La memoria humana, lejos de ser un archivo exacto, implica un proceso reconstructivo. La tecnología y los medios de comunicación influyen en esta reconstrucción, ampliando pero también distorsionando nuestros recuerdos. A través de la constante exposición a información variada, fotografías y medios digitales, se plantea una pregunta fundamental: ¿Son confiables nuestros recuerdos en un mundo inundado de información?

¿Los recuerdos son veraces?

La memoria humana no funciona como una grabadora que reproduce fielmente los eventos tal y como sucedieron. En cambio, es reconstructiva en su naturaleza, lo que significa que se basa en fragmentos de información almacenados en el cerebro para reconstruir los eventos pasados. Durante el proceso de recuperación de la memoria, conocido como evocación, el cerebro llena los vacíos en la información con detalles que no estaban presentes en el evento original (Strange et al., 2005).

Tecnologías y recuerdos: Memoria reconstructiva

En ese sentido, se comprende que la memoria humana no es un registro perfecto de la experiencia, sino que está sujeta a varios tipos de errores, lapsos y distorsiones cognitivas. Y estos, en definitiva, pueden clasificarse en diferentes categorías.

Recuerdo fugaz y verosímil

El primer tipo de distorsión que afecta a nuestras memorias se ha denominado como transitoriedad. Este se refiere a la tendencia de la memoria a desvanecerse con el tiempo, lo que lleva a olvidar detalles importantes de las diferentes experiencias cotidianas que tenemos en nuestras vidas.

Además, existe otro tipo de efecto que, complementando el anterior, tiende a distorsionar todavía mas los recuerdos de algunas experiencias. La llamada interferencia, tendencia de la memoria a ser influenciada por información similar o relacionada a una cierta vivencia, que podría confundir u ocasionar que se recuerden incorrectamente los detalles de los eventos (Schacter, 2022).

No es posible recordar esta informacion en este momento

Además, otro tipo de error interesante que atraviesa los sistemas de memoria es el bloqueo, que conlleva la incapacidad temporal para recordar información, a pesar de que se sabe que los recuerdos se han almacenado en la memoria. Por ejemplo, a casi todos nos ha sucedido, alguna vez, que queremos decir algo que está en la punta de la lengua, pero no logramos recordarlo.

¿Afectan los recuerdos las tecnologías de la comunicación?

Con el avance de las Tecnología de la Información y la Comunicación (TIC), y la inmensa accesibilidad que hay en la actualidad a los diferentes medios de comunicación a través de Internet, se ha planteado la interrogante acerca de qué tanto tales tecnologías podrían afectar a los sistemas de memoria. En ese contexto, se ha visto que tanto la tecnología como los medios afectan a la memoria humana, de manera positiva y negativa.

Y, justamente, relacionándolo con las distorsiones de las diferentes memorias, otro de los errores que les son inherentes a dichos sistemas, refiere a lo que se denomina como atribución errónea y sugestibilidad. Y es que, por ejemplo, la tecnología suele aumentar la atribución errónea al proporcionar una gran cantidad de información de múltiples fuentes, lo que dificulta la identificación de la fuente correcta de la información.

Internet: Un océano de información

Es evidente la inmensa cantidad de información que puede encontrarse en Internet, ya sea a través del formato que sea (tanto escrita, en blogs o sitios web que se dedican a divulgar información variada, medios audiovisuales, como suelen ser, por ejemplo, vídeos de YouTube o podcast en Spotify). Internet es un océano de datos del que nos puede ser muy difícil distinguir los que son confiables de los que no lo son.

Dicho tipo de información, a veces, es incorrectamente difundida por ignorancia o con intencionalidad. Y es así que, además de la atribución errónea, está también el efecto de sugestibilidad, impactando en los recuerdos cuando se proporciona información sesgada o engañosa, lo que lleva a la creación de recuerdos falsos o distorsión de la información almacenada (Otgaar et al., 2023).

Tecnologías y recuerdos: La relevancia de la fotografía

Las fotografías, en tanto un medio de distribución de información tan actual como cualquier otro, afectan a los sistemas de memoria de varias maneras. Por ejemplo, al revisar fotografías de alguna actividad que se vaya a realizar, esta podría mejorar la capacidad para recordar las acciones llevadas a cabo y reproducir de mejor manera dicha actividad en el futuro.

