Desde hace al menos dos décadas, se ha venido discutiendo el concepto de comorbilidad entre el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y el trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Algunas investigaciones han brindado luz sobre posibles vinculaciones entre ambos, que tienen, ante todo, implicaciones diagnósticas importantes. ¿Cuáles son estas vinculaciones? ¿De qué manera inciden en el diagnóstico de cada cuadro? ¿Se han encontrado indicios que den cuenta de una posible comorbilidad entre ellos? En esta nota, exploraremos más acerca de tales resultados.

¿En qué consiste el TDAH?

El TDAH se considera dentro de la categoría de “Trastornos del Neurodesarrollo” del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition, DSM-V, en inglés), y, en su diagnóstico, se deben tener en cuenta varios criterios que, en resumen, pueden encapsularse en problemas atencionales y de hiperactividad.

No obstante, en la actualidad, enfoques como el de la neurodiversidad, critican esta categorización. Y plantean que, en cambio, el TDAH es una variación del funcionamiento del cerebro que no necesariamente implica un trastorno o condición patológica.

Movimiento de la neurodiversidad

TOC y TDAH: Neurodiversidad

Así, desde este último enfoque, se argumenta que las personas que nacen con tal condición, presentan una serie de dificultades en función de que la sociedad en la que vivimos está construida para personas neurotípicas, es decir, sin la condición.

En ese sentido, los obstáculos están relacionados a:

  • Gestión y percepción del tiempo.
  • Dificultades de concentración, atención y autorregulación.
  • Insomnio y depresión.
  • Dificultad para mantener el empleo y trabajar en equipo.

Finalmente, y más allá de estas dos maneras de concebir al TDAH, en ambas se plantea una atención irregular. Y es, justamente la atención, el nexo que aparece en algunos estudios que se han realizado en la última década entre TDAH y TOC.

TOC y atención

Por otro lado, el TOC es diagnosticado a partir de la presencia de obsesiones, compulsiones, o ambas, las cuales requieren de la persona que lo padece una cantidad importante de tiempo, o le causan un malestar clínico significativo. Produciéndole, por ello, un deterioro social, laboral o en otras áreas relevantes de su vida cotidiana.

Esto se debe, entre otras cosas, a que las obsesiones, entendidas como ideas o imágenes intrusivas, son vividas con un alto nivel de ansiedad. De esa manera, la respuesta de ansiedad afecta a una amplia gama de procesos cognitivos, entre los cuales encontramos a la atención (Tuygar Okutucu et al., 2022).

¿Cuál es, entonces, la relación entre TOC y TDAH?

Autores exponen que se ha observado una alta comorbilidad entre el TDAH y el TOC infantil y adolescente. No obstante, también se ha planteado la hipótesis de que la ansiedad obsesiva podría generar problemas de atención y disfunción en la capacidad ejecutiva. Y, por esto, agregan que se podrían estar realizando diagnósticos inadecuados de TDAH en individuos con TOC (Guzick et al., 2017).

TOC y TDAH: ansiedad

Así, se ha estudiado la relación entre TOC y TDAH, en función de ciertos tratamientos, y se ha encontrado que la respuesta al tratamiento del TOC modera la falta de atención. Y también, que las personas que muestran una mayor reducción en la gravedad del TOC experimentan, a su vez, mayor decremento en los síntomas de TDAH relacionados con la falta de atención (Conelea et al., 2017).

¿Qué dicen los resultados?

Los hallazgos indican que los jóvenes con TOC y problemas de falta de atención pueden experimentar mejorías notables en sus dificultades de atención después de recibir tratamiento para el TOC. Por lo tanto, en muchos casos de diagnóstico de TOC, la falta de atención podría estar intrínsecamente vinculada a las obsesiones y compulsiones. Y, por ello, los profesionales de la salud podrían considerar la posibilidad de abordar inicialmente el tratamiento del TOC antes de considerar al TDAH de tipo inatento.

Diagnósticos equivocados entre TOC y TDAH

A pesar de los numerosos estudios que sugieren comorbilidad entre TOC y TDAH, hasta ahora solo se ha proporcionado respaldo etiológico para una comorbilidad pediátrica. De esta manera, las tasas infladas de coexistencia entre el TDAH y el TOC pueden estar mediadas por la presencia de una sintomatología parecida a la del TDAH, pero que en realidad refiera mas bien a un TOC pediátrico.

