El trastorno del espectro autista (TEA) es una afección del neurodesarrollo que comienza a manifestarse en los primeros años de vida. Afecta al 1% de la población mundial y puede conllevar grandes dificultades en diferentes esferas de la vida de la persona, siendo su principal característica la dificultad en la interacción. ¿A qué se debe? A una alteración vinculada al desarrollo del cerebro. Hay varias teorías que intentan explicar precisamente las disfunciones en la comunicación social y, entre ellas, se encuentran las famosas neuronas espejo como posibles responsables. ¿Será así? ¿Qué tienen que ver estas neuronas? ¿De qué manera podemos intervenir para fortalecer las dificultades? Gracias a los avances de la ciencia, se han encontrado respuestas a estas preguntas. A continuación.
El procesamiento emocional en TEA
El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition, en inglés) lo define como un trastorno del neurodesarrollo con dificultades persistentes en la comunicación e interacción social, y conductas repetitivas y restringidas.
En personas con TEA se observan deficiencias en la reciprocidad socioemocional, conductas comunicativas no verbales y el desarrollo y mantenimiento de relaciones sociales.
Un aspecto que se pone en evidencia a través de la dificultad para expresar cómo se sienten, comprender las emociones de los demás, poder empatizar con los otros o incluso de captar e inferir las convenciones sociales.
Carencias que pueden debilitar sus habilidades para entablar relaciones interpersonales satisfactorias y duraderas.
¿Qué son las neuronas espejo?
El neurobiólogo Giacomo Rizzolatti fue el pionero en descubrir que el ser humano, gracias a la acción de la corteza prefrontal, tiene la capacidad de responder adecuadamente a los distintos estímulos que se le pueden presentar.
Esto se debe a las neuronas espejo (mirror neuron system, MNS, en inglés), que permiten observar, entender las acciones de los demás y poder imitarlas. Ubicadas principalmente en la circunvolución precentral, el lóbulo parietal inferior, giro cingular frontal inferior y surco temporal superior (Xu et al., 2022).
La importancia de las neuronas espejo
Básicamente, las neuronas espejo son las que permiten que el ser humano pueda relacionarse con otros a través de la imitación, empatía y el lenguaje. Así, posibilitan la imitación de gestos, movimientos y expresiones faciales; además de la comprensión en cuanto al lenguaje corporal del otro.
Por ejemplo, imaginemos que nos cruzamos con una persona por la calle y esta levanta la mano en acción de saludo. Seguramente responderemos a este gesto de la misma manera.
Según Khalil et al. (2018) plantean que al observar la conducta de otras personas, se realizan dos tipos de inferencias.
Por un lado, en cuanto al objetivo de la persona que realiza la acción. Es decir, lo que quiere lograr. Y por otro, la intención que tiene dicha persona al realizar tal conducta. Volvamos al ejemplo anterior.
Probablemente, el objetivo de la persona con la que nos encontramos fuese saludarnos y la intención mostrar aprecio o alegría por el encuentro.
Este pequeño ejemplo expone la importancia de la imitación, pues aporta información sobre las acciones e intenciones del resto en la vida diaria. Un aspecto, sin duda, imprescindible para el desarrollo armonioso de los vínculos sociales.
¿Qué une a las neuronas espejo y el TEA?
Como se ha mencionado, las personas con TEA presentan dificultades a nivel afectivo y en la interacción con otros; especialmente en la comprensión y cognición social.
De este modo, suelen tener problemas a la hora de ponerse en el lugar de la persona que está experimentando alguna emoción o se encuentra frente a determinada situación, imitar la conducta del resto que pueden serles útiles para responder o incluso entender el propósito y sentido de la conducta del otro. Todo ello podría atribuirse a deficiencias en la activación de las neuronas espejo.
Un planteamiento que se recoge en la hipótesis del espejo roto (Broken mirror neurons theory, en Inglés), propuesta por Vilayanur S. Ramachandran (2006). Considerada como la principal explicación en la literatura científica que intenta describir la relación entre las características del TEA y las dificultades en el funcionamiento de las neuronas espejo.
Aunque con resultados contradictorios e inconsistentes, varios estudios han mostrado que quienes conviven con TEA y presentan déficits en la imitación, también muestran una respuesta atípica en las neuronas espejo (Wadsworth et al., 2017).
Hoy en día, se ha propuesto que esta alteración no se debe precisamente a deficiencias en la activación de dichas neuronas, sino que la debilidad se encuentra en las asociaciones entre el sistema de las neuronas espejo y otras conexiones neuronales que regulan funciones de cognición social (Yates y Hobson, 2020).
