El fidget spinner, los cubos infinitos, las diferentes versiones de pop its, entre otros, son considerados como herramientas fidget. Estos, a pesar de que a simple vista parecen ser juguetes dirigidos a un público infantil, tienen una gran influencia en el mundo adulto. De esta forma, mediante los movimientos repetitivos aparentemente no dirigidos a fines, algunas personas encuentran una estrategia válida de autorregulación. Especialmente populares en la población con TDAH, TEA y otros cuadros, las herramientas fidget han sido estudiadas por un gran número de investigadores interesados en su propósito. ¿De qué trata el fidgeting? ¿Cuál es su propósito? ¿Existe evidencia científica que respalde sus beneficios o resulta iatrogénico?
Conductas fidgeting: ¿Una acción no orientada a fines?
Definir el fidgeting puede ser un desafío. En ocasiones, se define como una actuación en oposición a otros tipos de acción, como los hábitos. Los hábitos incluyen secuencias de acción productiva realizadas automáticamente, mientras que, al menos superficialmente, el fidgeting parece carecer de valor pragmático. Ejemplos de fidgeting excluyen, por lo tanto, conductas como cepillarse los dientes o pasear al perro siempre por una ruta específica, pero incluyen golpear la mesa con el dedo o dar vueltas al cabello.
Estos comportamientos pueden identificarse por su resultado principal. Así, el fidgeting puede describirse como una estimulación refleja causada por una persona hacia sí misma. Resulta importante destacar que la estimulación de este tipo suele ser repetitiva y en formato de patrón. Además, es tanto autoiniciada como autosostenida.
Asimismo, los sujetos pueden ser conscientes o no de que están realizando conductas de fidgeting. Aunque, por lo general, las personas no deciden conscientemente comenzar a iniciar estas conductas, estos actos pueden ser terminados, resistidos o permitidos intencionalmente (Perrykkad y Hohwy, 2020).
¿O una forma de regulación corporal?
En cuanto a las razones por las que las personas realizan conductas de fidgeting de forma constante, algunas teorías considera el fidgeting como un acto de autorregulación corporal. De este modo, se utilizaría el fidgeting para liberar energía almacenada en exceso.
En este sentido, se considera que el fidgeting es solo una de las muchas formas similares de gasto de energía no relacionadas con el ejercicio. Así, estos comportamientos se agruparían conjuntamente con acciones como permanecer de pie o caminar de forma moderada.
Por otro lado, en determinados contextos clínicos, el fidgeting puede desempeñar un papel importante en la regulación del funcionamiento corporal autónomo. Y es que, se ha observado que en personas con problemas en la regulación corporal del sistema nervioso autónomo, el fidgeting puede tener efectos terapéuticos. Esto se debe a que los movimientos repetitivos ayudan a regular la presión arterial (Perrykkad y Hohwy, 2020).
Otras hipótesis: La regulación cognitiva
Con lo anterior, algunos investigadores han explorado los beneficios del fidgeting como conductas de autorregulación cognitiva. En base a dichos postulados, la actividad repetitiva resultaría en mecanismos de gestión de la atención y las emociones. Efectos como la calma, reducción del estrés, de la ansiedad, han sido asociados a las correlaciones sensoriales de estos artefactos.
En este sentido, tales herramientas se conciben como útiles para promover un estado de atención plena en el hogar o en el trabajo. Así, mediante la estimulación sensorial, sobre todo con las manos, algunas personas obtienen beneficios relacionados a un incremento de la capacidad de atención y concentración. Lo que resulta especialmente significativo en personas con mayores dificultades en estas áreas, como sucede en el déficit atencional (Karlesky e Isbister, 2016).
Déficit atencional y fidgeting
Popularmente utilizados por las personas con TDAH, el fidgeting resulta una herramienta fundamental de autorregulación de la atención e hiperactividad. Aspecto relevante en contextos educativos.
