-el-consumo-de-alcohol-en-ninos-y-adolescentes
- Pons, J. y Buelga, S. (2011). Factores asociados al consumo juvenil de alcohol: Una revisión desde una perspectiva psicosocial y ecológica. Psychosocial Intervention, 20(1), 75-94. Doi: 10.5093/in2011v20n1a7
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