Tiempo atrás, la popular cantante estadounidense reconoció el malestar que sufrió cuando uno de sus nuevos temas no recibió la aceptación por parte del público que ella esperaba. Esta situación, provocó que la artista, que ya llevaba cosechados innumerables éxitos, sintiera una gran angustia y presión, al punto de dudar de continuar con su profesión. Poniendo de manifiesto la vulnerabilidad que pueden experimentar los artistas frente a la crítica y la presión de satisfacer las expectativas, tanto del público como de ellos mismos. Y es que, aunque desde fuera pueda parecer que los artistas exitosos tienen todo bajo control, la verdad es que enfrentan constantemente la incertidumbre y la inseguridad.
Katy Perry: Una carrera de éxitos
La cantante saltó a la fama en 2008 con los ya conocidos temas “I Kissed a Girl” y “Hot N Cold” de su álbum debut “One of the Boys”. Entre 2010 y 2011, continuó este camino que había emprendido, manteniendo e incluso aumentando su éxito con su segundo álbum, “Teenage Dream”. En esta oportunidad, lanzó seis sencillos de los cuales cinco: “California Gurls”, “Teenage Dream”, “Firework”, “E.T.” y “Last Friday Night (T.G.I.F.)”, se ubicaron en el puesto número 1 del Billboard Hot 100.
Esto hizo que Perry fuera la primera artista femenina en lograr dicho reconocimiento y la segunda en general, después de Michael Jackson con su álbum “Bad”, en 1987. Un logro que resaltó aún más la importancia de su música y el impacto que ha tenido en la industria musical a lo largo de su carrera.
A partir de allí, continuó lanzando temas musicales reconocidos en todo el mundo. Ya en 2012, publicó “Part of Me” y “Wide Awake”, que también tuvieron éxito en varios países.
¿Cómo la afectó el éxito?
Su tercer álbum, llamado “Prism”, y lanzado en 2013, generó dos sencillos muy reconocidos en ventas como “Roar” y “Dark Horse”; y también los llamados “Unconditionally”, “Birthday” y “This Is How We Do”, que tuvieron una recepción moderada, pero aún así lograron entrar en las primeras veinte posiciones de múltiples listas musicales.
Desde entonces, Perry tuvo una carrera en ascenso, incluyendo su aparición en televisión, lo que aumentó su popularidad. Sin embargo, algunos de los temas de sus discos, no tuvieron la “explosión” que ella esperaba. Lo que provocó cierta angustia y malestar en la cantante. Más tarde, su disco “Witness”, lanzado en 2017, vendió un millón de copias, estando muy por debajo de los tres millones de copias que vendió “Prism”.
¿Qué le ocurrió a Katy?
En un momento crucial de su carrera, Katy Perry enfrentó desafíos significativos cuando algunas de sus composiciones no obtuvieron la respuesta esperada del público. La artista, al reflexionar sobre este episodio, compartió: “Atravesé una depresión el año pasado porque sin saberlo le di demasiada importancia a la reacción del público y el público no reaccionó de la manera que esperaba, lo que me rompió el corazón”.
Tomar las riendas
Ante dicha situación, la cantante ingresó a un centro de recuperación para trabajar en sus emociones y desarrollar herramientas que la ayudaran a atravesar momentos difíciles, relacionados a su salud mental. En esto, su disposición para hablar sobre su experiencia también ayudó a romper estigmas de los problemas de salud mental y a alentar a otros a buscar ayuda cuando la necesiten.
Un periodo que desencadenó en Perry una introspección profunda en torno a la autenticidad y el amor propio, interpretando la experiencia como una evaluación del universo sobre su genuinidad y autenticidad. Así, en busca de apoyo profesional, inició un proceso de crecimiento emocional, marcando un hito significativo en su desarrollo personal y artístico.
Redefinir la presión
En el programa televisivo estadounidense “Good Morning America”, Katy Perry ofreció una mirada profunda al proceso creativo de su próximo álbum, “KP5”, al compartir: “He estado escribiendo durante los últimos dos años y al principio de esos dos años, fue muy difícil”. La cantante reveló haber experimentado una depresión en ese período, lo que sugiere un desafío emocional significativo en su vida. Una confesión que, sin dudas, destaca la relación compleja entre la creatividad artística y el bienestar psicológico.
Además, Perry abordó la presión emocional que enfrentan los artistas, desafiando la idea convencional de que el dolor es requisito para la creación artística. Pues se ha glorificado la imagen del artista torturado, sufriendo por su arte, como si el sufrimiento o el dolor emocional fuera una especie de precio a pagar por la creatividad. Sin embargo, esta concepción es limitada y potencialmente dañina.
Así, declaró que: “La mayor mentira que se nos han dicho como artistas es que debemos sentir dolor para crear. No quiero tener dolor emocional toda mi vida para escribir canciones”, enfrentando los estereotipos culturales que rodean al sufrimiento como catalizador creativo.
Nuevo comienzo para la cantante
Es crucial resaltar que con un diagnóstico médico preciso y el tratamiento adecuado, las personas pueden lograr una vida estable y tranquila. La presión laboral, a menudo, se encuentra entre las situaciones que generan más presión y estrés, pudiendo conducir a trastornos de salud mental si no se aborda a tiempo.
Katy Perry compartió su experiencia, expresando: “Ahora he llegado a esta luz al final del túnel, lo que significa que voy a vivir. Y no solo eso, voy a traer vida al mundo. Así que, de momento, esto ha llegado a un buen lugar”. Estas declaraciones reflejan no solo su superación personal, sino también la importancia de buscar ayuda y tratamiento para enfrentar los desafíos de la salud mental.