Las ilusiones ópticas han cautivado a la humanidad durante siglos, dejándonos perplejos ante imágenes que desafían nuestra percepción. En relación a ello, aún continúan convirtiéndose en tendencia imágenes en las que se debate de qué color es el vestido, si la forma refleja a un pato o un conejo, o si la imagen está o no en movimiento. No obstante, ¿alguna vez te has cuestionado por qué tus ojos y cerebro pueden engañarte de esta forma? Las ilusiones no solo entretienen a quienes intentan discernir la realidad, sino que a su vez revelan las complejidades de nuestra percepción y sistema visual. En esta nota exploraremos los tipos de ilusiones ópticas y cómo engañan la percepción.
Entonces, ¿qué es una ilusión visual?
En primer lugar, debemos definir qué son las ilusiones ópticas. Si bien existe una multiplicidad de perspectivas acerca de su conceptualización, las definiremos como aquellas situaciones en las que la percepción visual difiere significativamente del estímulo real que las genera, creando una experiencia engañosa para el observador. Tales fenómenos complejos no solo nos advierten sobre la falta de confiabilidad de nuestros sentidos, sino que son a su vez de gran interés científico (Westheimer, 2008).
Con base en la construcción anatómica del ojo y la complejidad de la vía por la que las imágenes son transmitidas hacia el cerebro, las ilusiones ópticas no son tan raras como parecen. En este sentido, no todas dependen de los mismos procesos. Por tal razón, pueden clasificarse en ilusiones de tipo fisiológicas o cognitivas.
Ilusiones visuales fisiológicas
Las ilusiones visuales de tipo fisiológico son aquellas por las que las señales sensoriales y neurales se encuentran alteradas. Es decir, se producen por la respuesta fisiológica de los ojos y el cerebro ante ciertos estímulos visuales. Dependen del punto ciego, la irradiación, el astigmatismo, la persistencia de imágenes y el cansancio de la retina. Dentro de estas, podemos encontrar las siguientes categorías:
- Ilusiones de contraste y brillo: Ocurren debido a la forma en que nuestras retinas y el cerebro manejan el contraste de luz y sombra.
- Ilusiones de color: Al mirar fijamente un color brillante durante un tiempo y luego mirar una superficie blanca, se puede ver una imagen póstuma en colores complementarios.
- Ilusiones de movimiento: Hacen que las imágenes estáticas parezcan moverse debido a la manera en que las neuronas de la corteza visual interpretan las señales de patrones repetitivos.
- Ilusiones de adaptación: Tras mirar una imagen con un patrón fuerte (como líneas inclinadas en una dirección), al mirar una imagen neutral, el patrón parece inclinarse en la dirección opuesta.
- Ilusiones de la malla de Hermann: Al mirar una cuadrícula de líneas blancas sobre un fondo negro, se pueden ver puntos oscuros en las intersecciones de las líneas. No obstante, los puntos desaparecen al mirar directamente las intersecciones.
Ilusiones visuales cognitivas
Por otro lado, las distorsiones visuales cognitivas resultan de la interpretación y procesamiento que hace el cerebro de la información visual obtenida. A diferencia de las fisiológicas, estas se originan en los procesos mentales superiores involucrados en la percepción, la memoria y la interpretación de los estímulos. A su vez, se nutren de mecanismos tales como las expectativas, el conocimiento previo y las reglas que utiliza el cerebro para dar sentido al mundo visual. Así, pueden clasificarse en ambigüedades, distorsiones, paradojas o ficciones (Lazzari et al., 2016).
Ambigüedades
En la percepción de ciertas imágenes u objetos se provoca un fenómeno que actúa como un interruptor perceptual entre interpretaciones alternativas. De esta forma ocurre que, cuando visualizamos una imagen, el cerebro agrupa los elementos que aparecen en ella según unos principios de organización.
Así, al aplicar tales principios se pueden producir dos o más interpretaciones de una misma imagen, entre las cuales está la posibilidad de que exista una ambigüedad por la que el cerebro pueda pasar de una a otra. A esto se le denomina inversión perceptual.
