La ceguera por inatención es un fenómeno atencional de filtrado de información irrelevante. Lo que quiere decir que nuestro cerebro, en la búsqueda de un procesamiento más óptimo, desecha la información innecesaria para llevar a cabo la acción que nos ocupa. Este fenómeno se produce, también, cuando aparece un estímulo inesperado o que no guarda relación con la acción que se lleva a cabo en el campo visual. ¿Cuáles son las causas de la ceguera por inatención? El proceso tiene lugar por debajo del umbral consciente, lo que implica que existe una cantidad de información sensorial que nuestro cerebro está procesando sin que nos demos cuenta. Esto puede llevarnos a cometer errores en la ejecución de determinadas actividades, con consecuencias que podrían ser tan severas como accidentes de tránsito.
¿Qué es la ceguera por inatención?
La ceguera por inatención es un fenómeno que se experimenta al pasar por alto información visual aparentemente obvia.
En otras palabras, no somos conscientes de cierta información que está en pleno campo visual.
Dicho fenómeno puede tener varias explicaciones. Algunas de las hipótesis que se manejan al respecto las veremos más adelante.
La ceguera por inatención genera omisiones de información importante para la puesta en marcha de determinados patrones comportamentales.
Esta omisión puede llevar a errores en el desempeño motriz, lo que podría provocar accidentes.
Causas de la ceguera por inatención
La atención es el mecanismo mediante el cual procesamos, de forma más profunda y consciente, la información provista por los órganos sensoriales.
La investigación en atención indaga cómo el control voluntario y la experiencia subjetiva surgen y regulan nuestra conducta (Posner y Rothbart, 2007).
No obstante, y por causas que podrían atribuirse al argumento evolutivo, la atención es en muchas ocasiones selectiva, discriminando entre la información que nos merece un procesamiento más detenido y la que dejamos de lado como irrelevante.
Entonces… ¿Cuáles serían las causas de la ceguera por inatención?
Esta criba de información puede deberse a que la mayor parte del procesamiento mental de información sensorial ocurre fuera de la conciencia. Nuestros sentidos pueden captar una cantidad casi ilimitada de información, pero el cerebro tiene recursos limitados cuando se trata de la atención.
Procesamiento selectivo de información
Los sentidos reciben mucha más información que lo que es posible procesar de forma consciente (Grissinger, 2012). Sin embargo, existen casos en los que tal información, que no es procesada con profundidad, es dejada de lado como “irrelevante” y resulta ser importante para determinados fines o para encauzar comportamientos.
Baloncesto y gorila
Simons y su equipo (1999) realizaron un experimento muy emblemático para demostrar este fenómeno.
Propusieron a los participantes contar los pases de balón que realizaban dos equipos con camiseta blanca o negra. Mientras, por detrás de la actividad que tenía lugar, se paseaba un actor disfrazado de gorila.
La imagen de este estímulo inesperado podía aparecer de forma traslúcida u opaca, según la condición experimental.
Encontraron que el 54% notó el hecho inesperado (la aparición del gorila) y el 46% no se dio cuenta del mismo, revelando un nivel importante de ceguera por falta de atención selectiva durante un evento dinámico.
Otros observadores notaron más el estímulo inesperado en el estado opaco (67%) que en la condición traslúcida (42%). Sin embargo, incluso en el caso opaco, una proporción sustancial de estos (33%) no pudo informar del suceso, a pesar de su visibilidad y las preguntas sobre el mismo después de la tarea.
¿Cómo nos afecta la ceguera por inatención?
Pammer y Blinck (2013) condujeron un experimento para determinar cómo afectaba la ceguera por inatención en el contexto de la ejecución de conducción de vehículos.
En este experimento se presentaba a los participantes una escena de tráfico. Debían juzgar las acciones emprendidas por el conductor en la imagen presentada. Esto es, si eran correctas o no según las normas de tránsito.
Las escenas eran tanto urbanas como rurales y los estímulos distractores guardaban relación o no con el entorno de la escena (entorno urbano-canguro y entorno rural-hombre de negocios).
Encontraron diferencias individuales entre las personas con mayor experiencia en conducción de vehículos de motor.
Estos participantes notaron, en mayor medida, los estímulos distractores y, aun así, el efecto general de la ceguera por inatención seguía presente.
Los resultados mostraron que los participantes apreciaron menos al canguro en el entorno urbano (88% de los sujetos pasó por alto el canguro) que al hombre de negocios en el entorno rural (68%).
De la misma forma, fue ignorado por una fracción importante de los participantes el hombre de negocios en entorno urbano (77%).
Estos hallazgos sugieren que un espectador es más propenso a notar un objeto que aparece inesperadamente si este comparte algunas características con la escena o estímulo supervisado.
En otras palabras, podría interpretarse que al prestar atención a un estímulo visual se desarrolla un procesamiento de atención selectiva y los objetos que comparten características de este conjunto atencional son más propensos a procesarse de forma consciente.
Conclusión
La ceguera por inatención se manifiesta cuando, por ejemplo, un conductor no ve una moto o bicicleta cuando le viene a su izquierda. Esto ocurre porque un vehículo de dos ruedas es un estímulo inesperado a la izquierda de cualquier conductor.
De la misma forma, se manifiesta este fenómeno cuando buscamos desesperadamente un objeto que se encuentra en un lugar inesperado. Por fortuna, la probabilidad de experimentarlo, en la mayoría de los casos, es muy baja. Y, por supuesto, se debe a que el cerebro hace muy bien su trabajo de filtrado de información.
Las causas de la ceguera por inatención son diversas pero, al mismo tiempo, es el precio que pagamos por la optimización en el procesamiento de información a nivel cerebral. Y es que, esto nos facilita un procesamiento más rápido y eficaz de la información relevante para llevar a cabo las actividades cotidianas.
Sin este circuito de procesamiento y descarte de información irrelevante, tendríamos que procesar cada estímulo sensorial que recibimos, haciendo imposible la consecución de más de una tarea.
Referencias bibliográficas
- Grissinger, M. (2012). ‘Inattentional Blindness’: What Captures Your Attention?. Pharmacy and Therapeutics, 37(10), 542. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3474444/
- Pammer, K. y Blink, C. (2013). Attentional differences in driving judgments for country and city scenes: Semantic congruency in inattentional blindness. Accident Analysis & Prevention, 50, 955-963. Doi: 10.1016/j.aap.2012.07.026
- Posner, M. I. y Rothbart, M. K. (2007). Research on attention networks as a model for the integration of psychological science. Annual Review of Psychology, 58, 1-23. Doi: 10.1146/annurev.psych.58.110405.085516
- Simons, D. J. y Chabris, C. F. (1999). Gorillas in our midst: Sustained inattentional blindness for dynamic events. Perception, 28(9), 1059-1074. Doi: 10.1068/p281059
- Simons, D. J. (2000). Attentional capture and inattentional blindness. Trends in cognitive sciences, 4(4), 147-155. Doi: 10.1016/s1364-6613(00)01455-8.