La Escala de Inteligencia de Wechsler para Niños (Wechsler Intelligence Scale for Children-Fifth Edition, WISC-V, en inglés) es una herramienta vital en la evaluación cognitiva. Enfocándonos en el Índice de razonamiento fluido (IRF), este refleja la capacidad del niño para detectar relaciones conceptuales y aplicar reglas en situaciones visuales. Las pruebas como Matrices y Balanzas revelan dimensiones únicas de razonamiento inductivo y cuantitativo, por ejemplo. ¿Cómo influyen estas medidas en la comprensión global de las habilidades cognitivas? ¿Qué implicaciones pueden tener las puntuaciones en Matrices y Balanzas para la adaptación académica y el desarrollo futuro del niño?

Wechsler y la inteligencia: Una adaptación continua

Las adaptaciones continuas de las escalas de inteligencia de Wechsler reflejan una evolución consciente. Y, aunque algunos críticos plantean dudas sobre su base teórica, la visión de Wechsler no excluye las teorías del factor g ni la diversidad de tipos de inteligencia. De hecho, su enfoque abarca un aspecto general de la inteligencia, integrando medidas importantes de capacidades cognitivas.

Con lo anterior, las sucesivas versiones de las escalas incorporan nuevas medidas, alineándose con modelos estructurales ampliamente aceptados. La WISC-V, por ejemplo, introduce Índices de procesamiento visoespacial y razonamiento fluido, mejorando las mediciones de comprensión verbal y velocidad de procesamiento. Si te interesa aprender a aplicar y analizar esta batería, te invitamos a nuestro curso de actualización en WISC-V.

índice de razonamiento fluido y WISCV

Así, aunque la teoría no es el único guía, el modelo de la WISC-V refleja consideraciones estructurales, permitiendo diversas perspectivas teóricas en su interpretación (Weschler, 2015).

¿Procesos a nivel cerebral?

El desarrollo cerebral es un proceso continuo que abarca toda la vida. Por ende, desde el nacimiento hasta la primera infancia, se experimentan cambios rápidos y notables. Mientras que en la edad adulta, los cambios son más graduales.

Durante estos períodos, se producen procesos clave como la mielinización y la poda sináptica, entre otros. Esta primera mejora la transmisión de impulsos nerviosos, aumentando la interconectividad neuronal; por su parte, la poda sináptica asegura la formación de circuitos funcionales.

Dichos procesos permiten el aprendizaje continuo y, además, resultan en la aparición de materia gris y blanca, siendo la primera esencial para el procesamiento de información, y la segunda para el flujo eficiente de información en el cerebro. Si te interesa aprender a aplicar y analizar esta batería, te invitamos a nuestro curso de actualización en WISC-V.

El Índice de razonamiento perceptivo sustituido en la WISC-V

La WISC-V presenta una actualización significativa al reemplazar el Índice de razonamiento perceptivo (IRP) con el Índice visoespacial (IVF) y el Índice de razonamiento fluido (IRF). Tal modificación no solo ofrece más puntuaciones centradas en las capacidades visoespaciales y el razonamiento fluido, sino que también facilita una comunicación más clara de los resultados a otros profesionales, educadores y padres o cuidadores.

Pero… ¿Cómo afecta este cambio a la comprensión global de las habilidades cognitivas de un niño? ¿Cuáles son las implicaciones pedagógicas y clínicas de tal actualización en la interpretación de los resultados de la evaluación?

Entonces… ¿Qué es el IRF?

Como se ha mencionado, el IRF en la WISC-V ha experimentado una notable actualización al reemplazar el IRP. Modificación que busca proporcionar mediciones más específicas de las capacidades visoespaciales y de razonamiento fluido del individuo.

El IRF evalúa la capacidad del niño para identificar y aplicar reglas, destacando el razonamiento inductivo, inteligencia visual amplia, procesamiento simultáneo y pensamiento abstracto. Puntuaciones elevadas sugieren un desarrollo sólido en la abstracción de información conceptual a partir de detalles visuales y su aplicación eficaz (Weschler, 2015).

