John B. Watson fue un destacado psicólogo estadounidense reconocido como uno de los fundadores del conductismo. Una corriente de pensamiento que se enfoca en el estudio científico del comportamiento observable. En esta nota, exploraremos la biografía de John B. Watson, sus contribuciones clave al campo de la psicología conductista y su experimento más emblemático, el experimento del “pequeño Albert”.
Watson: Infancia y primeros años
John B. Watson, nació el 9 de enero de 1878 y creció en una familia de escasos recursos en Carolina del Sur.
Durante su infancia enfrentó el abandono de su padre cuando tenía tan solo 13 años y, durante su adolescencia, experimentó dos arrestos debido a peleas y comportamiento problemático. Su rendimiento académico no era muy bueno en aquel entonces.
Sin embargo, con el apoyo de su madre, Watson logró ingresar a la Universidad de Furman en Greenville, Carolina del Sur, a los 16 años, y obtuvo una maestría a la edad de 21 años, en 1899. Posteriormente, en 1903, obtuvo su doctorado en psicología en la Universidad de Chicago, donde inició su carrera como docente (Buckley, 1989).
¿Qué es la psicología, según Watson?
En 1908, Watson asumió el cargo de profesor en la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Maryland, y fundó su propio laboratorio para investigar en el campo de la psicología comparada. Fue durante este período que formuló sus primeras afirmaciones fundamentales sobre la psicología conductista.
En La psicología desde la perspectiva conductista (1913) (Psychology as the behaviorist views it, en inglés), Watson argumentó que la psicología es una disciplina dedicada al estudio del comportamiento observable, y dicho comportamiento debe ser investigado de manera precisa y rigurosa en el laboratorio (Plucker, 2003).
Watson: El condicionamiento clásico
A diferencia del psicoanálisis freudiano, que explora conceptos intangibles como el inconsciente, Watson propuso que la psicología debía estudiar comportamientos observables y evaluables a través del método científico. En este sentido, el psicólogo se alineaba con la teoría del condicionamiento clásico. Un modelo de aprendizaje asociativo introducido por Iván Pávlov a finales del siglo XIX.
¿En qué consiste el condicionamiento clásico?
El condicionamiento clásico establece que si un estímulo incondicionado que produce efectos conocidos (por ejemplo la comida, que provoca que los perros saliven), se asocia a un estímulo neutro (por ejemplo, el sonido de una campana) en reiteradas ocasiones, el estímulo neutro producirá efectos idénticos a los del estímulo incondicionado (el sonido de la campana hará que el perro salive, aunque no haya comida).
Watson asumió entonces que el comportamiento es o bien un reflejo evocado por un estímulo, o una consecuencia de la historia individual de exposición a condicionamientos.
De hecho, estaba tan convencido de la efectividad del condicionamiento clásico que afirmó que si le dieran una docena de bebés sanos, podría moldearlos de cualquier forma (es decir, podría lograr que fueran médicos o abogados brillantes), independientemente de su predisposición genética (Plucker, 2003).
Watson: El experimento del “pequeño Albert”
Ciertamente, uno de los experimentos más conocidos es el del “pequeño Albert”. En este experimento, a través de la aplicación de los principios del condicionamiento clásico Watson pretendió averiguar si era posible condicionar a un lactante para que le tuviera fobia a un animal al presentarlo de forma simultánea con un sonido fuerte y temeroso. Además, pretendió indagar si esa fobia se transferiría (o generalizaría) a otros animales u objetos inanimados similares. Por último, investigó cuánto tiempo perdurarían tales temores.
El condicionamiento de una fobia
En 1920, intentando responder a estas interrogantes, Watson y su esposa Rosalie Rayner seleccionaron a un niño pequeño de 11 meses llamado Albert y evaluaron las reacciones incondicionadas a varios estímulos (animales, algodón, fuego, entre otros). Como era de esperar, Albert no mostraba miedo a ningún animal ni objeto peludo. Aunque sí sentía miedo ante el sonido de un martillo golpeando una barra de metal.
Posteriormente, Watson y Rayner intentaron condicionarlo para que temiera a una rata blanca, produciendo un sonido con el martillo y la barra de metal cada vez que Albert tocaba el animal. Tras realizar esto un total de 7 veces (en 2 semanas), el pequeño comenzó a llorar ante la aparición de la rata, aún en ausencia del sonido.
