El mercurio (Hg) se considera uno de los contaminantes ambientales más tóxicos. El mismo parece tener múltiples efectos en el organismo incluso a concentraciones bajas. De esta forma, tiene un papel crítico en muchos problemas de salud con consecuencias perjudiciales. Ya que afecta directamente al sistema nervioso central (SNC). Incluso, la exposición a Hg se ha asociado con numerosos trastornos del SNC que con frecuencia desencadenan la enfermedad de Alzheimer. En esta línea, en 2022, Emanuela Paduraru y colaboradores llevaron adelante una revisión sistemática al respecto, ¿qué nos dice la evidencia sobre la relación entre mercurio y alzhéimer?
Algunos antecedentes: ¿Qué sabemos del mercurio?
El mercurio es un elemento químico con símbolo Hg. Se trata de un metal blanco y pesado. La exposición al mercurio puede ocurrir tanto por fuentes naturales como artificiales. En esta línea, el Hg puede llegar a los ecosistemas a través de actividades antropogénicas, como la quema de combustibles fósiles, minería y el uso de carbón y petróleo, lo que puede resultar en exposición al mercurio. Además, las fuentes naturales para dicho elemento son la actividad volcánica, la erosión, volatilización del Hg presente en el entorno marino, incendios forestales y quema de biomasa.
El Hg tiene posibles efectos tóxicos en el sistemas nervioso, digestivo e inmunológico, así como en los pulmones, riñones, piel y ojos. De hecho, lo casos de intoxicación severa con Hg, pueden llevar a la muerte.
Los científicos han investigado la toxicidad neurológica de los compuestos de Hg en diferentes especies, especialmente en mamíferos, peces, aves y reptiles. En mamíferos, por ejemplo, la patogénesis inducida por Hg en el sistema nervioso conduce a interrupciones de funciones y estructuras metabólicas.
Sus efectos nocivos
Así, la intoxicación por mercurio causa la pérdida de funciones enzimáticas, dificultad para la locomoción, visión reducida, debilidad general, temblores, pérdida de conciencia y, en última instancia, la muerte. En adición, y con respecto a la revisión mencionada, se ha documentado que ha habido un aumento en el número de casos de demencia en todo el mundo, potencialmente relacionado a la exposición al mercurio. No obstante, la conexión exacta entre el aumento de la exposición y los trastornos neurodegenerativos aún se desconoce.
Los resultados: ¿Mercurio y enfermedad de Alzheimer?
A partir de la conducción de la revisión se hallaron resultados reveladores. Diversas investigaciones coincidieron en que el mercurio desempeña un papel crucial en muchos problemas de salud con consecuencias perjudiciales. Pues el Hg afecta principalmente al cerebro y otros componentes del SNC.
Según los hallazgos, la exposición al metilmercurio crea un desequilibrio en las reacciones de reducción del estrés oxidativo en la corteza occipital y el hígado. Como consecuencia, genera acumulación de glucógeno hepático y conduciendo a mayor riesgo de neurodegeneración.
Además, se encontraron coincidencia en que el Hg orgánico podía afectar al cerebelo y provocar trastornos como psicosis aguda y apoptosis. En adición, también trastornos relacionados al daño oxidativo, neuroblastomas y glioblastomas.
El alzhéimer y mercurio: Hallazgos clave
La evidencia apunta a que el mercurio, estimula la formación de β-amiloide insoluble, que desempeña un papel crucial en la patogénesis del alzhéimer. En el proceso provoca estrés oxidativo. Así, el estrés oxidativo es el proceso de un desequilibrio cuantitativo en la producción de especies reactivas de oxígeno y antioxidantes, lo que lleva a daño celular. Y, adicionalmente, produce la degradación de proteínas y la aparición de diversas enfermedades, retroalimentando el riesgo de desarrollo de enfermedades como el alzhéimer.
A propósito de lo anterior, se crea una cadena de disfunción que puede conducir a déficits en la función mitocondrial. La disfunción mitocondrial puede desembocar en la formación de placas de proteína beta amiloide, clave en el alzhéimer.
Por otro lado, estudios han demostrado que personas fallecidas que convivieron con enfermedades neurodegenerativas presentaron niveles más altos de Hg en su tejido nervioso que personas sanas.
Neurodegeneración y autofagia
En otra línea, el análisis de las investigaciones arrojó que secciones de tejido cerebral de humanos con deterioro neurológico muestra la acumulación de vacuolas autofágicas. La autofagia es un proceso normal del organismo, no obstante, puede volverse patológico. En relación a ello, las personas con con enfermedad de Alzheimer mostraron tener un número elevado de autofagosomas en sus cerebros. Se cree que ello se debe al estrés oxidativo, el cual se ha vinculado al mercurio.
El conocimiento es poder… ¿Qué nos aporta esta revisión?
Conocer acerca de los riesgos asociados al mercurio resulta clave. Diversos estudios concuerdan que productos naturales con propiedades antioxidantes y capacidad para eliminar radicales libres pueden mejorar o proteger contra los efectos cerebrales inducidos por diversas formas de Hg.
Por ejemplo, se ha demostrado que la vitamina E puede atenuar los cambios oxidativos e histológicos inducidos por la exposición a Hg en ratas. No obstante, se requiere continuar investigando al respecto, tanto sobre los efectos nocivos del mercurio y otros metales pesados como factores protectores frente a la exposición.
Referencia bibliográfica
- Paduraru, E., Iacob, D., Rarinca, V., Rusu, A., Jijie, R., Ilie, O. D., Ciobica, A., Nicoara, M. y Doroftei, B. (2022). Comprehensive Review Regarding Mercury Poisoning and Its Complex Involvement in Alzheimer’s Disease. International journal of molecular sciences, 23(4), 1992. https://doi.org/10.3390/ijms23041992