Hablar de Michael Persinger es hablar de un científico que se ha abocado al análisis y estudio de los “eventos paranormales”. Este neurólogo cognitivo nacido en Estados Unidos, en 1945, se interesó particularmente por fenómenos que permanecían en la sombra de la ignorancia y el misticismo. Fue así, que desarrolló particulares experimentos como el “Casco de Dios” o “God Helmet”, donde ha demostrado un correlato fisiológico de la experiencias anormales.
Los fenómenos de Michael Persinger
Persinger creía que tanto las experiencias religiosas como paranormales, no podían ser simples fenómenos alucinatorios. Por el contrario, creía que existía una matriz de respuesta cerebral que inducía estados proclives a alteraciones perceptivas.
Nuestro autor se doctoró en 1971 en la Universidad de Manitoba, Canadá, país en el que desarrollaría su actividad académica y donde terminaría muriendo en 2018.
Aquellos fenómenos aparentemente inexplicables llamaron particularmente la atención del Dr. Persinger.
La aparición de figuras religiosas en determinados lugares, la sensación de una presencia o sombra donde no hay nadie, o las experiencias extracorporales, son algunas de las principales.
Pero no podían ser un simple fallo en la visión o fenómenos fabulatorios alentados por una fe desmedida.
En su lugar, Persinger planteó la existencia de una alteración cerebral circunstancial para su explicación. Estas fueron las bases para la creación del “God Helmet”.
¿Cómo es posible inducir una experiencia anómala?
Según Persinger, una vez que se altera la conectividad y el funcionamiento eléctrico del cerebro, las áreas implicadas en la percepción sufren cambios, viéndose afectada dicha capacidad. Así, las principales áreas que participan en los procesos de percepción son:
- Lóbulo parietal: Más precisamente el área de asociación motora y perceptiva. El llamado homúnculo de Penfield, donde cada órgano y parte tiene una zona propia en la corteza cerebral.
- Lóbulo temporal: Es el lóbulo donde se integran los estímulos provenientes de la audición y se procesa el lenguaje. La unión entre el lóbulo parietal y temporal está estrechamente relacionada con los errores perceptivos.
- Lóbulo occipital: Zona encargada de la visión. Las alteraciones en los otros dos lóbulos desembocan en errores visuales.
Persinger y el Casco de Dios (God Helmet)
Gracias al avance de la ciencia, Persinger creyó que él mismo podría provocar una alteración en la conectividad cerebral. El instrumento seleccionado para los experimentos fue la estimulación magnética transcraneal.
Diseñó un casco con cuatro pares de selenoides que estimulaban magnéticamente los lóbulos temporales y lo llamó “casco de Dios” (o “God Helmet”).
El experimento se llevó a cabo en una sala oscura, donde se privaba sensorialmente a los participantes, induciéndolos en un ambiente de relajación antes de aplicar la estimulación.
Al finalizar, se les preguntaba a los voluntarios si habían sentido una presencia, sonido u olor raro. Muchos de ellos afirmaban haber sentido algo, cuando en realidad no había pasado nada.
Los elementos del experimento
- Privación sensorial: Persinger demostró en estudios anteriores que la incapacidad de ver, aumenta la actividad cerebral de ondas largas. Por tanto, dicha actividad se encuentra muy presente en fallos sensoriales.
- Estimulación magnética: Es posible alterar la conectividad general del cerebro con una pequeña excitación de las neuronas de la corteza cerebral. Además, la estimación fue ejecutada en la unión del lóbulo temporal y parietal, zona implicada en procesos de integración sensorial.
- Ambiente relajado: Los ambientes libres de distractores potencian la relajación. En conjunto con la privación sensorial, la imaginación e incertidumbre de la persona se disparan, provocando falsos positivos.
Los resultados del experimento de Michael Persinger
El experimento del “God Helmet” se ha replicado en diversas ocasiones y, en la mayoría de casos, los voluntarios reportan experiencias sensoriales anómalas.
Algunos reportaron la sensación de que otra persona estuviese allí, otros sentían olores raros o voces hablando.
