Si bien el concepto de amok cambia según la historia de la sociedad, conocimiento e intención de las personas en un determinado momento, es curioso ver cómo ha ido evolucionando. Este término, registrado en 1770 por el explorador James Cook y clasificado por primera vez en 1849, se deriva de la palabra malaya mengamok, que significa descargar la furia de forma desesperada. Si bien este síndrome se ha catalogado como una condición ligada a la cultura y relacionado con el homicidio masivo repentino (llegando incluso a considerarse un síndrome islámico) hay bastante controversia. Y es que, aunque los primeros casos se recogieron en tribus primitivas de Malasia e Indonesia, se han reportado algunos que ocurren en países occidentales, como Alemania y Estados Unidos (EE. UU.) Existiendo, así, una amplia variabilidad étnica y geográfica. Veamos un poco más sobre el síndrome de Amok.

Su primera descripción

En 1770, el capitán Cook, describió el comportamiento de miembros de una tribu malaya que se caracterizaba por ser temerario y violento sin causa aparente. Mataban y mutilaban indiscriminadamente a aldeanos y animales en lo que era un ataque frenético. Este cesaba cuando el resto de los miembros de la tribu conseguían parar a la persona que, con frecuencia, era asesinada en el proceso.

Dos casos actuales del síndrome de Amok

R. T. de 46 años y residente de Los Ángeles mató a 4 miembros de su familia y a un amigo. Consumando el suicidio después. La policía descubrió a las víctimas cuando fueron a su casa para informarles de su muerte. R. T. tenía problemas financieros. Se declaró en bancarrota con deudas, incluido un préstamo personal de su empleador de una gran cantidad de dinero.

Síndrome de Amok: La rabia súbita

M. S. de 58 años, natural de España, sostenía que no estaba siendo remunerado profesionalmente como debiera. De esta forma, llevó a cabo cuatro homicidios con un arma de fuego. Las primeras víctimas eran padre e hijo.

Poco tiempo después, movido por la intolerancia a la frustración que le generó reclamar una cantidad adeudada a la caja de ahorros, asesinó a varios trabajadores de una sucursal bancaria.

¿Qué es el síndrome de Amok?

Históricamente, se describieron dos formas del síndrome. Beramok, relacionado con un trastorno depresivo o del estado de ánimo, y amok, asociado con la ira, un insulto percibido o una vendetta antes de un ataque (que no tiene que implicar homicidio). Por otra parte, running amok, alude al comportamiento de alguien que, presa de una fuerte emoción, obtiene un arma y comienza a atacar a personas indiscriminadamente provocando múltiples muertes (Flaskerud, 2012).

Aunque no existe una definición generalmente aceptada del síndrome de Amok, este cuadro se caracteriza por un episodio agudo de violencia o agresión y un comportamiento descontrolado con falta de recuerdo posterior. Así mismo, se ha reportado una mayor prevalencia en hombres y un riesgo de desempleo de 5 a 7 veces mayor que la población general (Adler et al., 2006). 

¿Un episodio o trastorno?

Se presenta como un episodio único, más que un patrón de comportamiento agresivo (a diferencia del trastorno explosivo intermitente). Y, a menudo, se relaciona con rasgos disociativos (posiblemente una fuga disociativa) sin periodo prodrómico.

En las revisiones propuestas del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition, DSM-5, en inglés) se clasifica como un trance disociativo. Los motivos desencadenantes proceden de lo personal, ya sean divorcios, conflictos de pareja o muerte de seres queridos. Incluso contextos políticos. Sin embargo, son más comunes los referentes a conflictos legales, despidos y otros problemas en el trabajo.

Así mismo, el episodio puede estar acompañado de ideas paranoicas, persecutorias, automatismos, amnesia y agotamiento.

También puede manifestarse durante la presentación de un episodio psicótico breve o constituir el inicio o la exacerbación de un proceso psicótico crónico (Tiffon, B.-N., 2021).

¿Hay relación con el trastorno mental?

En la mayoría de los casos (si ha ocurrido un homicidio) estos son actos repentinos y no provocados o cometidos por personas con antecedentes de enfermedad mental. Ahora, se estipula que las condiciones psiquiátricas, personalidad, patología y/o factores estresantes psicosociales son factores implicados en la patogenia.

