La corteza visual es una región fundamental para el procesamiento de la información visual en el cerebro humano. Situada en el lóbulo occipital, esta región despliega una red compleja de conexiones neuronales. Así, a medida que la luz entra en los ojos y estimula las células de los conos y bastones en la retina, las señales visuales son transmitidas al cerebro a través del nervio óptico y se dirigen hacia la corteza visual. Allí, se transforman los estímulos en imágenes y experiencias visuales significativas. De esta manera, la corteza visual juega un papel clave en nuestra percepción al ser una red altamente especializada que procesa diversos aspectos como la luz, el color, las formas y el movimiento. Esta compleja interacción entre las áreas visuales nos permite comprender y apreciar el mundo que nos rodea a través de nuestros ojos.

¿Cómo se organiza la corteza visual?

Jerarquías y trabajo en equipo

La corteza visual se organiza de manera jerárquica, con diferentes áreas especializadas en el procesamiento de la información. De esta manera, la corteza visual primaria (V1) es la primera en recibir el estímulo.

Una vez que las señales visuales llegan a la corteza visual primaria, se inicia un proceso complejo de análisis y interpretación. Aquí, las características básicas de la imagen visual, como la detección de bordes, el contraste y la orientación, son identificadas y desglosadas en componentes más pequeños.

A medida que las señales visuales se mueven de la corteza visual primaria hacia áreas visuales posteriores, como V2, V3 y más allá, se produce una progresiva especialización.

Dichas áreas se centran en aspectos más complejos de la visión, como el reconocimiento de formas, análisis de movimiento, percepción de profundidad e identificación de objetos específicos creando imágenes más complejas.

Esto significa que las áreas visuales posteriores reciben información de áreas anteriores y la integran para formar una representación visual más completa y compleja (Grill-Spector y Malach, 2004).

¿La corteza visual es un mapa?

Mapas retinotópicos

La organización retinotópica es un principio fundamental en el sistema visual humano que permite una representación precisa y detallada del mundo visual en el cerebro. Así, la información visual captada por diferentes áreas de la retina se mantiene ordenada y preservada a medida que se transmite al cerebro según cómo se ha enfocado el estímulo. Esto quiere decir que cada “punto” detectado tiene su correspondiente representación en una área de la corteza.

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Por otro lado, las células receptoras en la fóvea (la región de la retina con mayor agudeza visual) tienen una representación más grande en la corteza visual en comparación con las células receptoras en las partes periféricas de la retina. Esto permite reconocer formas, detectar movimientos, percibir profundidad y ubicar objetos en el espacio de forma más detallada si le estamos prestando atención (Grill-Spector y Malach, 2004).

Cuando la corteza visual se daña

la corteza visual

Los trastornos de la corteza visual pueden manifestarse de diferentes maneras, incluyendo dificultades para reconocer caras, trastornos en la percepción de los colores y problemas con la percepción del movimiento .

Los mismos, pueden tener diversas causas, que van desde lesiones cerebrales traumáticas y derrames cerebrales hasta trastornos genéticos y enfermedades neurodegenerativas.

Factores como la edad, estilos de vida poco saludables y antecedentes familiares también pueden influir en el desarrollo de tales afecciones (Álvarez y Masjuan, 2016).

Prosopagnosia

La prosopagnosia es una condición neurológica en la cual la persona tiene dificultades para reconocer rostros, incluso aquellos de personas cercanas como familiares y amigos. Esta incapacidad no está relacionada con problemas de visión o memoria, sino con una alteración específica en el procesamiento de la información facial en el cerebro. Suele ser prevalente en personas con enfermedades neurodegenerativas o con lesiones cerebrales focales (Corrow et al., 2016).

Acromatopsia

La acromatopsia se caracteriza por la incapacidad de percibir y distinguir los colores. Las personas con acromatopsia ven el mundo en blanco y negro, sin experimentar las diferentes tonalidades y matices de los colores. Esta afección se produce debido a una disfunción en el procesamiento de la información del color en el cerebro y suele ser adquirida debido a lesiones cerebrales, como accidentes cerebrovasculares o traumatismos craneoencefálicos (Álvarez y Masjuan, 2016).

Acinetopsia

La acinetopsia es uno de los trastornos de la corteza visual más inusuales. También conocida como ceguera al movimiento, se caracteriza por la incapacidad de percibir y procesar el movimiento visual.

Generalmente se produce a partir de lesiones causadas por accidentes cerebrovasculares.

Las personas con acinetopsia ven el mundo como una serie de imágenes estáticas, sin la percepción del flujo y la continuidad del movimiento. Así, esta condición puede dificultar tareas cotidianas como cruzar la calle, seguir objetos en movimiento o reconocer gestos (Ardila, 2016).

¿Los trastornos en la corteza visual son reversibles?

Si bien no existe una cura definitiva para muchos trastornos de la corteza visual, existen enfoques terapéuticos y estrategias de rehabilitación que pueden ayudar a mejorar los síntomas y la calidad de vida. Estos pueden incluir terapia visual, entrenamiento perceptual, uso de ayudas visuales y adaptaciones ambientales, según el caso.

Conclusión

La corteza visual desempeña un papel crucial en nuestra capacidad para ver y comprender el entorno visual. Desde el procesamiento de información básica como el color y la forma, hasta la percepción de la profundidad, movimiento y reconocimiento de objetos y rostros, esta región nos brinda una experiencia visual rica y significativa. Así, la próxima vez que vayas al show de tu artista favorito o veas la película que tanto te gusta, quizás puedas recordar la importancia de esta región cerebral.

Referencias biblográficas

  • Álvarez, R. y Masjuan, J. (2016). Agnosias visuales. Revista Clinica Espanola216(2), 85-91. https://doi.org/10.1016/j.rce.2015.07.009
  • Ardila, A. (2016). Some Unusual Neuropsychological Syndromes: Somatoparaphrenia, Akinetopsia, Reduplicative Paramnesia, Autotopagnosia. Archives of Clinical Neuropsychology, 31(5), 456-464. https://doi.org/10.1093/arclin/acw021
  • Corrow, S., Dalrymple, K. A. y Barton, J. J. S. (2016). Prosopagnosia: current perspectives. Eye and brain8, 165-175. https://doi.org/10.2147/eb.s92838
  • Grill-Spector, K. y Malach, R. (2004). The human visual cortex. Annual Review of Neuroscience27(1), 649-677. https://doi.org/10.1146/annurev.neuro.27.070203.144220