La psicología, a pesar de tratarse sobre algo tan común y fundamental como el comportamiento humano, hoy día se considera como una ciencia. ¿Cómo pensamos científicamente, y como incorporamos la psicología en ella? Cuando se hace un estudio científico en el campo, ¿qué se hace? ¿Cómo se comprueba estadísticamente? ¿Cómo se hace ciencia con psicología? Esta nota es una pequeña (y simple) introducción al tema para los que están todavía aprendiendo en el campo cómo hacerla, y para aquellos que también desean refrescar su memoria. Hablaremos un poco sobre la mentalidad científica y formulación de hipótesis, entre otros.

La racional detrás del pensamiento científico

Empecemos con un ejercicio simple: ¿Cuál es la mejor alternativa que completa el siguiente enunciado?

¿Cómo pensamos científicamente en la psicología?

La respuesta es depende de la escuela de pensamiento, pero si pensamos científicamente, la alternativa #1 es probablemente la más acertada a la realidad por el respaldo que tiene. Interesantemente, ambas son parte de la historia de la psicología… bueno… #2 se utilizaba más en la época medieval.

Es difícil hablar de la “realidad de las cosas” (como para decir que 1 es correcta y 2 no), pero la búsqueda por entenderlas es una de las más ambiciosas en la humanidad.

Algunos filósofos, particularmente en la metafísica, consideran que nunca seremos capaces de lograrlo, ya que toda la información que tenemos está contaminada por opiniones y limitaciones perceptuales, considerando que vivimos solo con “ideas” sobre la realidad e interpretaciones.

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No obstante, la búsqueda de la misma a través de los siglos ha llevado a intentar acortar la distancia entre lo que interpretamos (con nuestras ideas) y “lo que es” realmente algo.

Una herramienta que utilizamos para esto es la ciencia.

¿Por qué? Porque funciona.

Hay mejor oportunidad de que tratemos efectivamente una psicopatología con medicamentos, terapia cognitiva y/o modificando el entorno que con un exorcismo porque probablemente nunca tuvo que ver con un espíritu maligno. Simple y plenamente se evidencia mejor en la práctica.

Dicho esto, cuando pensamos científicamente, sabemos que hay algo detrás de una “idea” sobre algo, pero no nos dejamos engañar por ella. Si queremos aceptarla, tenemos que evidenciarlo y asegurarnos que, al menos, no es un(a):

  • Coincidencia
  • Opinión o creencia (personal o de otros)
  • Error de medición o especificación
  • Fabricación

Ahora bien, ¿cómo ponemos este pensamiento en acción?

Hacer ciencia es como hacer un juicio

Imagina que estamos en una corte; hacer ciencia no es muy distinto. Nuestro sospechoso lo acusamos de un acto en un juicio llamado “hipótesis”, y queremos probar que es “culpable” de lo que observamos que le pasa a otro.

Igual que en algunos sistemas judiciales, el sospechoso siempre es inocente (rechazamos la hipótesis) hasta probarlo culpable (aceptarla), y es nuestro trabajo mostrar suficiente evidencia para declararlo al menos culpable más allá de una duda razonable.

¿Cómo sería este razonamiento si volvemos al ejercicio inicial?

La ciencia, en concreto, no prueba nada. Lo que hace es indicar que hay suficiente evidencia para suponer que nuestra idea sobre algo debe ser muy parecido a la realidad sobre el mismo, al punto que podemos utilizarla para guiarnos en la toma de decisiones, y así pensamos científicamente. Por eso siempre funciona con margen de errores, y la regla más importante es que la ciencia debe ser falsificable para ser ciencia.

En fin, cuando la hacemos, se intenta propiciar empíricamente el modelo explicativo que mejor parece ajustarse a la realidad. La ciencia no es absoluta, más bien modestamente acertada.

¿Cómo hacemos la ciencia en la psicología?

En nuestro campo no se hace nada fundamentalmente distinto a lo que hemos mencionado hasta ahora: observamos un cambio en algo, y estamos intentando encontrar el agente involucrado en el mismo, donde “algo”,  “agente”, (o ambos), es un comportamiento humano (inteligencia, actitud, cognición, acción, etc.).

Si volviésemos a la corte, hacemos un juicio contra el agente de estar involucrado en el cambio de ese algo. Pero, ya que hablamos de ciencia, ¿por qué no empezamos a utilizar el lenguaje propio del mismo?

  • Juicio= Hipótesis
  • Agente= Variable independiente (VI)
  • Involucrado= Relación
  • Algo= Variable dependiente (VD)

Veamos cómo va sonando nuestro “juicio” en la nomenclatura científica:

¿Cómo pensamos científicamente en la psicología?

Pues bien, ahora un poco más técnico:

¿Cómo pensamos científicamente en la psicología?

Esto es, en su forma más simple, una hipótesis. A pesar que pueden ser mucho más complejas, su función es enunciar que existe una relación entre dos o más cosas. Estas vienen de observaciones reales, de las cuales nos hacemos preguntas de investigación.