Esto es debido a que hay evidencia de procesos de maduración neuronal alterados en el TOC pediátrico que podrían llevar a expresiones fenotípicas posiblemente transitorias que se asemejan a la sintomatología del TDAH. Y, es por ello, que en adultos se han reportado tasas de coexistencia más bajas entre ambos cuadros (Abramovitch et al., 2015)

TOC y TDAH: tratamiento

En ese sentido, una tendencia a diagnosticar erróneamente TDAH o TOC, debido a su parecido en el componente atencional, podría esclarecer la falta de una explicación teórica para la comorbilidad en este último grupo de edad. Como solución, un riguroso análisis clínico y diagnóstico diferencial de TOC previamente a considerar un TDAH, podría ser clave en la construcción de estrategias de evaluación clínica.

Implicaciones diagnósticas

La variación en la frecuencia de la comorbilidad, probablemente, se debe a discrepancias en las formas en que se definen y estudian estos cuadros. Lo que plantea, en alguna medida, interrogantes sobre si ambos realmente coexisten al mismo tiempo, o si uno de ellos podría simular o predisponer a una persona al otro. También, la presencia conjunta subraya la importancia de que los profesionales de la salud consideren la posibilidad de que haya casos de TDAH no diagnosticado en pacientes con TOC que no responden bien al tratamiento, y viceversa (Cabarkapa et al., 2019).

Conclusión

La relación entre TOC y TDAH plantea cuestiones fundamentales sobre la naturaleza de los trastornos mentales, en sus similitudes y diferencias. Para ello, la neurodiversidad sugiere la necesidad de revisar cómo definimos y abordamos estos trastornos. Además, la respuesta positiva al tratamiento del TOC y la falta de comorbilidad en adultos, plantea la pregunta de si muchos casos de TDAH diagnosticado no son, en realidad, cuadros de TOC. Por todo esto, nos vemos desafiados a repensar nuestras categorizaciones y enfoques en el ámbito de la salud mental. Si quieres adquirir herramientas vinculadas al TDAH, te invitamos a conocer nuestro curso en evaluación y diagnóstico del TDAH en niños.

Referencias bibliográficas

  • Abramovitch, A., Dar, R., Mittelman, A. y Wilhelm, S. (2015). Comorbidity between attention deficit/hyperactivity disorder and obsessive-compulsive disorder across the lifespan: A systematic and critical review. Harvard Review of Psychiatry, 23(4), 245-262. https://doi.org/10.1097/hrp.0000000000000050
  • American Psychiatric Association (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). https://doi.org/10.1176/appi.books.9780890425596
  • Cabarkapa, S., King, J. A., Dowling, N. y Ng, C. H. (2019). Co-morbid obsessive-compulsive disorder and attention deficit hyperactivity disorder: Neurobiological commonalities and treatment implications. Frontiers in Psychiatry, 10. https://doi.org/10.3389/fpsyt.2019.00557
  • Conelea, C. A., Selles, R. R., Benito, K. G., Walther, M. M., Machan, J. T., Garcia, A. M., Sapyta, J., Morris, S., Franklin, M. y Freeman, J. B. (2017). Secondary outcomes from the pediatric obsessive compulsive disorder treatment study II. Journal of Psychiatric Research, 92, 94-100. https://doi.org/10.1016/j.jpsychires.2017.04.001
  • Guzick, A. G., McNamara, J. P. H., Reid, A. M., Balkhi, A. M., Storch, E. A., Murphy, T. K., Goodman, W. K., Bussing, R. y Geffken, G. R. (2017). The link between ADHD-like inattention and obsessions and compulsions during treatment of youth with OCD. Journal of Obsessive-Compulsive and Related Disorders12, 1-8. https://doi.org/10.1016/j.jocrd.2016.11.004
  • Tuygar Okutucu, F., kırpınar, I., Deveci, E. y Kızıltunc, A. (2022). Cognitive functions in Obsessive Compulsive Disorder and its relationship with oxidative metabolism. Noro Psikiyatri Arsivi, 60(2), 134. https://doi.org/10.29399/npa.28122