No obstante, y por el contrario, la delegación de los procesos de memoria a la fotografía también tiene efectos negativos, como la reducción de la capacidad para recordar información. Mismamente, al delegar la revisión de ciertos objetos para posteriormente mirarlos en una fotografía. Es decir, el simplemente fotografiarlos y no prestarles atención en el encuentro en vivo, repercute en cómo recordamos tales objetos, en qué lugares los vimos u otros aspectos vinculados a su entorno y características (Oeberst et al., 2021).

La importancia de ser consciente

En este sentido, es importante poder ser consciente de los errores en los que pueden caer los sistemas de memoria. Esto es, de que existen diferentes maneras por las que se puede, a través de diversos medios, sesgar los recuerdos, crear falsas memorias e, incluso, tomar decisiones en función de ellos.

Así, es necesario comprender, además, la relación de los recuerdos con las emociones, y sobre todo, el recuerdo de los rostros. Y es que, a través de diferentes medios de comunicación se comparten y difunden diversos contenidos fotográficos de personas como representantes políticos o figuras públicas. Estas imágenes, en ocasiones, pueden ser seleccionadas con cierta intencionalidad, en cuanto a que los gestos que muestran suscitan ciertas emociones (Greene y Murphy, 2020).

Sugestibilidad: Mediadora entre tecnologías y recuerdos

El reconocimiento facial es una función humana altamente desarrollada y eficiente que implica múltiples redes neuronales. En consecuencia, muchos otros sistemas funcionales están conectados al sistema central de reconocimiento facial, entre ellos, la amígdala, ínsula y el sistema límbico, donde se gestiona la percepción de las emociones (Steinert y Dennis, 2022).

De esta forma, una fotografía de una persona con un gesto que, por nuestra experiencia de vida, suscite emociones negativas, como el miedo o repulsividad, tendrá un efecto en cómo podremos recordarla, debido a la sugestibilidad de nuestras memorias. Finalmente, algo a tener muy en cuenta hoy en día, sobre todo en la época de las incipientes inteligencias artificiales, es que las fotografías manipuladas o engañosas influyen en la memoria, y esto suele, también, llevar a la creación de recuerdos falsos (Ewbank et al., 2009).

Conclusión

La fusión entre tecnología y memoria es compleja: nos brinda acceso ilimitado a información, pero también moldea nuestros recuerdos. Las distorsiones y errores inherentes a la memoria se ven amplificados por la abundancia de datos digitales y la influencia de información audiovisual. Por ello, ser conscientes de cómo la tecnología moldea los recuerdos es crucial en un mundo donde la información y las emociones se entrelazan, y donde la confiabilidad de los recuerdos se ve desafiada constantemente. Por último, para aprender más sobre el impacto neuropsicológico de la tecnología, te recomendamos nuestro curso en neuropsicología y telepantallas.

Referencias bibliográficas

  • Ewbank, M. P., Barnard, P. J., Croucher, C. J., Ramponi, C. y Calder, A. J. (2009). The amygdala response to images with impact. Social Cognitive and Affective Neuroscience, 4(2), 127-133. https://doi.org/10.1093/scan/nsn048
  • Greene, C. M. y Murphy, G. (2020). Individual differences in susceptibility to false memories for COVID-19 fake news. Cognitive Research: Principles and Implications, 5(1). https://doi.org/10.1186/s41235-020-00262-1
  • Oeberst, A., Wachendörfer, M. M., Imhoff, R. y Blank, H. (2021). Rich false memories of autobiographical events can be reversed. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 118(13). https://doi.org/10.1073/pnas.2026447118
  • Otgaar, H., Mangiulli, I., Battista, F. y Howe, M. L. (2023). External and internal influences yield similar memory effects: the role of deception and suggestion. Frontiers in Psychology, 14. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2023.1081528
  • Schacter, D. L. (2022). Media, technology, and the sins of memory. Memory, Mind & Media, 1(e1). https://doi.org/10.1017/mem.2021.3
  • Steinert, S. y Dennis, M. J. (2022). Emotions and digital well-being: On social media’s emotional affordances. Philosophy & Technology, 35(2). https://doi.org/10.1007/s13347-022-00530-6
  • Strange, D., Gerrie, M. P. y Garry, M. (2005). A few seemingly harmless routes to a false memory. Cognitive Processing, 6(4), 237-242. https://doi.org/10.1007/s10339-005-0009-7