Además, semanas más tarde, los investigadores comprobaron que se mostraba angustiado ante cualquier objeto peludo. Ya fuese animado o inanimado, demostrando que su fobia no solo se sostuvo en el tiempo, sino que se generalizó (Harris, 1979).
Un experimento controversial
La metodología implementada por Watson y Rayner contribuyó a generar una creciente preocupación por el bienestar de los participantes. A pesar de la evidente incomodidad del niño, los investigadores decidieron continuar con el estudio.
Esto es especialmente relevante dado que Albert, claramente, no podía otorgar su consentimiento. Además, los investigadores no consiguieron extinguir la fobia del pequeño, pues se mudó de ciudad con su madre antes de la fase final del experimento (Youngpeter, 2008).
Algunos críticos incluso observaron deficiencias en el estudio que sugieren que realmente se produjo poco o ningún condicionamiento del miedo. Estas críticas se basaron principalmente en los informes publicados (Powell y Schmaltz, 2021). Incluso, se llegó a alegar tiempo después que el menor no era el niño sano que los investigadores describieron, sino que presentaba déficits neurológicos (Digdon et al., 2014).
La desensibilización sistemática
El experimento de Watson y Rayner inspiró a la investigadora Mary Cover Jones (1924) a desarrollar las bases de la técnica de desensibilización sistemática. Mediante esta, se entrena a la persona para desaprender el miedo mediante exposiciones repetidas y controladas al estímulo fóbico. Dicha técnica, hasta día, de hoy es parte esencial de las intervenciones conductuales y cognitivo conductuales en el tratamiento de las fobias (Ollendick y Muris, 2015).
Conclusión
John B. Watson entendía a la psicología como la ciencia del comportamiento humano y fue un actor fundamental en el desarrollo de la teoría del condicionamiento clásico. El experimento del “pequeño Albert”, llevado a cabo por él y su esposa Rayner, ha sentado las bases para el estudio de las fobias e influido en el desarrollo de intervenciones clínicas que buscan abordar y superar las fobias como la desensibilización sistemática. El legado de Watson y el experimento continúan siendo relevantes en la comprensión y tratamiento de los trastornos de ansiedad en la actualidad.
Referencias bibliográficas
- Buckley, K. W. (1989). Mechanical man: John B. Watson and the beginnings of behaviorism. Guilford Press.
- Cover Jones, M. (1924). A laboratory study of fear: The case of Peter. The Pedagogical Seminary and Journal of Genetic Psychology, 31(4), 308-315. https://doi.org/10.1080/08856559.1924.9944851
- Digdon, N., Powell, R. A. y Harris, B. (2014). Little Albert’s alleged neurological impairment: Watson, Rayner, and historical revision. History of psychology, 17(4), 312-324. https://doi.org/10.1037/a0037325
- Harris, B. (1979). Whatever happened to little Albert? American Psychologist, 34(2), 151-160. https://doi.org/10.1037/0003-066X.34.2.151
- Ollendick, T. H. y Muris, P. (2015). The Scientific Legacy of Little Hans and Little Albert: Future Directions for Research on Specific Phobias in Youth. Journal of Clinical Child & Adolescent Psychology, 44(4), 689-706. https://doi.org/10.1080/15374416.2015.1020543
- Plucker, J. A. (2003). John Broadus Watson. Encyclopedia of Education.
- Powell, R. A. y Schmaltz, R. M. (2021). Did Little Albert actually acquire a conditioned fear of furry animals? What the film evidence tells us. History of psychology, 24(2), 164-181. https://doi.org/10.1037/hop0000176
- Watson, J. B. (1924). Behaviorism. Routledge.
- Watson, J. B. y Rayner, R. (1920). Conditioned emotional reactions. Journal of Experimental Psychology, 3(1), 1-14. https://doi.org/10.1037/h0069608
- Youngpeter, K. (2008). Controversial psychological research methods and their influence on the development of formal ethical guidelines. Student Journal of Psychological Science, 1(1), 4-12. https://www.semanticscholar.org/paper/Controversial-Psychological-Research-Methods-and-on-Youngpeter/7589e0aa72616c7720501b285a3c9c619936c6d3