Es indudable el éxito obtenido por los métodos cuantitativos en la investigación psicológica y educativa, especialmente en lo que se refiere a los instrumentos psicométricos: ¿Quién no ha sido nunca evaluado mediante un test? Sin ir más lejos, conocer la eficacia de las intervenciones clínicas o educativas sería imposible en ausencia de procedimientos para evaluar el cambio. No obstante, muchas decisiones sobre aspectos propiamente cualitativos, tales como los contenidos de las pruebas, se toman subjetivamente, de manera convencional en el mejor de los casos. Veamos un poco más sobre los métodos cualitativos y su medición psicológica.
¿Por qué son importantes?
Es común hallar investigaciones técnicamente muy avanzadas que parten de conceptos borrosos, de procedencia teórica diversa y muy solapados entre sí. En ocasiones, podrían describirse como un combinado de opinión y sofisticación estadística; con excelente apariencia, hay que reconocerlo.
Ahora bien, si queremos incrementar los conocimientos científicos, no es suficiente el postureo. De ahí que empiece a extenderse la recomendación, cuando se desea medir atributos poco explorados o inadecuadamente descritos, de comenzar empleando procedimientos que no impongan, a priori, una estructura cuantitativa.
¿Cómo integrar los resultados?
Desde una perspectiva metodológica, no basta con emplear un método cualitativo y otro cuantitativo para mejorar la medición. Hay que preguntarse cómo lograr una interpretación integrada de los resultados obtenidos por ambos tipos de métodos.
La respuesta se plantea actualmente en el contexto de la denominada “metodología mixta”, que preferimos denominar simplemente “métodos cualitativos y cuantitativos” siguiendo la actual denominación de la división 5 de la Asociación Americana de Psiquiatría (American Psychiatry Association, APA, en inglés).
La normativa APA (Levitt et al., 2018), la habitual en nuestro ámbito, permite el uso de esta etiqueta, más adecuada en nuestra opinión, pues, como ocurre con los coches híbridos, cada motor cumple una función diferente aunque sea su combinación la que proporcione ventajas.
Los métodos de recogida de datos y análisis cualitativo son muy variados en procedimiento y enfoque, aunque los más usuales, si nos centramos en lo esencial, llevan a cabo análisis temáticos de transcripciones de entrevistas u otro material verbal desde diferentes enfoques ontológicos y epistemológicos (Delgado, 2013).
Combinar esos métodos cualitativos, ya habituales en la Psicología del siglo XXI, con modelos de medición invariante podría ser la respuesta que buscamos.
La variedad de objetos de estudio hace recomendables distintas secuencias de métodos, tales como los siguientes:
- Estudios relacionados con la personalidad, incluyendo sus trastornos: Análisis temático (representaciones) + modelo de Rasch.
- Investigación sobre problemas sociales: Fenomenología descriptiva (experiencia subjetiva) + modelo de escalas de calificación.
- Trabajos en el ámbito educativo: Análisis cualitativo de contenido (análisis de tareas) + modelo de crédito parcial.
Nótese que esta es una respuesta muy concreta, considerando que el número de diseños que hibridan lo cualitativo (CUAL) y lo cuantitativo (CUAN) tiende a infinito. ¡Consideren las posibles combinaciones: (recogida de datos x análisis x enfoque CUAL) x (recogida de datos x análisis x enfoque CUAN)!
Reflexividad
Al igual que ocurre con otras cuestiones metodológicas, las recomendaciones concretas o recetas pueden ser muy útiles siempre y cuando se tenga presente que el uso científico de los métodos requeriría no contradecir los supuestos ontológicos (lo que es) y epistemológicos (lo que es posible conocer) en los que se fundamentan. En cuanto a los aspectos epistemológicos, ya no es posible ofrecer recetas simples.
El término reflexividad puede encontrarse en el diccionario de la APA referido a la necesidad de considerar la influencia que, en una investigación cualitativa, tienen los supuestos en que se basa y especialmente la debida a los propios motivos, historia y sesgos.
