El juego es, por naturaleza, el lenguaje de la infancia. Una herramienta poderosa que contribuye al desarrollo cognitivo, emocional, social y físico de los niños. Es, a través de este, que los niños exploran, descubren el mundo que les rodea, desarrollan habilidades y aprenden a interactuar con otros. En esta nota indagaremos en la importancia del juego en la infancia, los diferentes tipos de juego y cómo influyen en el crecimiento y aprendizaje de los más pequeños.
El papel del juego en la infancia
El juego en la infancia es una expresión natural y espontánea que desempeña un papel fundamental en el desarrollo emocional y psicológico de los niños. Y es que, por medio del juego, los infantes tienen la oportunidad de investigar y comprender sus emociones, conflictos y deseos de manera simbólica y segura. Además, es una forma en la que proyectan sus fantasías, resuelven problemas internos y desarrollan habilidades sociales y cognitivas.
En esto, los adultos han de comprender y respetar la importancia del juego como una herramienta crucial para el crecimiento y bienestar emocional del niño. Además, el juego infantil actúa como una poderosa vía de comunicación entre el menor y sus cuidadores, brindando una ventana para comprender su mundo emocional y ofrecer el apoyo adecuado en su desarrollo (Aberastury, 1971).
Un ambiente seguro
El ambiente en el que los pequeños juegan desempeña un papel crucial en su desarrollo físico, emocional y social. De esta forma, proporcionar un entorno adecuado para el juego les permite explorar, experimentar y desarrollar diversas habilidades de forma segura.
Para lo anterior, aquellos espacios de juego bien diseñados y seguros fomentan la actividad física, mejoran la coordinación motora y promueven la interacción social entre los niños. Además, un entorno enriquecido con elementos naturales y verdes no solo estimula la imaginación, sino que también contribuye a reducir la ansiedad. Para aprender más sobre este cuadro y sus bases neuropsicológicas, te recomendamos nuestro curso en ansiedad.
La preocupante disminución de las experiencias exteriores
El juego infantil al aire libre es clave para el sano desarrollo. Sin embargo, en la sociedad actual, estamos presenciando una disminución en el tiempo dedicado a esta actividad. Pues la falta de tiempo para jugar al aire libre y la creciente cultura del miedo están limitando las oportunidades para que los niños exploren y se desarrollen en contacto con la naturaleza (Bento et al., 2017).
Relaciones entre el juego y el aprendizaje
En el ámbito de la educación infantil se ha prestado creciente atención al juego como base para el aprendizaje, respaldado por décadas de investigación que vinculan el juego de los niños con su desarrollo. Por ende, ofrece oportunidades para que los pequeños no solo practiquen habilidades sociales y emocionales, sino que utilicen procesos cognitivos cada vez más complejos y fortalezcan sus lazos con cuidadores y compañeros. Además, el juego puede respaldar resultados de aprendizaje más formales, especialmente con la guía de adultos.
Pero… ¿Cómo perciben esta relación los más pequeños?
Los niños, a menudo, describen el juego y el aprendizaje como conceptos mutuamente excluyentes. Así, desde una edad temprana, suelen considerar el juego como una actividad libre y social que implica afecto positivo, mientras que el aprendizaje es percibido como una actividad obligatoria, seria y supervisada por adultos.
No obstante, estos enfoques suelen presentar el juego y el aprendizaje como opuestos, lo que podría subestimar el grado en que los niños reconocen que el juego puede llevar al aprendizaje o que el aprendizaje puede ocurrir mientras se juega (Letourneau et al., 2020).
Juego y funciones ejecutivas
No ha de olvidarse, por otro lado, que el desarrollo de las funciones ejecutivas en niños es de gran importancia en el ámbito educativo. Estas habilidades, como el control inhibitorio y la flexibilidad cognitiva, juegan un papel fundamental en el proceso de aprendizaje. Según lo anterior, al utilizar enfoques basados en el juego, los niños pueden experimentar estos procesos de manera más dinámica y lúdica, lo que facilita la transferencia de dichas habilidades a otras áreas de su vida cotidiana (Vidal Carulla et al., 2021).