Combinado con nuestra observación en la ciencia con psicología, formulamos una hipótesis:

¿Cómo pensamos científicamente en la psicología?

¿Cómo probamos la hipótesis? La lógica detrás de las estadísticas inferenciales

Ya que tenemos una hipótesis, ahora tenemos que defenderla con evidencia. Volviendo a la retórica del juicio, ¿recuerdas cuando mencionamos que tenemos que probar al sospechoso, al menos, culpable más allá de una duda razonable? Esto es importante, porque lo mejor que podremos hacer con la evidencia es inferirlo culpable.

En otras palabras, siempre habrá dudas, pero queremos darles el menor beneficio posible.

¿Qué método de la ciencia en psicología utilizamos para esto?

Las hipótesis las aceptamos o rechazamos con estadísticas inferenciales, donde estudiamos si en una serie de participantes (muestra) se cumple la hipótesis como para generalizarla sobre el grupo al que pertenecen (población). Sería como inferir con probabilidades que la evidencia está conectada al sospechoso.

  • “¿Qué?” podría ser una muestra= 400 empleados.
  • “¿Cuál?” sería su población= Todos los empleados que existen.
¿Cómo pensamos científicamente en la psicología?

Dado que se estudiarían 400 casos, es un poco más difícil argumentar que los resultados son simplemente una coincidencia o un caso particular (como podríamos decir si fuese solo un empleado, o muy pocos).

Por eso consideramos que el resultado (y la hipótesis) es un fenómeno presente en la población: tenemos suficientes empleados para suponer que es representativo de la experiencia real, este ejemplo nos ayudará a entender cómo pensamos científicamente.

Algunos de los estadísticos populares en la psicología para esto son: Correlación, Regresión, Comparación de medias, Ecuaciones Estructurales y Análisis Factorial.

¿Cuál es el razonamiento detrás de utilizar estadísticas inferenciales en la ciencia en psicología?

Cuando decimos que el sospechoso es inocente hasta probar lo contrario hablamos de la hipótesis nula (lo opuesto a nuestra hipótesis), y tenemos que aceptarla hasta demonstrar evidencia de lo contrario. Técnicamente, ya que no podemos culparlo, entonces lo que hacemos es crear un argumento para inferirlo. Sería algo como esto:

¿Cuán baja debe ser esta probabilidad? Igual o menor de un 5% (≤ 0,05).

Esto es el valor p que, popularmente, hace que rechacemos la hipótesis nula. Cuando esto sucede, aceptamos la hipótesis alterna (la que normalmente llamamos “hipótesis”).

¿Listo para algo con números? ¡Intentémoslo!

¿Cómo pensamos científicamente en la psicología?

Ya que el valor p es menor a 5% (≤ 0,05), rechazamos la hipótesis nula y decimos que la relación entre satisfacción laboral y desempeño es estadísticamente significante, por tanto, aceptamos nuestra hipótesis y suponemos que:

  • Las dos variables están relacionadas de alguna forma.
  • No fue simplemente una anomalía en el estudio, sino una muestra real de lo que sucede en la población.

¿Por qué suponemos esto? Porque (por más que quisiéramos) nunca probamos causalidad, matemáticamente hablando no hay suficiente evidencia para suponer que al menos esos dos puntos no deban ser ciertos. Es como decir que hay evidencia para concluirlos más allá de una duda razonable.

Conclusión

En realidad, la ciencia detrás de la psicología es mucho más complicada que esto. Lo que presentamos aquí es simplemente una impresión de la mentalidad “basada en evidencia” utilizada en el campo.

En la práctica hay muchos retos inherentes a este razonamiento (por ejemplo, cómo p puede no ser suficiente), además de muchísimo más tecnicismo (tamaño del efecto, muestreo, etcétera.). Si fuese tan fácil, no tendríamos un problema de replicabilidad tan alarmante.

No obstante, es un tema muy difícil de comprender al principio, ya que no solo se hace aprendiendo el método, sino también desarrollando una forma de pensar. Por eso, en esta nota nos enfocamos en la forma en la que se razona científicamente.

¿Qué podemos abstraer de aquí? Que como científicos en la psicología no probamos la realidad de nada, pero la suponemos con cierta certeza. Cuando pensamos científicamente se duda, se prueba y se evidencia.

Referencias bibliográficas

  • Baker, M. (27 de agosto de 2015). Over half of psychology studies fail reproducibility test. Nature. https://www.nature.com/news/over-half-of-psychology-studies-fail-reproducibility-test-1.18248
  • Kozyrkov, C. (2019). What is a p-value? [Vídeo]. https://www.youtube.com/watch?time_continue=4&v=9jW9G8MO4PQ&feature=emb_logo
  • Open Science Collaboration (2015). Estimating the reproducibility of psychological science. Science, 349(6251), aac4716-1–aac4716-8. Doi:10.1126/science.aac4716