Lo asegura Mariano Sigman, doctorado en Neurociencia y posdoctorado en Ciencias Cognitivas, quien afirma que “tener con quien hablar es un enorme paracaídas para la salud”. Y a esto no le falta razón. Es el poder de las palabras, una afirmación que también lleva de título su libro, publicado en 2022. Quizás hayas visto algún vídeo de YouTube de sus charlas TED, donde ha participado en dos ocasiones, o leído alguna de sus múltiples publicaciones. Veamos qué opina sobre las palabras y la escucha.

¿Quién es Mariano Sigman?

El fundador del Laboratorio de Neurociencia Integrativa, de la Universidad de Buenos Aires, y uno de los directores de Human Brain Project, explica la importancia de medir y elegir afinadamente las palabras que usamos para definirnos, porque estas crean realidad. Su aporte contempla a las conversaciones y las palabras como vehículos para acceder a nuestras emociones y, si es necesario, poder cambiarlas.

Palabras y estado de ánimo: ¿Qué tienen que ver?

López, A. (2022). Mariano Sigman, primer científico argentino que participó en las charlas TED a nivel mundial. [Fotografía]. Recuperado de www.clarin.com

Los términos que a menudo usamos para describir cómo nos sentimos tienen el poder de influir en el estado de ánimo. De aquí, la importancia de seleccionar las palabras con precisión, atendiendo a sus efectos.

Al fin y al cabo, una palabra puede causar dolor y puede sanar.

En su obra El poder de las palabras: Cómo cambiar tu cerebro (y tu vida) conversando (2022), el autor propone conversar más, porque esto estimula el pensamiento:

Hablar con otras personas aclara las ideas, ayuda a encontrar errores en los razonamientos propios y a identificar soluciones mejores.

También ayuda a aprender a dialogar mejor con uno mismo. Pero no todas las conversaciones son iguales de eficaces.

Asegura que las mejores conversaciones se desarrollan en grupos pequeños, formados por personas con actitud receptiva y predispuestas a ser convencidas o abiertas a interpretar otros puntos de vistas y perspectivas que enriquezcan el propio. 

¿Y el silencio?

Al otro lado de las palabras está el silencio, como una sombra pero también como un aporte luminoso.

El silencio es un elemento fundamental de la conversación con otros y con nosotros mismos. El silencio reduce la velocidad del diálogo, el cerebro necesita silencios para tener ideas. Si no tenés silencio mental tampoco hay memoria. Explica Sigman en una entrevista del diario La Nación.

La palabra tiene el poder, según Mariano Sigman
Fernández, J. (2022). Mariano Sigman: “Si nos calláramos todos un rato, sería un bálsamo de calma en el Universo”. [Fotografía]. Recuperado de www.libertaddigital.com

Sin embargo, este silencio puede ser devastador cuando se trata de lo no dicho, de lo acallado

Hablar: Un baile

La conversación es el encuentro y el intercambio entre dos o más individuos.

Así, se establece una danza entre el hablar y el escuchar y el escuchar y el hablar, una ida y vuelta incesante de palabras y emociones, es descubrimiento, sorpresa, es dar y recibir, pero también aceptar el desacuerdo.

Las palabras no pesan lo mismo en la boca de personas distintas y nuestra predisposición a escucharlas depende de esto.

Por ello, Sigman propone ejercicios que permitan recrear interacciones nuevas con las personas de siempre para evitar los prejuicios que tenemos y lograr una buena conversación.

Para ello, considera que una buena conversación se basa en el disfrute del intercambio de ideas. No con el fin de responder o convencer al otro, sino para aprender y descubrirnos a nosotros mismos en el proceso.

¿Qué se puede hacer para mejorar esa danza?

Recomienda explorar juegos de roles en los que cambiamos la idea de quién es nuestro interlocutor para ver cómo cambian nuestras palabras y conversación.

Infobae (2022). Mariano Sigman: “La palabra forja al cerebro y lo cambia”. [Fotografía]. Recuperado de www.infobae.com

Por ejemplo, en el núcleo familiar, se puede intentar hablar a un hijo como se hablaría a un sobrino, o a una pareja como se hablaría a alguien a quien escuchó por primera vez, e identificar qué pasa en esa nueva dinámica ¿Nos tratamos igual?

Tal y como dice el autor, hablar con los demás es mucho más fácil que hablar con uno mismo. Por ello, entender las palabras y nuestra relación con las palabras es probablemente la base de vivir mejor.

Para todo esto, Sigman también destaca la importancia de saber cómo funciona el cerebro, de lo que afirma que conocer su mecánica nos permite mejorarla.