¿Pueden ciertos genes ser la clave para entender por qué el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y la dislexia suelen coexistir? La combinación de estas condiciones durante la infancia intensifica sus efectos en el aprendizaje y el desarrollo emocional, lo que, a su vez, complica el diagnóstico y limita la efectividad de los tratamientos convencionales. Sin embargo, un estudio reciente publicado en la revista Medical Genomics sugiere que podrían existir genes vinculados a la presente conexión. Este hallazgo ofrece una nueva perspectiva sobre los factores biológicos que entrelazan dichas condiciones. A continuación, exploraremos el papel que cumplen ciertos genes en la comorbilidad del TDAH y la dislexia.

Vínculo genético entre TDAH y dislexia: ¿Una causa común?

Dislexia y TDAH

Para entender la relación genética entre el TDAH y la dislexia, primero es necesario comprender cada condición. En primera instancia, el TDAH es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por dificultades en la atención, hiperactividad e impulsividad. Dichos síntomas, de alta prevalencia en la población infantil, afectan el rendimiento escolar, las relaciones interpersonales y la adaptación social.

Por otro lado, la dislexia es una dificultad del aprendizaje que obstaculiza la capacidad de leer y comprender textos con fluidez. Sin embargo, es destacable que la misma no guarda relación con la inteligencia de la persona afectada.

Al igual que el TDAH, suele presentarse en la infancia, aunque sus síntomas pueden persistir en la adultez. En consecuencia, la presente alteración tiene un impacto importante en habilidades esenciales como la lectura y el procesamiento lingüístico.

TDAH y Dislexia: Heredabilidad

Varios estudios han establecido que estas condiciones tienen componentes hereditarios significativos. En el caso del TDAH, la heredabilidad es alta, situándose en torno al 74 %. Mientras tanto, en la dislexia se estima entre el 40 % y el 60 %. Además, las mismas comparten alteraciones cerebrales vinculadas al procesamiento de la información y a la regulación de conductas. En este sentido, es razonable pensar que algunas de sus manifestaciones clínicas se originan en factores genéticos comunes.

Impacto en la vida infantil y adulta

Siguiendo esta línea, su coexistencia genera un efecto acumulativo en quienes la presentan. De cierto modo, la combinación de los síntomas de inatención y problemas de aprendizaje incrementa el riesgo de dificultades emocionales, como baja autoestima, ansiedad y aislamiento social. Por consiguiente, la comorbilidad intensifica las barreras en la adaptación escolar y social, destacando la importancia de identificar sus posibles bases genéticas para comprender mejor el fenómeno y mejorar los abordajes clínicos.

Un estudio pionero: Análisis genético de comorbilidad

Para profundizar en la relación genética entre el TDAH y la dislexia, un grupo de investigadores llevó a cabo un estudio innovador empleando herramientas bioinformáticas. Los mismos reconstruyeron redes de genes asociadas a ambas condiciones, para analizar interacciones comunes. En el proceso, el estudio identificó 599 genes vinculados con el TDAH y 167 relacionados con la dislexia. Consecuentemente, se hallaron 213 genes que parecen influir en la manifestación de ambos cuadros.

Genes destacados en la comorbilidad del TDAH y la dislexia

Dislexia y TDAH

Entre los hallazgos más sobresalientes del estudio se encuentran los genes DRD2, DRD4, CNTNAP2 y GRIN2B, los cuales han sido vinculados previamente con ambas alteraciones neurocognitivas. Además, otros genes como OPRM1, CHRNA4 y SNCA fueron priorizados por su posible papel en el desarrollo de la comorbilidad. Los últimos cumplen funciones esenciales en el sistema nervioso central, participando en procesos como la transmisión de señales sinápticas, la regulación de la transcripción genética y el desarrollo neuronal.

