La saga de películas de Volver al futuro (Back to the Future, 1985) nos ha llevado a cierto deseo de poder atravesar distintas esferas del espacio-tiempo. Pero, si bien viajar en el tiempo quizá no sea posible físicamente, sí lo es a nivel mental. Y es que, los seres humanos y, al parecer, otras especies, tenemos una facultad llamada viaje mental en el tiempo (mental time travel, en inglés). En esta nota, abordaremos este concepto que data desde 1985 y cómo su existencia ha sido respaldada en múltiples investigaciones.

¿A qué nos referimos con viaje mental en el tiempo?

El viaje mental en el tiempo es un término acuñado para referirse a la facultad que permite a los humanos proyectarse mentalmente hacia el pasado para revivir eventos o hacia el futuro para preverlos. Asimismo, tanto los viajes al pasado como al futuro comparten características fenomenológicas y activan áreas cerebrales similares (Suddendorf y Corballis, 2007).

Los aportes de Tulving

En 1985, Endel Tulving publicaba uno de sus más célebres trabajos titulado Memoria y Conciencia (Memory and Consciousness, 1927, en inglés). En la obra, no solo revisó la distinción entre la memoria episódica y la memoria semántica, sino que también planteó la posibilidad de que el viaje mental en el tiempo pudiera aplicarse tanto al futuro episódico como al pasado episódico.

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Canadian Medical Hall of Fame (s. f.) Endel Tulving, destacado psicólogo experimental cononocido por sus estudios sobre memoria. [Fotografía]. Recuperado de https://www.cdnmedhall.ca

A su vez, Tulving destacó la importancia de la conciencia autonética, capacidad que permite a las personas introspeccionar de manera recursiva sobre sus propias experiencias subjetivas a través del tiempo, percibiendo la continuidad de su identidad desde el pasado hasta el presente y hacia el futuro.

Estudio: Amnesia y conciencia temporal

Para eso, recurrió al estudio de pacientes con amnesia, y señaló que algunos de ellos vivían en un presente permanente. Por lo que, esto implicaba una falta de conciencia tanto del pasado como del futuro. Estas observaciones respaldaron la idea de que la capacidad de viajar mentalmente en el tiempo está relacionada con la conciencia autonética y la experiencia de pasado y futuro.

Evidencias a nivel cerebral

En el viaje mental en el tiempo, diversas áreas del cerebro se activan y participan en diferentes funciones. Al respecto, se han logrado resumir distintos hallazgos desde la neuropsicología, a partir de técnicas de neuroimagen, sobre los mecanismos subyacentes a este fenómeno (Suddendorf et al., 2009).

¿Cómo viajamos mentalmente en el tiempo?

Ciertos estudios han demostrado que el hipocampo es esencial en la recuperación de detalles y en la cohesión de eventos imaginados, tanto del pasado como del futuro. Además, se ha identificado una red central que se utiliza para recordar el pasado y construir simulaciones mentales de posibles eventos futuros. Esta red incluye regiones como la corteza prefrontal medial, la corteza parietal lateral y medial (incluyendo el precúneo y la corteza retrosplenial) y los lóbulos temporales lateral y medial, especialmente el hipocampo.

Por otra parte, la interconexión entre estas áreas y su relación con la formación del hipocampo, sugieren que la construcción de eventos imaginados depende en gran medida de la memoria episódica. En ese sentido, dichos descubrimientos desafían la visión tradicional del papel del hipocampo como un simple almacén temporal. Pues, también resaltan su importancia para recuperar detalles vívidos de experiencias pasadas y futuras.

¿Viajar mentalmente en el tiempo es exclusivo de los seres humanos?

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La cuestión de si el viaje mental en el tiempo es exclusivo de los humanos o está presente en otras especies, ha generado controversia. Así pues, si bien hay estudios que sugirieron que esta habilidad era única de los humanos, la mira en diversas especies ha planteado un desafío a esta idea. Del tal forma que, para desafiar la antigua premisa, veamos algunos de los ejemplos en especies no humanas (Corballis, 2013).

Viaje mental en otras especies

Los arrendajos (una especie de ave), por ejemplo, pueden recuperar comida almacenada no solo basándose en dónde fue acumulada, sino también cuándo, lo que podría implicar memoria episódica de la experiencia de almacenamiento en sí. Asimismo, los chimpancés han mostrado comportamientos que sugieren la anticipación y planificación de futuras actividades, como seleccionar herramientas para uso futuro o recolectar y ocultar piedras para lanzar a los visitantes del zoológico más tarde.

Ahora bien, existen desafíos metodológicos y cuestionamientos sobre si estos resultados reflejan aprendizaje asociativo o la imaginación de eventos pasados o futuros. Sin perjuicio de esto, la evidencia neurofisiológica reciente sugiere que, incluso sin lenguaje, otras especies podrían tener al menos una capacidad limitada para viajar mentalmente en el tiempo.

El viaje mental en el tiempo en trastornos psicológicos

El viaje mental en el tiempo, el intérprete de sesgos y la atención ejecutiva son componentes fundamentales de la cognición humana, y su intrincada interacción da lugar a las características únicas del pensamiento humano. Asimismo, también puede desempeñar un papel relevante en la psicopatología, incluida la depresión, por ejemplo (Kellogg et al., 2020).

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Cuando hay depresión

Cuando una persona experimenta ansiedad o depresión, un déficit en uno de estos componentes puede afectar negativamente el funcionamiento de los otros. Por ejemplo, el viaje mental en el tiempo en personas con depresión puede estar enfocado en las incertidumbres y amenazas de las experiencias de vida.

Como resultado, esto podría amplificar la percepción de estrés y empeorar los síntomas depresivos. Además, dicho sesgo hacia lo negativo puede llevar a una rumiación constante sobre experiencias pasadas o futuras. En consecuencia, quizá contribuyese a la persistencia de los síntomas. A su vez, el intérprete, clave en la comprensión de la voz interna y la inferencia causal en la respuesta a eventos estresantes, puede ser afectado por el estado depresivo. Por tanto, se dirigiría a una interpretación negativa y distorsionada de los acontecimientos.

Conclusión

El viaje mental en el tiempo emerge como un intrigante fenómeno cognitivo, tanto para la psicología como para disciplinas enfocadas en la cognición animal. Asimismo, su relevancia en trastornos como la depresión, resalta la importancia de comprender cómo las proyecciones mentales influyen en el bienestar emocional. En ese sentido, explorar su interacción con otros componentes claves en este trastorno, puede allanar el camino para intervenciones terapéuticas más efectivas.

Referencias bibliográficas

  • Corballis, M. C. (2013). Wandering tales: evolutionary origins of mental time travel and language. Frontiers in Psychology4, 485. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2013.00485
  • Kellogg, R. T., Chirino, C. A. y Gfeller, J. D. (2020). The complex role of mental time travel in depressive and anxiety disorders: An ensemble perspective. Frontiers in psychology11. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2020.01465
  • Suddendorf, T. y Corballis, M. C. (2007). The evolution of foresight: What is mental time travel, and is it unique to humans? The Behavioral and Brain Sciences30(3), 299-313. https://doi.org/10.1017/s0140525x07001975
  • Suddendorf, T., Addis, D. R. y Corballis, M. C. (2009). Mental time travel and the shaping of the human mind. Philosophical transactions of the Royal Society of London. Series B, Biological sciences364(1521), 1317-1324. https://doi.org/10.1098/rstb.2008.0301
  • Tulving, E. (1985). Memory and consciousness. Canadian Psychology26(1), 1-12. https://doi.org/10.1037/h0080017