La reconocida artista japonesa, Yayoi Kusama, fue una de las referentes más importantes del arte en Nueva York en la década de 1960, que no recibió el reconocimiento merecido en ese preciso momento. Esta situación la afectó psicológicamente a tal punto que volvió a su país. Desde aquel momento, sigue realizando sus magníficas creaciones desde una clínica psiquiátrica en la que se internó voluntariamente hace casi 50 años.

Yayoi Kusama: Un ícono del arte

Yayoi Kusama logró convertirse a lo largo de su carrera en una referente del arte, centrando su interés en las pinturas con repetición de patrones. Trabajó con pintura, escultura, arte, performance e instalaciones. Actualmente, Kusama es reconocida como una de las artistas japonesas más importantes de la historia

Y un documental interesante sobre su pintura

Yayoi Kusama: La relación entre arte y salud mental
Cano, J. (2018). Escapó de un matrimonio concertado, nadie fue a su primera exposición y hoy vive (voluntariamente) en un manicomio. [Fotografía]. Recuperado de www.elledecor.com

Respecto a su manera de percibir el mundo exterior, para luego plasmarlo en sus obras, dijo en el documental Kusama: Infinity (2018): 

Me obsesiona la acumulación, y con acumulación me refiero a que nada en el Universo, ni las estrellas ni los planetas, existen por sí mismos, todo está encadenado. Siempre estoy cuestionando, explorando y buscando preguntas para mí misma. A través del arte, intento curar mi alma herida.

Ya desde niña, Kusama veía el mundo en patrones y sostenía que la naturaleza le hablaba en un lenguaje secreto. A la edad de 10 años, realizó un dibujo de su madre cubierta con sus lunares, que fue famoso entre sus obras y representaba las alucinaciones de las que hablaba.

Salud mental: De eso sí hablamos

Internada por decisión propia, Kusama vive sus días en una clínica psiquiátrica desde hace unos 50 años, tras un intento de suicidio. Sin embargo, esta situación no fue limitante a la hora de seguir con su carrera, ya que la artista continúa realizando sus increíbles creaciones. Esto fue posible, ya que la clínica psiquiátrica se encuentra muy cerca de su taller. De este modo, pudo seguir adelante con su arte, centrando allí toda su vida social y el contacto con el exterior.

¿De qué manera comunicar un malestar psicológico?

Cano, J. (2018). Mika Yoshitake, comisaria de la exposición Yayoi Kusama: Infinity Mirrors en el museo de Washington posa en una de sus obras. [Fotografía]. Recuperado de www.elledecor.com

Según la Alianza Nacional Sobre Enfermedades Mentales (National Alliance on Mental Health, [NAMI], en inglés), 1 de cada 5 adultos jóvenes tiene algún tipo de enfermedad mental, pero casi la mitad de ellos no habla acerca de sus padecimientos.

Hablar de salud mental no es fácil. Muchas personas siguen adelante con sus vidas, adormeciendo sus dolores psíquicos con actitudes que terminan por ser más perjudiciales.

Y es que, a veces, el miedo al estigma suele ser tal, que se prefiere no comentar con su entorno los problemas que se padecen. Para estas situaciones, suelen haber ciertos recursos que pueden utilizarse y lograr así dar el primer paso hacia una comunicación más fluida.

Algunas pautas interesantes

  • Escribir lo que se siente puede ser un alivio cuando la persona se encuentra abrumada y le cuesta poner en palabras sentimientos y malestares.
  • Encontrar sitios virtuales de apoyo donde puedan tener el espacio necesario para contar la situación que están viviendo. Si se le da un uso adecuado, la tecnología se convierte en una gran aliada en este tipo de casos.
  • Buscar personas de apoyo, que puedan ayudar a empezar el proceso de tratamiento. Quizás se encuentre esta red en el círculo cercano, pero muchas veces, ampliar esta búsqueda es positivo, pues la persona se comunica más abiertamente con aquellos que no conoce demasiado.
  • En el caso de los menores, es importante encontrar un adulto de confianza. En primer lugar son los padres, pero también pueden ser otras personas con quien el niño o adolescente tenga confianza, como un consejero escolar, padres de sus amigos o profesores.

Arte y salud mental: ¿Se relacionan?

Puro Diseño. (2022). La artista japonesa Yayoi Kusama inmersa en una de sus instalaciones artísticas. [Fotografía]. Recuperado de www.purodiseño.lat

Actualmente, se comprobó que las actividades relacionadas al arte, tienen efectos positivos en el cerebro de las personas. En consecuencia, pintar, realizar esculturas o dibujos, reducen los niveles de estrés.

Además, el arte en cualquiera de sus variantes, estimula el pensamiento creativo y la imaginación, al mismo tiempo que mejora las habilidades de resolución de problemas. Resaltando aún más la relación entre arte y salud mental.

Otro aspecto que se puede destacar, es que el arte ayuda a las personas que padecen alzhéimer o demencia. En este sentido, la actividad se vuelve una fuente de placer, en la que se aumenta y estimula el crecimiento celular en el cerebro.

También es una buena práctica para personas que enfrentan enfermedades crónicas, que normalmente van acompañadas de depresión, estrés y ansiedad. Y es que, estar en contacto con el arte, alivia los síntomas y distrae de los padecimientos. De este modo, la relación entre salud mental y arte es positiva, ya que finalizar una obra, cualquiera sea su tamaño o calidad, reafirma el autoestima y proporciona una sensación de logro.

Vencer el estigma: El principal desafío

Uno de los principales enemigos del estigma de la salud mental es la mirada de los demás sobre la persona que está padeciendo la afección. Sin embargo, los juicios del resto, generalmente provienen de una falta de información y comprensión real de la situación

En este contexto, asumir el problema y comenzar a buscar ayuda suele desactivar este miedo a la mirada ajena negativa. Asimismo, cabe destacar la importancia de la educación de la sociedad respecto de cómo proceder en estos casos. Por ello, hablar e informar sobre temas relacionados a salud mental en instituciones educativas y sociales es crucial para que la sociedad se convierta en una red de contención y no en un juez, que juzga y condena.