En 1936, Ludwig von Bertalanffy introdujo la teoría general de los sistemas, una innovadora perspectiva que ha mantenido su relevancia y utilidad hasta el presente. Esta teoría destaca por su capacidad de ofrecer un marco unificado para entender la complejidad y las interrelaciones en diversos campos del conocimiento. Desde la psicología hasta la ecología, pasando por la administración y la ingeniería, la teoría ha demostrado ser una herramienta invaluable para analizar y abordar problemas complejos de manera integral. Veamos los fundamentos de la misma, sus tres premisas básicas y su aplicación en la actualidad.
¿Quién fue Ludwig von Bertalanffy?
Ludwig von Bertalanffy nació el 19 de septiembre de 1901 en Atzgersdorf, cerca de Viena en Austria. Desde temprana edad, mostró un interés profundo por la biología, influenciado por los trabajos de los naturalistas de su tiempo. Bertalanffy asistió a la Universidad de Viena, donde estudió filosofía y biología.
Obtuvo su doctorado en 1926, con una disertación sobre la teoría de la forma biológica, bajo la supervisión del famoso biólogo y teórico del conocimiento, Paul Alfred Weiss. Durante sus años universitarios, Bertalanffy se sintió atraído por el pensamiento holístico y sistémico, lo que más tarde terminaría por tener un gran impacto en él, y marcaría hacia dónde se dirigiría su carrera.
¿Cuándo comenzó a desarrollar su teoría?
En la década de 1930, empezó a formular sus ideas sobre la teoría general de los sistemas. Publicó su primer trabajo importante sobre el tema en 1936, presentando la idea de que los principios que rigen los sistemas biológicos podrían aplicarse a otros campos del conocimiento. Así, argumentó que, en lugar de estudiar los elementos aislados de un sistema, se deberían considerar las interrelaciones y propiedades emergentes que surgen de la totalidad del mismo.
Pero… ¿En qué se basa la teoría de Bertalanffy?
La teoría general de los sistemas ofrece un marco conceptual revolucionario que busca entender y analizar los sistemas complejos. Además, parte del fundamento de que las diferentes partes de un estos interactúan y se interrelacionan para formar un todo coherente. Un paradigma que permite a los investigadores y profesionales de diversas disciplinas, desde la biología hasta la ingeniería y las ciencias sociales, abordar problemas complejos de manera más efectiva, facilitando la identificación de patrones y dinámicas que podrían pasar desapercibidos con enfoques más tradicionales.
En primer lugar, se define al sistema como un conjunto de elementos interrelacionados que trabajan juntos para alcanzar un objetivo común. Este concepto se aplica a una amplia variedad de disciplinas, desde la biología hasta la ingeniería y ciencias sociales. Por ejemplo, en biología, un organismo vivo se considera un sistema en el que los órganos y tejidos interactúan para mantener la vida.
Las tres premisas básicas
Ahora bien, para comprender esta perspectiva es útil enfocarse en tres premisas básicas que la fundamentan:
- Los sistemas existen dentro de otros más grandes: Todos forman parte de otros mayores. Por ejemplo, una célula está dentro de un órgano, que a su vez está dentro de un organismo. Esta interconexión nos ayuda a entender cómo las partes pequeñas contribuyen al funcionamiento de las más amplias.
- Los sistemas son abiertos: Estos interactúan con su entorno mediante un intercambio constante de energía, materia o información. Intercambio que es vital para la supervivencia del mismo. De hecho, si el intercambio se detiene, el mismo se desintegra porque pierde sus fuentes de energía. Asimismo, un ser vivo necesita oxígeno y nutrientes del entorno para seguir viviendo.
- Las funciones de un sistema dependen de su estructura: La estructura determina su funcionamiento y comportamiento. Por tanto, la disposición y organización de los componentes dentro de uno influyen directamente en cómo opera y responde a diferentes estímulos.
La totalidad, la organización y la interdependecia
Los principios básicos de la teoría propuesta por Bertalanffy incluyen a su vez la totalidad, la organización y la interdependencia. Y es que, dichos principios ayudan a identificar patrones y dinámicas que emergen de las relaciones dentro del sistema, facilitando soluciones más adaptativas para problemas complejos.
En primer lugar, la totalidad sugiere que el sistema debe ser visto como un todo, no solo como la suma de sus partes. Segundo, la organización se refiere a la estructura y orden interno dentro de este, que determina cómo las partes interactúan entre sí. Finalmente, la interdependencia implica que el cambio en una parte afectará a las otras partes y, en consecuencia, a todo en su conjunto.
Contribuciones en diversas disciplinas del modelo de Bertalanffy
Cabe destacar que este autor aplicó los principios de su teoría a la psicología en una etapa histórica dónde las perspectivas reduccionistas eran dominantes. En pocas palabras, se tendía a descomponer el comportamiento y las conductas en elementos aislados y simples.
Sin embargo, su enfoque integrador permitió avanzar más allá de estas limitaciones. Por lo que podemos afirmar que sus aportes se extendieron a la psicoterapia, ofreciendo nuevas herramientas y perspectivas para el tratamiento de pacientes.
A nivel clínico
La terapia familiar sistémica, por ejemplo, utiliza sus ideas para abordar los problemas psicológicos no como fallos individuales, sino como disfunciones en el sistema familiar. Además, este enfoque permite a los terapeutas considerar dinámicas y patrones de interacción dentro de la familia, facilitando intervenciones más efectivas e integrales.
En términos empresariales
La teoría general de los sistemas también ha tenido un impacto significativo en la gestión empresarial. Por ejemplo, los líderes la utilizan para mejorar la eficiencia y el clima organizacional. Con esto, la teoría facilita la identificación de problemas sistémicos y la aplicación de soluciones holísticas, permitiendo una mejor adaptación al cambio y una mayor capacidad para gestionar la complejidad. Asimismo, fomenta una visión integral y coordinada de la organización, promoviendo la colaboración y la comunicación entre los equipos, lo que contribuye a un ambiente de trabajo más cohesionado y productivo.
Conclusión
La teoría general de los sistemas propuesta por Bertalanffy propone que todos los sistemas, ya sean biológicos, sociales o técnicos, comparten principios comunes que pueden ser estudiados y aplicados universalmente. En una era donde la interconexión y la interdependencia son más evidentes que nunca, ofrece una guía para navegar y entender estos complejos entramados.
Una de las contribuciones recientes más destacadas de esta teoría es su aplicación en el ámbito de la inteligencia artificial y la informática. Y, por esto, no solo ha sido fundamental en el entendimiento de fenómenos biológicos y sociales, sino que también continúa expandiendo sus fronteras, ofreciendo herramientas y marcos conceptuales esenciales para las innovaciones tecnológicas del siglo XXI.
Referencias bibliográficas
- Bertalanffy, L. V. (1976). Teoría general de los sistemas. Editorial Fondo de Cultura Económica.
- Ojeda, A. M. Z. (2003). Psicoterapia sistémica centrada en narrativas: una aproximación. Límite. Revista Interdisciplinaria de Filosofía y Psicología, (10), 47-64.
- Ramírez, S. (2014). Teoría general de sistemas de Ludwig von Bertalanffy. En Perspectivas en las teorías de sistemas. Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (pp. 23-36). Siglo XXI Editores.
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