Que los investigadores de la tradición cuantitativa no presten atención a estas cuestiones (más allá de las asunciones de las pruebas estadísticas) no significa que sean irrelevantes.
Por ejemplo, afiliarse a versiones extremas de posturas empiristas, pragmáticas o realistas es problemático, ya que se niega, respectivamente, que:
- Existan atributos independientes de las observaciones.
- Se requiera justificar las proposiciones sobre la medida incluidas en las afirmaciones sobre el uso de los test.
- El conocimiento sea una construcción humana dependiente del marco de referencia y de cuestiones prácticas (Maul, Torres-Irribarra y Wilson, 2016).
Los modernos procedimientos cualitativos hacen explícitas estas precauciones; es más, la reflexividad se considera parte integral del proceso de investigación. Por utilizar un ejemplo muy simple: si miran a la imagen y responden a la pregunta que se les plantea, es muy probable que digan simplemente “dos vacas”.
No es necesaria una estimación, algo que podría ser necesario si se tratara de un número superior
¿Eso es todo? Ahora es probable que respondan: están en el campo, tumbadas, está nublado, etc. Hasta ahí, nada que no se explique en el contexto de la percepción figura-fondo.
¿Vería algo más una persona de diferente cultura? Sabemos que sí, que hay personas que dirían: animales sagrados; y esto no es únicamente una cuestión cognitiva, sino que podría tener consecuencias conductuales y fisiológicas.
La psicología no puede dejar de lado la ontología social, especialmente en el estudio de temas tan relevantes como el de las emociones humanas (Barrett, 2013). La existencia no es lo mismo que la inmutabilidad o la independencia de la intencionalidad humana, por lo que no podemos ignorar el papel que desempeñamos los seres humanos en la construcción de atributos psicológicos.
Modelos mentales
Aunque la denominada guerra de paradigmas entre los investigadores afiliados a las tradiciones de los métodos cualitativos y cuantitativos, parece haber sido superada, es evidente que los miembros de los dos grupos no se acercan a la investigación con los mismos modelos mentales.
Es más, estos no siempre son compatibles: p.ej., ¿Se analizan variables de forma supuestamente objetiva o se describe el proceso por el que se llega a la interpretación subjetiva de la experiencia?
No es solo una cuestión de ontología y epistemología, sino de cómo los investigadores representan los procedimientos en el día a día. Incluso el término “cualitativa” tiene un significado basado en variables para quienes proceden de la tradición cuantitativa (Maxwell, 2019, p.134).
Conclusión
Pensemos en la investigación de la regulación emocional, un campo de estudio relativamente nuevo. Antes de construir escalas para su medida, habrá que explorar y categorizar el rango de estrategias empleadas por la población de interés.
En términos generales, lo mismo podría decirse de cualquier investigación cuyo objetivo sea obtener medidas de atributos insuficiente explorados o descritos en otras culturas.
Referencias bibliográficas
- Barrett, L. F. (2012). Emotions are real. Emotion, 12, 413-429. Doi: 10.1037/a0027555
- Delgado, A. R. (2013). Why include phenomenological analysis in a research methods course? Psicothema, 25(2), 227-231. Doi: 10.7334/psicothema2012.180
- Levitt, H. M., Bamberg, M., Creswell, J. W., Frost, D. M., Josselson, R. y Suárez- Orozco, C. (2018). Journal article reporting standards for qualitative primary, qualitative meta-analytic, and mixed methods research in psychology: The APA Publications and Communications Board task force report. American Psychologist, 73(1), 26-46. Doi:10.1037/amp0000151
- Maul, A., Torres-Irribarra, D. y Wilson, M. (2016). On the philosophical foundations of psychological measurement. Measurement, 29, 311-320. Doi:10.1016/j.measurement.2015.11.001
- Maxwell, J. A. (2019). Distinguishing between Quantitative and Qualitative research: A response to Morgan. Journal of Mixed Methods Research, 13(2), 132-137. Doi: 10.1177/1558689819828255
¡COMO TODO LO QUE PUBLICA REUNO-CLASS BRILLANTE!