De hecho, hay casos donde se presenta una manifestación inusual de una condición depresiva, enfermedad psicótica o trastorno de personalidad severo (destacándose el paranoico, antisocial o narcisista). Sobre todo cuando no está tratada (Saint Martin, 1999). En definitiva, a pesar de que su ocurrencia es estadísticamente poco común, se han barajado posibles etiologías psicológicas, culturales y hasta nutricionales (Kudva, 2011).

Pistas para la prevención del síndrome de Amok

Amenazas

En una gran mayoría de casos, la amenaza previa tiene un papel importante. Aunque estas no van seguidas de actos de violencia necesariamente, su evaluación es un paso hacia la prevención. De este modo, se habrían de valorar posibles sentimientos crónicos de ira, fantasías de venganza (necesario explorar si tales cogniciones y afectos se experimentan como intrusivos), sentimientos de humillación, insultos, rencor, impotencia y exigencias de justicia.

Teniendo en cuenta si dichas amenazas se remontan a los síntomas de una psicosis esquizofrénica, episodio depresivo, adicción grave o una enfermedad cerebral orgánica con trastornos del control de los impulsos. De ser así, se requiere tratamiento psiquiátrico (Dressing y Meyer-Lindenberg, 2010). 

Anamnesis biográfica

Registrar el desarrollo, la estructura de la personalidad y su relación con los eventos vitales potencialmente críticos en la persona. De presentarse estos, se ha de explorar el significado de tales sucesos para el individuo en cuestión.

Ambiente y familia

Una evaluación integral de riesgos también debe incluir el entorno familiar y social. Entre los factores de riesgo se incluye el apoyo social bajo, las tendencias de negación y el aislamiento, por ejemplo. Y es que, situaciones en las que existe una degradación social pueden dar paso a cambios en las zonas cerebrales que procesan y regulan las emociones, pudiendo asociarse con un mayor riesgo en el uso impulsivo de la violencia.

Conclusión

La relación entre agresor y víctima, así como los síndromes psiquiátricos asociados no tienen una definición estadísticamente clara todavía. Y, al parecer, los trastornos mentales por sí solos no pueden explicar el cuadro debido a su alta prevalencia y la rareza, a su vez, de este.

Si bien los métodos de pronóstico todavía no son completamente confiables, enfoques prospectivos de investigación psicopatológica, exámenes neurobiológicos y epidemiológicos en personas con situaciones de riesgo dentro de programas de gestión de riesgo parecen ser buenas opciones.

Referencias bibliográficas

  • Adler, L., Marx, D., Apel, H., Wolfersdorf, M. y Hajak, G. (2006). Stability of the “amok runner syndrome. Fortschritte Der Neurologie-Psychiatrie74(10), 582-590. https://doi-org.usal.idm.oclc.org/10.1055/s-2005-919092
  • Dressing, H. y Meyer-Lindenberg, A. (2010). Risikoeinschätzung bei Amokdrohungen. Der Nervenarzt81(5), 594-601. https://doi-org.usal.idm.oclc.org/10.1007/s00115-010-2943-6
  • Flaskerud, J. (2012). Case Studies in Amok?. Issues in mental health nursing, 33(12), 898-900. Doi: 10.3109/01612840.2012.719583.
  • Kudva, K. G. (2011). Redefining “amok” and other rampage-type culture-bound syndromes. Asia-Pacific Psychiatry3(4), 241–245. https://doi-org.usal.idm.oclc.org/10.1111/j.1758-5872.2011.00151.x
  • Saint Martin, M. L. (1999). Running Amok: A Modern Perspective on a Culture-Bound Syndrome. The Primary Care Companion to The Journal of Clinical Psychiatry, 1(3), 66-70. Doi: 10.4088/pcc.v01n0302.
  • Tiffon, B.-N. (15-19 de febrero de 2021). A Case Study of Amok Syndrome and Intermittent Pathological Impulsiveness. [Resumen de presentación de la conferencia]. Actas de la Academia Estadounidense de Ciencias Forenses (AAFS), Estados Unidos (EE. UU.) Doi: 10.13140/RG.2.2.18857.52325.