Durante el experimento, en todo momento los participantes se encontraban solos, sin ningún tipo de compañía.
Sentir una presencia: La teoría de la hemisfericidad vectorial
La construcción del “yo” es un proceso en el que participan ambos hemisferios cerebrales de forma distinta, conjunta y no consciente. Mientas el hemisferio izquierdo aporta el sentido lingüístico y simbólico del “yo” (diálogo interno), el hemisferio derecho aporta el sentido espacial y constructivo.
Según Persinger, cuando se altera la conectividad interhemisférica, ocurre una intrusión del sentido del “yo” derecho en el hemisferio izquierdo.
Esta intrusión provocaría que nuestro hemisferio izquierdo interpretase al sentido espacial del “yo” como ajeno y extraño. Dicho conflicto se eleva a los niveles más altos de la conciencia, donde se explica (o resuelve) por la presencia de otra persona o ser.
Otros factores influyentes propuestos por Michael Persinger
Existen una cantidad de factores externos que influyen en el desarrollo de estas experiencias. Así, hay personas especialmente predispuestas a experimentarlas. Tanto la interpretación como el proceso simbólico desencadenante, dependerán de algunos rasgos determinados. Entre los principales podemos destacar:
- Sujetos fantasiosos: Se ha demostrado que aquellos sujetos que generalmente están abiertos a experiencias místicas generan muchas expectativas y sugestión. Por ende, la excesiva predisposición a que se produzca el fenómeno, influye en la adjudicación de rasgos y características una vez que sucede el fallo sensorial.
- Meditación: En otro experimento de Persinger, se demostró que quienes ejercían la meditación estaban más entrenados en alcanzar estados de relajación. Por tanto, podían inducirse estados donde la conectividad interhemisférica se veía alterada de forma natural. En sus relatos, describían sus experiencias como “soñar despierto” o “controlar un sueño”.
- Creencias: Persinger también demostró que las personas religiosas tenían mayores probabilidades de interpretar el fenómeno como una aparición mística. Consecuentemente, le otorgarían mayores detalles a lo que pretendían percibir.
- Cultura: La forma mental que se le adjudica a las alteraciones perceptivas está muy vinculada a la cultura. Es decir, aquellas personas provenientes de culturas con mayor interés en lo sobrenatural, tendrán mayores probabilidades de presentar el fenómeno. Así mismo, por ejemplo, los sujetos tendían a asociar la presencia con figuras folclóricas como un alienígena o el demonio.
Límites y problemas de replicación
Los experimentos del Dr. Persinger causaron gran revuelo en la prensa, ganando notoriedad en el campo público, en una época donde aún se sabía muy poco sobre la influencia de los campos magnéticos sobre el cerebro.
Lo cierto es que otros investigadores intentaron replicar los experimentos del “God Helmet” pero no obtuvieron resultados positivos. Así, diversas conclusiones apuntan al papel de la sugestión, pero además, la evidencia marca una ponderada influencia de la privación sensorial sobre la recreación de este tipo de experiencias.
Conclusión
Este autor se ha centrado en la observación de fenómenos que suelen ser confusos para quienes los experimentan. Para comenzar, se hace énfasis en que son sucesos mucho más comunes de lo que se cree, pero ocultos, ya que se asocian con la locura.
Es decir, estamos hablando de fallos sensoriales, a los que todo ser humano está expuesto si se dan las circunstancias o existe una alteración cerebral. Una prueba de ello, es la presencia del fenómeno en personas con epilepsia, enfermedades neurodegenerativas y parálisis del sueño.
El desconocimiento o la falta de información, desencadenan en la aceptación de falsos positivos. Adicionalmente, la ausencia de un procesamiento racional de los hechos provoca otros síntomas como ansiedad o miedo desmedido a perder contacto con la realidad.
Finalmente, el conocimiento de las verdaderas causas de los llamados “fenómenos paranormales”, es la principal herramienta para su prevención y abordaje.
Referencias bibliográficas
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