El presidente Joe Biden mostró marcas en su rostro que despertaron varios interrogantes. El portavoz de la Casa Blanca, Andrew Bates, explicó en una conferencia de prensa que las mismas se debían a que el presidente había usado la noche anterior una máquina de presión continua en las vías respiratorias (mascarilla CPAP, continuous positive airway pressure, en inglés) porque sufre apnea del sueño.
La apnea del sueño: Dormir con una máquina
El presidente Joe Biden, máximo gobernante de los EE. UU., es una de las millones de personas que padecen apnea del sueño. Un trastorno en el que al dormir, quienes lo padecen dejan de respirar durante 10 segundos o más. Se calcula que cerca de mil millones de personas de entre 30 y 69 años de todo el mundo presentan apnea obstructiva del sueño, y que hay muchas más personas sin diagnosticar.
La apnea del sueño es un trastorno del sueño muy frecuente pero también subdiagnosticado. De hecho, aproximadamente el 70% de las personas afectadas no conocen su condición.
Esto provoca que los músculos de la garganta se relajen repetidamente durante el descanso, generando una pausa en la respiración durante las horas de sueño que pueden extenderse por unos pocos segundos y, en casos graves, prolongarse por más de un minuto.
¿Qué es la apnea del sueño?
Se denomina apnea obstructiva del sueño porque, a diferencia de la apnea central del sueño en la que el cerebro omite ocasionalmente indicar al cuerpo que respire, esta se debe a una obstrucción de las vías respiratorias por tejidos blandos débiles, pesados o relajados.
El tratamiento que sigue Biden
El presidente Joe Biden reveló que tenía apnea del sueño en 2008, cuando ejercía como vicepresidente con Barack Obama. Sin embargo, su doctor no mencionó esa condición en ninguno de los informes que hizo públicos en 2021 y 2023. En 2019, cuando se preparaba para las elecciones presidenciales de 2020, el médico de Biden reveló en otro informe que se había sometido a varias cirugías de las vías nasales.
La importancia de una actuación temprana
¿Sabías que si no se trata, la apnea obstructiva del sueño aumenta el riesgo de hipertensión, cardiopatías, diabetes de tipo 2, depresión e incluso muerte prematura?
Y es que, esta afección provoca decenas de “microdespertares” durante la noche que interrumpen la capacidad del organismo para completar un ciclo de sueño completo. Los síntomas son somnolencia diurna excesiva, ronquidos fuertes y estridentes, despertar con la boca seca o dolor de garganta y dolores de cabeza matutinos.
Múltiples soluciones
Con tratamiento, la respiración vuelve a la normalidad y se puede alcanzar un sueño profundo. Además, la pérdida de peso puede disminuir significativamente, o incluso eliminar la apnea obstructiva del sueño, ya que la pérdida de tejido en la boca, la lengua y el cuello alivia la presión sobre las vías respiratorias.
Los médicos también pueden recetar un aparato bucal diseñado para ampliar las vías respiratorias desplazando la lengua o la mandíbula hacia delante. Los casos leves de apnea del sueño pueden responder a la terapia posicional. Es decir, mantener a los durmientes de lado en lugar de boca arriba durante el sueño para que puedam mejorar el flujo de las vías respiratorias y reducir los ronquidos.
Uno de los tratamientos más habituales es el uso de CPAP. Hoy en día, las máquinas son tan sofisticadas que un médico puede controlar a distancia el sueño de una persona y ayudarla a ajustar la presión del aire.
Diagnóstico y acompañamiento nocturno en la apnea
Para realizar el diagnóstico se tiene en cuenta la historia clínica del paciente, sus síntomas y el examen físico. En este caso, es fundamental el aporte del acompañante nocturno (si se tiene), porque él es quien nota las pausas en la respiración y puede dar cuenta del ronquido irregular, una señal muy predictiva de apnea de sueño.Finalmente, cuando se termina el examen físico, se debe confirmar este diagnóstico a través de estudios específicos.
Dos herramientas claves
El más utilizado es la polisomnografía, que analiza las distintas etapas del sueño y la actividad cardiorrespiratoria en esas etapas del sueño. Sin embargo, en los últimos años ha ganado espacio la poligrafía respiratoria. Este es un estudio que, a diferencia de la polisomnografía en la que se mide la actividad electroencefalográfica, se realiza midiendo solamente el flujo en la vía aérea, el esfuerzo torácico para respirar, la oximetría de pulso y la frecuencia cardíaca.
Beneficios de un sueño profundo
La mayoría de las personas no saben que padecen apnea del sueño, por lo que es importante que los seres queridos hablen si los ronquidos son muy fuertes o si un ser querido deja de respirar durante breves periodos de tiempo durante la noche. Cualquier persona con síntomas de apnea del sueño debe ser evaluada por un especialista del sueño.