Comienza alrededor del año 2013, donde se registra en Rusia el suicidio de una joven influenciada por las instrucciones que conlleva el juego. Tras este suceso, se empezó a propagar por países como Inglaterra, Francia y Rumanía, entre otros, reportándose hasta 130 muertes (cifras no verificadas). A pesar de ello, este tipo de fenómenos que se extiende rápidamente por redes sociales es altamente preocupante. Especialmente, en la población adolescente. No solo porque son los principales usuarios de estas, sino por la vulnerabilidad que engloba dicho sector. Una etapa evolutiva donde acontece una miríada de cambios en múltiples niveles. Y, además, cuya segunda causa de muerte es el suicidio. Indaguemos un poco en el conocido juego o reto de la ballena azul (Blue Whale Challenge, en inglés) que culmina con el suicidio como objetivo principal.
¿En qué se basa el juego o reto de la ballena azul?
El juego, también llamado una casa silenciosa, un mar de ballenas y despiértame a las 4:20 a. m., propone 50 desafíos que abarcan desde la automutilación hasta el suicidio. Las automutilaciones pueden incluir el acto de escribir siglas o dibujar una ballena en el brazo con algún utensilio afilado. Todos los desafíos están mediados por terceras personas que guían en la realización de estos. Y, para confirmar que se cumplen, se reclama el flete de fotografías.
Posteriormente, se le pide a la persona que siga llevando a cabo retos de carácter cada vez más peligroso como subir a edificios, puentes o grúas. También se le indica al jugador que vea películas de terror y escuche canciones psicodélicas enviadas por los administradores. Tras una serie de retos, estos se han de seguir realizando a altas horas de la madrugada. En la parte final del juego, se pide a los participantes que escriban diversas frases en el estado de una red social llamada Vkontakte (que significa “en contacto”).
El suicidio como desafío final
Por último, el desafío número 50 es quitarse la vida para completar el juego (Sousa et al., 2017). Con esto, en todas las tareas el administrador transfiere al jugador la importancia de que los objetivos han de ser completados en un periodo de tiempo establecido. Así como que este no podrá salir del reto. Hay que aclarar que el reto de la ballena azul no es una aplicación ni un juego de Internet. En cambio, los usuarios obtienen un enlace a través de grupos de chat de redes sociales para ingresar.
¿Qué hay detrás en las redes sociales?
Los administradores ejercen una gran manipulación en los retadores, lo que les conduce a competir incluso con otros jugadores. Además, el carácter contagioso del reto da paso a la difusión del desafío, englobando aspectos que conllevan un aumento de adrenalina.
Todo esto, es aprovechado para envolver a la persona en un comportamiento de autodestrucción que, al ser paulatino, da paso a reducir y normalizar los sentimientos de miedo asociado a acciones peligrosas (Lupariello et al., 2019). Del mismo modo, no hay que olvidar que este tipo de desafíos conllevan chantaje y amenazas. Factores que se ven explotados por las propias instrucciones del reto, como son las autolesiones, prolongación de la privación del sueño y alienación.
Mayor conciencia del juego o reto de la ballena azul
En el estudio de Mahadevaiah y Nayak (2018) se seleccionó una muestra de profesionales, tanto psiquiatras, pediatras y psicólogos clínicos. El 65% habían oído hablar del juego y solo el 10% era conocedor de otros desafíos de Internet. Así mismo, aunque la mitad del porcentaje inicial había escuchado hablar de incidentes relacionados con el juego, no tenían más conocimientos sobre este. De hecho, tan solo el 26% conocía en gran medida los detalles y la naturaleza dañina del reto.
Sumado a esto, únicamente el 22% de los profesionales conocían las señales para identificar a quienes jugaban. Un apunte que refleja cómo la falta de información sobre la propagación de juegos en línea dañinos es evidente. Y que, además, conlleva pasar por alto señales que pueden impedir identificar el problema.
Pautas de prevención para cuidadores
Según Mukhra et al. (2019) existen ciertas señales de alerta temprana que sugieren la necesidad de intervención entre los adolescentes, así como pautas a tener en cuenta y sugerencias. Estas engloban las siguientes:
- Comportamiento errático.
- Bajas calificaciones y desempeño en la escuela o en otras actividades extraescolares.
- Mayor cantidad de tiempo a solas y evitación de otro tipo de interacciones, incluso con la familia y amigos.