Distorsiones
Las distorsiones consisten en errores de percepción geométrica ya sea de tamaño, longitud, curvatura, ángulos o cualquier otra propiedad. Con respecto a esto, todos los dibujos, pinturas y fotografías que buscan representar la perspectiva son en cierto sentido efectos de distorsión. De esta manera, se modifica la proporción relativa de las dimensiones y los ángulos con el objetivo de simular distancia y profundidad, es decir, tridimensionalidad (Lazzari et al. 2016).
Un claro ejemplo dentro de esta clasificación es la conocida la Ilusión de Müller-Lyer. Esta, consiste en estimar la longitud de dos segmentos en cuyos extremos aparecen líneas orientadas hacia dentro o hacia fuera. Si bien ambas las líneas tienen la misma longitud, una se percibe como más larga que la otra.
Paradojas
Las mismas exhiben objetos o escenas que parecen físicamente imposibles. Muchos artistas lo utilizan como recurso con el objetivo de generar efectos sorprendentes. Un ejemplo de ello es el pintor M. C. Escher, quien creó una obra donde se presentan una multiplicidad de escaleras ascendentes que comienzan y terminan en el mismo punto.
En última instancia, cabe mencionar una última categoría de ilusiones cognitivas donde se encuentran aquellas ficciones por las que se perciben imágenes que en realidad no existen. Estas suelen darse como consecuencia de estados de alteración mental.
Aportes de diferentes tipos de ilusiones al conocimiento
En otro orden de ideas, el estudio de las ilusiones ópticas ha generado aportes en diferentes campos del conocimiento. Por ejemplo, en lo que respecta a la neurociencia, ciertas investigaciones las utilizaron para comprender las rutas neurales y la percepción en el cerebro.
En cuanto al arte, como se mencionó en apartados anteriores, los artistas han utilizado las ilusiones ópticas para crear obras que juegan con la percepción del espectador, añadiendo profundidad, ambigüedad y contraste a sus creaciones. De forma similar, en el ámbito de la publicidad las ilusiones ópticas suelen ser empleadas para captar la atención del público y crear impacto visual en campañas comerciales (Lazzari et al. 2016).
Por último, en psicología, las ilusiones ópticas fueron y continúan siendo útiles para estudiar la percepción y la cognición, ya que revelan cómo el cerebro interpreta la información visual de manera subjetiva. En este sentido, la psicología de la Gestalt ha generado grandes aportes.
Psicología de la Gestalt, ¿algo que ver?
La psicología de la Gestalt se posiciona como una teoría fundamental para comprender las ilusiones ópticas debido a sus principios de agrupación. Estos explican de qué manera organizamos los elementos visuales en patrones significativos como proximidad, similitud, continuidad, simetría y cierre.
En suma, dicha teoría explica de qué forma nuestro cerebro reorganiza la información visual para hacer sentido de imágenes ambiguas. De este modo, enfatiza que nuestra percepción no es la simple suma de partes, sino la emergencia de patrones completos y significativos.
Conclusión
Las ilusiones ópticas no solo continúan fascinándonos con sus engaños visuales, sino que también revelan las complejidades de la mente. A través de la exploración de las ilusiones de tipo fisiológicas y cognitivas, descubrimos cómo los mecanismos visuales y nuestras interpretaciones pueden distorsionar lo que percibimos. En este sentido, la teoría Gestalt proporciona un marco esencial para comprender estos fenómenos.
A modo de cierre, el estudio de las ilusiones ópticas pone de manifiesto que, si bien existen ciertas reglas en cuanto a cómo funciona la percepción, la interpretación del mundo es subjetiva. Finalmente nos preguntamos, ¿son las ilusiones ópticas engaños o simplemente múltiples formas de experimentar la realidad?
Referencias bibliográficas
- Lazzari, L., Moulia, P. y Gervasoni, A. (2016). Aportes de las ilusiones ópticas a diferentes campos del conocimiento. Cuadernos del CIMBAGE, (18), 81-107.
- Díaz Padilla, R. (2010). Distorsión, equívocos y ambigüedades: las ilusiones ópticas en el arte. UCM, Departamento de Dibujo.
- Westheimer, G. (2008). Illusions in the spatial sense of the eye: Geometrical–optical illusions and the neural representation of space. Vision Research, 48(20), 2128-2142. Doi: 10.1016/j.visres.2008.05.016