Por ejemplo, los genes DRD2 y DRD4, que codifican receptores de dopamina, son cruciales para el sistema de recompensa cerebral, un mecanismo involucrado en la motivación y la regulación emocional. Así, alteraciones en estos receptores pueden ser un factor común que contribuya a los problemas de atención en el TDAH y las dificultades de procesamiento de la información en la dislexia.

La función de CNTNAP2 y GRIN2B

Por otra parte, el gen CNTNAP2 está involucrado en la adhesión celular y la formación de conexiones sinápticas, funciones críticas para el desarrollo del lenguaje y el aprendizaje. El mismo, cuya disfunción se asocia a dificultades en el desarrollo cognitivo, podría tener un impacto significativo en ambos trastornos.

Igualmente relevante es el gen GRIN2B, asociado con la transmisión de señales excitatorias y la plasticidad neuronal, esenciales para el aprendizaje y la memoria. De lo anterior, podemos concluir que polimorfismos en dichas unidades genéticas podrían agravar la manifestación de síntomas de TDAH y dislexia, afectando las habilidades de aprendizaje y el control emocional.

Procesos biológicos compartidos en el TDAH y dislexia

Los genes priorizados en el estudio cumplen funciones dentro de procesos biológicos que inciden directamente en el desarrollo de los síntomas del TDAH y la dislexia. Entre ellos destacan la transducción de señales, la regulación de la transcripción genética y la transmisión sináptica. Estos procesos afectan la función neuronal y la capacidad de atención, el control de impulsos, y las habilidades de aprendizaje.

Particularmente, la transmisión sináptica química facilita la comunicación entre las neuronas a través de neurotransmisores como la dopamina y el glutamato, y es fundamental para el funcionamiento de genes como DRD2, DRD4 y GRIN2B. Dicho proceso respalda la teoría de que las disfunciones en los sistemas dopaminérgico y glutamatérgico podrían subyacer a los problemas de atención y aprendizaje presentes en ambas dificultades del neurodesarrollo.

Limitaciones: Desafíos en la genética de la comorbilidad

Dislexia y TDAH

A pesar de los importantes hallazgos, el estudio presenta algunas limitaciones que deben tenerse en cuenta. Primero, al tratarse de una investigación de tipo observacional, no es posible establecer una relación causal definitiva entre los genes identificados y la comorbilidad.

Además, el análisis se basó en estudios previos de poblaciones específicas, lo cual limita la aplicabilidad de los resultados a grupos con diferentes antecedentes genéticos. Finalmente, la función específica de varios de los genes destacados aún requiere validación experimental, un paso crucial para confirmar su papel en la comorbilidad del TDAH y la dislexia.

Un avance hacia el tratamiento personalizado

El presente análisis abre una ventana prometedora para comprender mejor la base biológica de estos trastornos. Asimismo, la identificación de genes clave como DRD2, DRD4, CNTNAP2 y GRIN2B proporciona nuevas pistas sobre los mecanismos compartidos que pueden explicar la aparición conjunta de ambas alteraciones. Así, estos descubrimientos podrían sentar las bases para estrategias de diagnóstico y tratamiento más precisas en el futuro.

Dado este panorama, ¿podría este enfoque facilitar el desarrollo de terapias personalizadas para quienes padecen TDAH y dislexia? Y aún más importante, ¿cómo podrían los avances en genética transformar la prevención y abordaje de estas condiciones neuropsicológicas? Aún queda mucho por descubrir. Para finalizar, si te interesa profundizar sobre las herramientas clave para identificar dificultades lectoras, te recomendamos nuestro curso sobre el diagnóstico de la dislexia.

Referencia bibliográfica

  • Hongyao, H., Chun, J., Xiaoyan, G. Fangfang, L., Jing, Z., Lin, Z., Pengxiang, Z. y Zengchun, L. (2023). Associative gene networks reveal novel candidates important for ADHD and dyslexia comorbidity. Medical Genomics, 16, 208. https://doi.org/10.1186/s12920-023-01502-1