En el año 2015, salieron a la luz en redes sociales ciertos tipos de ilusiones ópticas por medio de una fotografía de un vestido que se hizo viral. ¿La razón? A pesar de ser un vestido común y corriente, muchas personas se sorprendieron al comprobar que existían percepciones muy diferentes de la misma imagen. Algunos lo percibían de color negro y azul, y otros, dorado y blanco. Así nació la conocida ilusión del vestido. ¿Se trata de un efecto asociado al sistema visual humano? Indaguemos en las ilusiones ópticas de las redes sociales.

Después del vestido vino la zapatilla

A mediados del 2019, otra foto similar apareció en las redes sociales. En esta ocasión, se trataba de una zapatilla, percibida de color gris y turquesa por unos, o rosada y blanca por otros.

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REDACCIÓN. (2019). Fotografía de las zapatillas que se hizo viral en 2017. La ilusión óptica es fruto del flash de la cámara que hizo la fotografía. [Fotografía]. Recuperado de www.lavanguardia.com

Basándonos en tales imágenes, se iniciaron múltiples discusiones respecto a qué hace que percibamos la misma imagen de diferentes maneras. Incluso, se llegó a hablar de que esto era el resultado de distintas personalidades, estados de ánimo y hasta posibles daños cerebrales. 

El cerebro que procesa imágenes

Pero, ¿qué es lo que ocurre realmente cuando miramos estas imágenes y cuál es el rol del cerebro en ello? La polémica sigue abierta en cuanto a la percepción de distintos colores en las imágenes.

Para poder resolver algunas dudas y mitos, en un principio analizaremos las características de dichas imágenes y la teoría de ilusiones ópticas. Finalmente, hablaremos de los estudios con neuroimagen que describen el comportamiento cerebral frente a tales estímulos.

Bases conceptuales de las ilusiones ópticas

Una ilusión óptica se define como un fenómeno donde la percepción subjetiva de un estímulo no coincide con la realidad física de este. Por tal razón, se debe diferenciar el objeto físico como un elemento individual y el procesamiento cerebral de estímulos visuales como otro elemento en la fórmula de percepción visual (Macknik et al., 2008).

Elementos físicos de las ilusiones ópticas

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Los cuadrados A y B son percibidos de diferente color.

Aparte de la realidad física del estímulo, intervienen las propiedades de color, forma y fondo. Una teoría que explica por qué estas imágenes son percibidas de diferente forma es la que refiere a la inconsistencia de colores.

Teoría de la inconsistencia de colores

Se sabe que, en muchas ilusiones ópticas, donde todos perciben la misma ilusión (es decir, de manera unimodal), existe una estabilidad o consistencia de color (tanto del objeto como de su fondo). En estos casos, se espera una respuesta predecible en las percepciones y, por ende, todas las personas tienen la misma conclusión de la ilusión. Un ejemplo de ello es la ilusión de la sombra de ajedrez. En esta, los cuadrados A y B parecen colores distintos por la interacción de la sombra y los otros cuadrados circundantes.

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Lo cuadrados A y B son del mismo color.

A diferencia de la ilusión del ajedrez, el vestido o la zapatilla, presentan una inconsistencia del color entre el fondo y/o figura. Como consecuencia, los colores de la imagen no pueden darse por sentado, sino que deben ser adivinados o deducidos por el espectador. Esto conlleva dos percepciones diferentes de una misma imagen. Lo que implica que dichas fotografías son ilusiones ópticas bimodales o biestables (se obtienen dos opciones perceptivas). Existen varios ejemplos de imágenes biestables, pero no interviene el color, sino la forma. Entre ellos está el caso del vaso de Rubin o la imagen del Pato-Conejo.

Teoría de iluminación

La teoría de la iluminación puede ser explicada por este fenómeno. Poniendo el ejemplo del vestido, aquellos que consideran que la iluminación está en frente del objeto, lo perciben azul y negro. Por el contrario, quienes creen que se ubica en el fondo, lo perciben blanco y dorado. Esta teoría se basa en que muchas veces se modifica la iluminación del fondo y, como resultado, la figura se percibe de otra forma (González et al., 2018).