índice de razonamiento fluido y WISC V

Las pruebas que lo componen

En comparación con el IRP de la WISC-IV, el IRF incide más en el razonamiento conceptual abstracto y menos en las habilidades constructivas que requieren integración visoperceptiva y razonamiento visoespacial. Matrices es la única prueba compartida, mientras que se incorpora Balanzas y se excluyen Cubos y Composición. Así, el IRF se compone por Matrices y Balanzas, y como subtest secundario Aritmética.

Subtest Matrices

La subprueba del WISC-V, llamada Matrices implica que el niño complete una matriz observando patrones y seleccionando la opción que sigue la regla subyacente. El ejercicio anterior evalúa la inteligencia cristalizada, inteligencia visual general, capacidad espacial y de clasificación, así como el conocimiento de las relaciones parte-todo y el procesamiento simultáneo. Para ello, se requiere que el menor preste atención a los detalles visuales y utilice la memoria de trabajo para resolver los ítems (Weschler, 2015).

Subtest Balanzas

La prueba de Balanzas en la WISC-V presenta al niño una balanza con dos platillos en el cuaderno de estímulos y le pide que elija la pesa que falta para equilibrar ambos. Con un tiempo límite, la tarea evalúa el razonamiento fluido y la inducción. Requiere que el examinado aplique el concepto cuantitativo de igualdad, comprenda las relaciones entre objetos y utilice los conceptos de correspondencia, suma y/o multiplicación para identificar la respuesta correcta.

Aunque esta prueba se relaciona con la memoria de trabajo, su implicación es menor en comparación con tareas cuantitativas clásicas. Pues los estímulos se presentan visualmente en el cuaderno de estímulos.

¿Y el subtest Aritmética?

indice de razonamiento fluido y WISC V

La prueba de Aritmética en la WISC-V se sirve de una serie de problemas aritméticos para resolver mentalmente en un tiempo limitado. Los ítems gráficos y verbales requieren manipulación de representaciones mentales y buscan medir concentración, atención, memoria a corto y largo plazo, capacidad de razonamiento numérico y agilidad mental.

Con lo anterior, otras capacidades que pueden intervenir son el procesamiento secuencial, el razonamiento fluido, cuantitativo y lógico, así como el conocimiento cuantitativo. Asimismo, la tarea evalúa el procesamiento lingüístico y auditivo, incluyendo la discriminación y comprensión auditiva y, en menor medida, la expresión verbal.

Comparación Matrices y Balanzas

La comparación entre Matrices y Balanzas ofrece una perspectiva sobre el desempeño en tareas de razonamiento fluido, destacando las diferencias en las aptitudes requeridas. Matrices resalta por el razonamiento inductivo, mientras que Balanzas se centra en el razonamiento cuantitativo.

Adicionalmente, evaluar el IRF mediante esta comparación arroja luz sobre las fortalezas relativas en dichas dimensiones, proporcionando una visión integral de las habilidades cognitivas del individuo en contextos diversos. En consecuencia, este análisis contribuye a la identificación de áreas específicas de fortaleza o debilidad en el razonamiento fluido, permitiendo una comprensión más detallada de su perfil cognitivo (Weschler, 2015a).

Conclusión

El Índice de razonamiento fluido del WISC-V no solo mide habilidades cognitivas, sino que ofrece una ventana a la forma en que los niños abordan la resolución de problemas y la comprensión conceptual. Estas evaluaciones trascienden la mera obtención de respuestas correctas, ofreciendo una visión más profunda sobre cómo los menores emplean el razonamiento inductivo y cuantitativo en una variedad de situaciones.

Así pues, reflexionar sobre tales capacidades no solo implica comprender el rendimiento académico, sino también considerar cómo se pueden fomentar y desarrollar habilidades fundamentales. Además, recordar que esta herramienta se nutre y enriquece con un proceso integral de evaluación.

Referencia bibliográfica

  • Wechsler, D. (2015a). WISC V: Escala de Inteligencia de Wechsler para Niños-V. Manual técnico y de interpretación. Pearson.