¿Sirve como abordaje terapéutico?
La terapia de juego se considera una herramienta esencial para prevenir y abordar problemas y dificultades en la infancia. Pues, como se ha destacado, a través del juego, los niños pueden expresar sus emociones, comprender sus sentimientos y desarrollar habilidades sociales.
Esta forma de terapia es especialmente adecuada para niños en edad preescolar y escolar que enfrentan situaciones de transición, problemas de comportamiento, dificultades emocionales o que han experimentado situaciones traumáticas, demostrando ser eficaz en el abordaje de comportamientos disfuncionales en los pequeños (Koukourikos et al., 2021).
El juego simbólico
El juego simbólico, también conocido como juego de roles, es una actividad esencial en el desarrollo infantil que trasciende culturas y generaciones. A través de la representación de situaciones, objetos y personajes imaginarios, los niños expresan su comprensión del mundo que les rodea y sus emociones.
De hecho, muchas veces es a través de este, que el terapeuta puede identificar los procesos por los que el infante esta atravesando.Además, este tipo de juego no solo fomenta la creatividad y la imaginación, sino que también facilita el desarrollo de la función simbólica, permitiendo a los niños utilizar símbolos y signos gráficos para representar ideas y conceptos abstractos.
El orden en el caos
Cuando los menores se enfrentan a situaciones caóticas durante el juego, se les invita a encontrar soluciones creativas y a adaptarse a circunstancias cambiantes. Por consiguiente, es esencial para el desarrollo integral que los adultos no interfieran en el mismo. Es así, como su propio caos proporciona un espacio donde pueden explorar, crear y aprender de manera significativa. El juego caótico se vuelve, así, una fuente inagotable de aprendizaje y diversión. Es nuestro deber apoyar y valorar su importancia en la infancia.
Conclusión
Desde el juego libre e imaginativo hasta el juego estructurado y educativo, cada forma contribuye al desarrollo holístico del infante. Es por todo esto que el juego no debe subestimarse ni relegarse a un segundo plano en el proceso educativo, sino que debe tener en cuenta como parte fundamental del mismo.
Referencias bibliográficas
- Aberastury, A. (1971). El niño y sus juegos. Ediciones Kargieman.
- Bento, G. y Dias, G. (2017). The importance of outdoor play for young children’s healthy development. Porto biomedical journal, 2(5), 157-160. https://doi.org/10.1016/j.pbj.2017.03.003
- Bonilla-Sánchez, M., García-Flores, M., Méndez-Balbuena, I., Silva-González, J. y Ramírez-Arroyo, E. (2022). The benefits of role play in the development of drawing in preschool children. Frontiers in psychology, 13, 1010512. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2022.1010512
- Dag, N., Turkkan, E., Kacar, A. y Dag, H. (2021). Children’s only profession: Playing with toys. Northern clinics of Istanbul, 8(4), 414-420. https://doi.org/10.14744/nci.2020.48243
- Koukourikos, K., Tsaloglidou, A., Tzeha, L., Iliadis, C., Frantzana, A., Katsimbeli, A. y Kourkouta, L. (2021). An Overview of Play Therapy. Materia socio-medica, 33(4), 293-297. https://doi.org/10.5455/msm.2021.33.293-297
- Letourneau, S. y Sobel, D. (2020). Children’s descriptions of playing and learning as related processes. PloS one, 15(4), e0230588. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0230588
- Vidal Carulla, C., Christodoulakis, N. y Adbo, K. (2021). Development of Preschool Children’s Executive Functions throughout a Play-Based Learning Approach That Embeds Science Concepts. International journal of environmental research and public health, 18(2), 588. https://doi.org/10.3390/ijerph18020588