La música como herramienta de intervención
Hay personas con TEA que tienen habilidades excepcionales en ciertas áreas. Entre ellas, el procesamiento de la música.
Curiosamente, las neuronas espejo son sustratos que tienen un rol importante en dicha habilidad (Molnar-Szakacs y Overy, 2006).
En el procesamiento típico de la música hay una interacción entre las neuronas espejo y el sistema límbico, que permite que el cerebro pueda entender sus patrones.
Esta, además de percibirse como notas musicales, tiene una intención y un conjunto organizado de expresiones motoras. Siendo las neuronas espejo las principales encargadas de que se presente la experiencia compartida entre emisor y receptor.
¿Déficits en neuronas espejo pero buena habilidad para la música en TEA?
Aunque pueda parecer paradójico, lo cierto es que las personas con TEA suelen tener principal interés en patrones abstractos y repetitivos; características que presentan las notas musicales. Y es que, la música se caracteriza por repetir patrones que, al ser predecibles, son más familiares y cómodos.
Esto genera gran optimismo en el campo de la intervención, pues la musicoterapia puede ser una estrategia efectiva ya que beneficia la conducta socio-emocional.
Al fin y al cabo, supone una puerta de entrada a la comunicación, la práctica de la atención conjunta, e imitación.
Conclusión
El TEA es un trastorno del neurodesarrollo que conlleva a déficits en la interacción social, principalmente por la dificultad en comprender y entender al resto, empatizar y lograr responder de forma recíproca.
La ciencia ha intentado buscar una explicación neuronal de tales dificultades y, aunque los estudios hasta el momento son contradictorios, la teoría que propone que se debe a una alteración en las neuronas espejo sigue en auge.
La musicoterapia podría ser un camino de intervención que potencie y estimule las habilidades de reciprocidad social.
Referencias bibliográficas
- American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). https://doi.org/10.1176/appi.books.9780890425596
- Khalil, R., Tindle, R., Boraud, T., Moustafa, A. A. y Karim, A. A. (2018). Social decision making in autism: On the impact of mirror neurons, motor control, and imitative behaviors. CNS neuroscience & therapeutics, 24(8), 669-676. https://doi.org/10.1111/cns.13001
- Molnar-Szakacs, I. y Overy, K. (2006). Music and mirror neurons: from motion to ‘e’motion. Social cognitive and affective neuroscience, 1(3), 235-241. https://doi.org/10.1093/scan/nsl029
- Ramachandran, V. S. y Oberman, L. M. (2006). Broken mirrors: a theory of autism. Scientific American, 295(5), 62-69. https://doi.org/10.1038/scientificamerican1106-62
- Wadsworth, H. M., Maximo, J. O., Donnelly, R. J. y Kana, R. K. (2017). Action simulation and mirroring in children with autism spectrum disorders. Behavioural Brain Research, 2(341),1-8. Doi: https://doi.org/10.1016/j.bbr.2017.12.012.
- Xu, L., Zheng, X., Yao, S., Li, J., Fu, M., Li, K., Zhao, W., Li, H., Becker, B. y Kendrick, K. M. (2022). The mirror neuron system compensates for amygdala dysfunction – associated social deficits in individuals with higher autistic traits. NeuroImage, 251, 119010. https://doi.org/10.1016/j.neuroimage.2022.119010
- Yates, L. y Hobson, H. (2020). Continuing to look in the mirror: A review of neuroscientific evidence for the broken mirror hypothesis, EP-M model and STORM model of autism spectrum conditions. Autism : the international journal of research and practice, 24(8), 1945-1959. https://doi.org/10.1177/1362361320936945
Como educadores, es indispensable como herramientas como la musicoterapia para el trabajo con nuestros estudiantes tea. Poder colaborar con estrategias que faciliten su aprendizaje
Me interesa la hipótesis de “espejo roto”en relación al t.e.a.,teniendo en cuenta a las neuronas espejos como las responsables del entendimiento de las acciones o emociones de los demás ,tiene que ver con la empatía.se me suma a esta información el conocimiento que la persona con tea sufre una alteración en las asociaciones entre las neuronas espejo y otras conexiones neuronales que regulan las acciones de cognición social.
ES INTERESANTE UTILIZAR LA MÚSICA COMO HERRAMIENTA DE INTERVENCIÓN EN EL T.E.A.