- Supervisar las actividades en línea y el tipo de contenido en el que juegan los jóvenes.
- Participar en conversaciones abiertas con ellos, escuchándolos con paciencia.
- Familiarizarlos desde niños con la seguridad en línea.
- Animarles a aprender a usar los medios de comunicación.
- Observación de autolesiones o lesiones como cortes y hemorragias.
- Notar actividad inusual a altas horas de la madrugada.
- Observación de visitas por parte del menor a lugares peligrosos como cimas de edificios, ríos, lagos, carreteras o ferrocarriles.
Pautas de prevención para medios de comunicación
Ahora, no solo se han especificado recomendaciones para los adultos, sino también para los medios de comunicación. Pues, la forma en la que se transmite información es crucial (Sánchez-Muros y Jiménez-Rodrigo, 2021). De este modo, contenido con una cobertura inadecuada puede generar una alarma social con desencadenantes de imitación o estereotipos culturales, por ejemplo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) expuso una guía breve con el fin de impulsar una transmisión responsable de este tipo de información en los medios. Entre algunos:
- No usar titulares sensacionalistas.
- No describir explícitamente el método que utilizó la persona, detalles del sitio, nota de suicidio, etc.
- Evitar exponer fotografías, secuencias de vídeos o enlaces de redes sociales.
- Hacer hincapié en que el suicidio es multifactorial y se puede prevenir.
- No difundir mitos.
Conclusión
Finalmente, aunque este fenómeno no es nuevo, los desafíos en línea tienen como diana la población que más utiliza la tecnología y las redes sociales. Si bien la mayor parte de estos retos son inofensivos, también los hay que suponen un verdadero peligro. El juego o reto de la ballena azul (Blue Whale Challenge) es uno de estos.
Por este y otros muchos motivos, es crucial un mayor escrutinio de los sitios web a los que acuden las personas en busca de ayuda. Tanto para la depresión como temas relacionados con el suicidio, por ejemplo. De esta forma, crear conciencia sobre su prevención, ya sea entre el grupos de pares y la sociedad, es una tarea más que necesaria.
Referencias bibliográficas
- Mahadevaiah, M. y Nayak, R. B. (2018). Blue Whale Challenge: Perceptions of First Responders in Medical Profession. Indian Journal of Psychological Medicine, 40(2), 178-182. https://doi.org/10.4103/IJPSYM.IJPSYM_399_17
- Mukhra, R., Baryah, N., Krishan, K. y Kanchan, T. (2019). ‘Blue Whale Challenge’: A Game or Crime? Science and Engineering Ethics, 25(1), 285-291. https://doi.org/10.1007/s11948-017-0004-2
- Lupariello, F., Curti, S. M., Coppo, E., Racalbuto, S. S. y Di Vella, G. (2019). Self‐harm Risk Among Adolescents and the Phenomenon of the “Blue Whale Challenge”: Case Series and Review of the Literature. Journal of Forensic Sciences, 64(2), 638-642. https://doi.org/10.1111/1556-4029.13880
- Sánchez-Muros, P.-S. y Jiménez-Rodrigo, M.-L. (2021). Digital Media and Youth Suicide: Analysis of Media Reporting on “Blue Whale” Case. Communication & Society, 34(3), 117-133. https://doi.org/10.15581/003.34.3.117-133
- Sousa, D. F. de, Filho, J. de D. Q., Bezerra Cavalcanti, R. de C. P., Santos, A. B. dos y Rolim Neto, M. L. (2017). The impact of the ‘Blue Whale’ game in the rates of suicide: Short psychological analysis of the phenomenon. International Journal of Social Psychiatry, 63(8), 796-797. https://doi.org/10.1177/0020764017732595
Bueno
¡Hola, Alexis! Un gusto que te parezca interesante ¡Un saludo!
Muy buena información. Pero tengo algunas preguntas..
¡Hola! Me alegra que sea así. Puedes preguntar las que desees ¡Saludo!
Está activo el juego?
¡Hola, Marina! Por lo que sé sigue siendo una preocupación, aunque ha cambiado en cómo se presenta y se difunde. Habrá imitaciones peligrosas de todos modos. Sí que es cierto que aunque la popularidad del desafío ha disminuido desde su apogeo en 2016-2017, todavía se reportan casos aislados donde el juego, o versiones similares bajo otros nombres, resurgen y ponen en riesgo ¡Saludos!