Elementos neurológicos de las ilusiones ópticas

Diversos autores coinciden en que el fenómeno ilusorio del vestido y la zapatilla se deben más al procesamiento cerebral cortical que a las propiedades físicas de las imágenes. Estas suposiciones derivan de la investigación de Schlaffke et al. (2015) en la que se realizó una resonancia magnética funcional (functional magnetic resonance imaging, MRI, en inglés) mientras las personas observaban la imagen del vestido. 

Ilusión Vaso Rubin
El vaso de Rubin recibe el nombre del psicólogo danés que lo hizo famoso en 1915, Edgar Rubin.

Aquellos que vieron el vestido de azul y negro presentaban una activación cortical esperada en regiones occipitales. Y los que veían el vestido en blanco y dorado mostraban activaciones adicionales en áreas relacionadas con la atención y toma de decisiones.

Específicamente, activaciones en el giro frontal medio, lóbulo parietal superior e inferior, giro medial temporal y giro frontal medial. Con base en esto, los investigadores recurrieron a la teoría jerárquica de percepción explícita para explicar estas ilusiones ópticas.

Teoría jerárquica de percepción explícita

En una primera etapa, el vestido o la zapatilla son percibidos a grandes rasgos. Para ello, se activan los sistemas occipitales del cerebro, encargados de la percepción visual. Sin embargo, al tratar de detallar la imagen, dados los conflictos que deja la iluminación o coloración inconsistente, se activan las estructuras frontales, temporales y parietales para intentar resolverlos. 

Se cree que aquellas personas que perciben el vestido azul y negro solo utilizan sistemas occipitales y se quedan con una vista general de la imagen. Los que lo ven blanco y dorado, terminan con una percepción errónea de la imagen por intentar detallar y resolver la inconsistencia. Por lo tanto, se crea la ilusión del vestido.

Percepción e ilusión óptica

En otras palabras, mientras más detallada se observe la imagen, mayores posibilidades de percibir la ilusión óptica. Esta decisión es automática y no se conoce todavía cuáles son los factores que hacen que una persona pase por estos procesos y otra no. Y es que, se realizan en milisegundos. Sin embargo, la presente explicación no infiere quién ve la realidad de manera general y quién de manera detallada. Simplemente, describe el comportamiento cerebral bajo esta específica inconsistencia, por lo que no se debe generalizar a la realidad perceptiva de cada persona.

Conclusión

El fenómeno óptico del vestido y la zapatilla son imágenes que llegaron a ser ilusiones ópticas de manera accidental, debido a sus propiedades en la percepción de las imágenes. Así, son consideradas ilusiones ópticas bimodales dada la combinación de una toma de decisión automática del cerebro para resolver e interpretar la inconsistencia de sus propiedades físicas, como la iluminación y el color.

Estos ejemplos se hicieron virales en internet, generando debates sobre la percepción visual entre los usuarios. Su popularidad destaca la fascinación humana por cómo percibimos y entendemos el mundo que nos rodea. ¿Cuántas ilusiones más nos quedarán por descubrir?

Referencias bibliográficas

  • González, J., Prieto, F., Gómez, F., Fuentes, I., Castro, M. y Moreno, P. (2018). Which are the colors of the dress? Review of an atypical optic illusion. Archivos de La Sociedad Española de Oftalmología (English Edition), 93(4), 186-192. Doi: 10.1016/j.oftal.2017.11.009
  • Macknik, S. L., King, M., Randi, J., Robbins, A., Teller, Thompson, J. y Martinez-Conde, S. (2008). Attention and awareness in stage magic: turning tricks into research. Nature Reviews Neuroscience, 9(11), 871-879. Doi: 10.1038/nrn2473
  • Schlaffke, L., Golisch, A., Haag, L. M., Lenz, M., Heba, S., Lissek, S. y Tegenthoff, M. (2015). The brain’s dress code: How The Dress allows to decode the neuronal pathway of an optical illusion. Cortex, 73, 271-275. Doi: 10.1016/j.cortex.2015.08.017