Y es que, diversas investigaciones sugieren que los movimientos corporales sutiles durante las actividades de aprendizaje pueden mejorar la capacidad de concentración de un estudiante. Pues los fidgets son objetos táctiles pequeños que permiten a una persona mover su cuerpo mientras permanece sentada.
En contextos educativos tradicionales, el permanecer en un asiento designado sin moverse de forma abrupta constituye la norma. Debido a ello, algunas personas con rasgos de hiperactividad y déficits atencionales pueden mostrar dificultades de adaptación. Así, mediante estos dispositivos, se pueden encontrar formas de controlar los impulsos hiperactivos sin las consecuencias negativas asociadas a conductas disruptivas (Aspiranti y Hulac, 2021).
¿Una herramienta que mejora las habilidades motrices?
Además de los signos clásicos relacionados al TDAH, muchas personas también experimentan dificultades de coordinación motriz. En este sentido, diversas investigaciones han encontrado dificultades en el desempeño motor en tareas que requieren mayor destreza manual.
Frente a la pregunta acerca de los efectos del fidgeting sobre las habilidaes motrices finas de las personas con TDAH, se han hallado resultados interesantes. Así, en un estudio que involucró el monitoreo de la actividad cerebral de la corteza prefrontal en personas con TDAH y personas sin la condición mientras realizaban tareas motores sencillas, se reportaron mejoras en el desempeño de las personas con TDAH tras utilizar las herramientas fidget (Koiler et al., 2022).
Opiniones encontradas acerca del fidgeting
A pesar de la evidencia científica que sostiene los beneficios de los dispositivos fidget en personas con TDAH, otras investigaciones concluyen ideas contrarias.
Así, basados en estudios con población escolar, algunos autores han encontrado evidencia de mayor distracción a partir de la utilización de estas herramientas especialmente en ambientes educativos formales.
A partir de estas y otras conclusiones, muchas instituciones educativas han prohibido el uso de los fidgets. Con lo que la comunidad académica se divide en dos posicionamientos, ambos apoyados en resultados basados en evidencia científica (Graziano et al., 2020).
Conclusión
A pesar de las controversias que despiertan estos dispositivos, resulta importante la evaluación personal pues también pueden ser altamente beneficiosos para algunas personas. Así, ya sea mediante cubos infinitos, pop its, spinners o pelotas anti estrés, muchos encuentran un mecanismo válido de autorregulación, especialmente relacionado a la hiperactividad que puede ser disruptiva en algunos ambientes formales. Debido a ello, continuar investigado y generando literatura sobre la temática y otros medios de autorregulación se torna crucial, pues esto se refleja en beneficios tangibles en la calidad de vida de las personas.
Referencias bibliográficas
- Aspiranti, K. B. y Hulac, D. M. (2021). Using Fidget Spinners to Improve On-Task Classroom Behavior for Students With ADHD. Behavior analysis in practice, 15(2), 454-465. Doi: 10.1007/s40617-021-00588-2
- Graziano, P. A., Garcia, A. M. y Landis, T. D. (2020). To fidget or not to fidget, that is the question: A systematic classroom evaluation of fidget spinners among young children with ADHD. Journal of Attention Disorders, 24(1), 163-171. https://doi.org/10.1177/1087054718770009
- Karlesky, M. e Isbister, K. (2016). Understanding Fidget Widgets. Proceedings of the 9th Nordic Conference on Human-Computer Interaction – NordiCHI ’16, 38, 1-10. Doi: 10.1145/2971485.2971557
- Koiler, R., Schimmel, A., Bakhshipour, E., Shewokis, P. A. y Getchell, N. (2022). The impact of fidget spinners on fine motor skills in individuals with and without ADHD: An exploratory analysis. Journal of behavioral and brain science, 12(03), 82-101. https://doi.org/10.4236/jbbs.2022.123005
- Perrykkad, K. y Hohwy, J. (2020). Fidgeting as self-evidencing: a predictive processing account of non-goal-directed action. New Ideas in Psychology, 56, 100750. https://doi.org/10.1016/j.newideapsych.2019.100750