El doctor Spencer Reid, la doctora Lexi Grey, Olive Doyle y otros tantos personajes contaban con una extraordinaria habilidad: la memoria eidética. Esta herramienta parece proporcionar capacidades de memoria ampliamente superiores a la gran mayoría de la población, siendo privilegiada especialmente a la hora de estudiar, trabajar o simplemente entablando una conversación casual. Así, recordando imágenes, diálogos y libros enteros tan solo con haberlos visto o leído en una ocasión, dichos personajes han despertado la curiosidad de muchos televidentes. ¿En qué consiste la memoria eidética? ¿Es real? ¿Qué nos dice la evidencia científica al respecto?
¿Cómo funciona la memoria humana?
Los seres humanos almacenamos recuerdos de forma constante, colaborando al sentido de la identidad, continuidad en el tiempo y pertenencia. Además, otros aspectos menos personales son guardados en la memoria, como los datos de un censo, la historia de la Antigua Roma o la Guerra de Independencia Estadounidense.
No hay una sola memoria
Los sistemas de memoria son múltiples, cada uno relacionado a distintos tipos de recuerdos. Por ejemplo, algunos involucran claves vívidas de un evento específico en el espacio y el tiempo, mientras que otros pueden ser menos detallados o no estar vinculados a algo experiencial específico, como soplar las velas cuando traen el pastel de cumpleaños.
Así, investigaciones en diferentes especies han identificado los nodos clave para tipos distintos de memoria asociativa, con el hipocampo, involucrado en la memoria episódica; el estriado, relacionado en el aprendizaje estímulo-respuesta; y la amígdala, involucrada en el condicionamiento clásico.
Asimismo, la memoria es un proceso dinámico y sujeto a influencias externas e internas. Factores como la atención, emoción y repetición pueden influir en la formación y recuperación de la memoria. Por otro lado, trastornos neurológicos, lesiones cerebrales o el envejecimiento es probable que afecten dicha función (Sherman et al., 2023).
Recordar y olvidar: ¿Alteraciones en la memoria?
Si bien los recuerdos mantienen cierta relación fiable con la realidad, el proceso de olvido es normal y saludable, además de necesario. En esencia, el olvido es la incapacidad de recordar información que previamente había sido almacenada en la memoria.
Aunque puede ser frustrante cuando estamos tratando de recordar algo importante, este proceso de olvido tiene su propósito. Uno de los mecanismos clave del olvido es la interferencia, que se produce cuando la información nueva o similar se mezcla con la información existente en la memoria, dificultando la recuperación de la información original.
Así, este proceso permite a los seres humanos centrarse en la información relevante y eliminar lo que ya no es necesario. De hecho, es esencial para el funcionamiento eficiente de la memoria. De lo contrario, la mente estaría abrumada por la cantidad de información acumulada a lo largo de los años. Así pues, los recuerdos no se almacenan de manera estática en el cerebro, sino que tienden a decaer con el tiempo si no se utilizan o se reafirman (Sherman et al., 2023).
Memoria eidética: ¿De qué trata?
Se ha descrito a la memoria eidética como la capacidad de recordar en detalle casi perfecto una pieza de información. De otro modo, es definida como una memoria que es muy vívida y tiene un gran potencial de recuerdo. Además, se cree que es extremadamente rara.
Los niños: ¿Unos profesionales en memoria eidética?
¿Sabías que los niños poseen más capacidad para esta habilidad que los adultos? Esto sugiere que algún cambio en el desarrollo interrumpe la misma. Debido a ello, nace la hipótesis de que realmente la memoria eidética es un mito.
Y es que, los científicos creen que muchas personas que retienen estas habilidades hasta la adultez tienen una mejor organización asociativa en lugar de una verdadera memoria eidética. En esta línea, algunas personas que muestran una habilidad mejorada utilizan trucos de memoria.
Por ejemplo, los jugadores de ajedrez pueden recordar tableros de ajedrez completos en situaciones de juego, pero si se les muestra un tablero configurado al azar, no son mejores que los principiantes para recordar la disposición (Berry et al., 2023).
¿Casos reales?
En relación a lo anterior, se ha encontrado que la memoria eidética está presente en el 2 al 10% o de los niños de 6 a 12 años. Y con el paso del tiempo, la adquisición del lenguaje y las habilidades verbales permitirían a los niños mayores pensar de manera más abstracta y, por lo tanto, depender menos de los sistemas de memoria más literales, perdiendo el mencionado previamente.
Por otro lado, algunos adultos han tenido unas memorias fenomenales. Este es el caso de Solomon Shereshevsky y Kim Peek. Sin embargo, se comprobó que Shereshevsky era un mnemonista entrenado, no un memorizador eidético, y no hay estudios que confirmen si Kim Peek tenía una memoria eidética real.
Sumado a estos nombre, en 2023, Berry y colaboradores investigaron el caso de una mujer con sospecha de memoria eidética a partir de síntomas de epilepsia en el lóbulo temporal derecho, zona encargada de la memoria visual e hipotéticamente responsable de los recuerdos eidéticos. La misma, en diversos test, llegó a recordar 298 de 300 palabras proporcionadas por los investigadores a corto plazo, y aproximadamente el 95% de ellas incluso después de 168 horas.
Un campo poco explorado: ¿Mito o realidad?
La creencia en la memoria eidética se ha popularizado gracias a personajes de la literatura y el cine que supuestamente la poseen, quienes pueden recordar paisajes enteros después de un solo vistazo o repetir largas conversaciones palabra por palabra. Pero en el mundo real, la memoria eidética es extremadamente controvertida. Y es que, esta, se encuentra rodeada de escepticismo en la comunidad científica debido a la falta de casos mediante los que investigar el fenómeno.
Parece más un mito…
Los estudios sobre memoria han demostrado que la mayoría de las personas no pueden recordar detalles de manera tan precisa y detallada como se describe en los mitos de la memoria eidética. De hecho, se tienden a experimentan olvidos y distorsiones en la memoria diariamente. Así, en nuestros recuerdos tenemos fragmentos de información, pero nuestra memoria es propensa a la interferencia, la degradación y distorsión con el tiempo.
No obstante, es importante destacar que existen personas que pueden tener habilidades de memoria excepcionales en áreas específicas. Por ejemplo, algunas personas pueden tener una memoria privilegiada para números, fechas o datos específicos. Estas habilidades se consideran más como una memoria especializada que una memoria eidética en el sentido tradicional (García, 2018).
Conclusión
Mientras que el mito de la memoria eidética persiste en la cultura popular, es importante comprender que la mayoría de las personas no poseen esta habilidad tal como se presenta en la ficción. Ahora, la memoria humana es un proceso complejo y dinámico que involucra múltiples factores, y la mejora de la memoria a través de técnicas de mnemotecnia, práctica deliberada y estrategias de recuperación es un área activa de investigación y desarrollo.
Referencias bibliográficas
- Berry, B., Miller, L. R., Berns, M. y Kucewicz, M. T. (2023). The possibility of eidetic memory in a patient report of epileptogenic zone in right Temporo-Parietal-Occipital cortex. Life, 13(4), 956. https://doi.org/10.3390/life13040956
- Feiman, G. (2017). Eidetic memory and school age. Journal of Russian and East European Psychology, 54(2), 130-191. https://doi.org/10.1080/10610405.2017.1390949
- García, E. G. (2018). Somos nuestra memoria: recordar y olvidar.
- Sherman, B. E., Turk-Browne, N. B. y Goldfarb, E. V. (2023). Multiple memory subsystems: reconsidering memory in the mind and brain. Perspectives on Psychological Science. https://doi.org/10.1177/17456916231179146