¿Sabías que es posible estar convencida de encontrarte embarazada y presentar los síntomas típicos, sin realmente estar gestando? Este curioso fenómeno se conoce como pseudociesis, un tipo de cuadro somático reconocido por autoridades médicas y psiquiátricas. En este artículo, descubriremos en qué consisten estos casos y por medio de qué síntomas se manifiestan los embarazos psicológicos. También, ahondaremos en las teorías que se han construido respecto a los posibles factores culturales, psicológicos y fisiológicos que pueden desencadenar este fenómeno, así como los posibles mecanismos neuroendocrinos involucrados. Por último, abordaremos los desafíos diagnósticos y terapéuticos que enfrentan los profesionales e investigadores que han estudiado al respecto. Veámos entonces qué es la pseudociesis o embarazo psicológico y sus síntomas.

¿A qué nos referimos con pseudociesis?

También conocido como embarazo psicológico, se trata de la creencia errónea y persistente de estar embarazada, incluso manifestando sus síntomas, a pesar de la ausencia de una confirmación médica. De acuerdo al Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, DSM V, en inglés), forma parte de los trastornos de síntomas somáticos y trastornos relacionados.

pseudociesis, embarazo psicológico

Los embarazos psicológicos se caracterizan por la manifestación de diversos síntomas. Estos son:

  • Interrupción de la menstruación.
  • Cambios en el abdomen.
  • Producción de leche materna.
  • Sensibilidad o dolor en los senos.
  • Aumento de peso.
  • Náuseas o vómitos.
  • Percepción ilusoria de movimientos fetales.

A su vez, tales síntomas físicos y signos, son propios de la gestación (Campos y Link, 2016). No obstante, en estos casos, forman parte del trastorno somático.

Una aclaración relevante

Como ya fue mencionado, resulta importante destacar que, si bien estos síntomas sí están presentes, no hay evidencias de un embarazo real. Además, la pseudociesis puede generar una profunda convicción de estar embarazada y ser acompañada de emociones intensas relacionadas con la maternidad. Por lo tanto, el reconocimiento y la comprensión de este fenómeno son fundamentales para brindar un apoyo adecuado a las mujeres que lo experimentan.

Etiología de la pseudociesis

Respecto al origen de los embarazos psicológicos, no existe un consenso al respecto. No obstante, en la actualidad se sostiene que sus causas derivan de la compleja interacción de factores psicosociales, fisiológicos y endocrinológicos (Murewanhema et al., 2021).

Factores psicosociales

En primer lugar, los factores psicosociales desempeñan un papel significativo en este fenómeno. Desde una perspectiva cultural, las expectativas y presiones sociales relacionadas con la maternidad pueden influir en la aparición de la pseudociesis. En otras palabras, el estrés manifestado por la presión a tener hijos, jugaría un papel importante a la hora de que una mujer experimente un embarazo no real.

Para muchas sociedades, ser madre se considera un aspecto esencial en la mujer, y aquellas que no pueden concebir pueden enfrentar estigma y discriminación. En este sentido, episodios de abortos, intentos fallidos de concepción y diagnósticos de infertilidad, son antecedentes frecuentes en casos de pseudociesis (Murewanhema et al., 2021).

En esta misma línea, autores psicodinámicos han planteado la posibilidad de que los embarazos psicológicos se producirían como mecanismos de defensa. Pudiendo darse ante un posible trauma causado por la infertilidad (Porfyri et al., 2020).

Factores endocrinológicos y fisiológicos

Se ha encontrado que la pseudociesis comparte características hormonales tanto con el síndrome de ovario poliquístico (SOP) como con el trastorno depresivo mayor (TDM). Aunque, vale aclarar, que las características se asemejaban más a las que se presentan en el SOP.

En suma, en esta revisión, descubrieron que las mujeres con pseudociesis pueden experimentar cambios en su sistema nervioso. Dentro de estos cambios se incluyen un aumento en la actividad del sistema nervioso simpático y disminución en la capacidad del cuerpo para regular la hormona liberadora de gonadotropina, involucrada en el ciclo menstrual.

Asimismo, puede darse una disfunción de las vías catecolaminérgicas del sistema nervioso central (SNC) involucradas en la regulación de la secreción hormonal de la adenohipófisis. Es decir, cuando estas vías no funcionan correctamente, puede haber alteraciones en la regulación hormonal. A su vez, esto puede tener efectos en el ciclo menstrual y otros aspectos del funcionamiento hormonal del cuerpo (Tarín et al., 2013).

Posibles tratamientos en casos de embarazo psicológico

La evidencia respecto a posibles tratamientos es escasa. En este sentido, se debe estudiar en mayor profundidad tal fenómeno. Sin perjuicio de esto, existen diversas estrategias que, en algunos casos reportados, han demostrado ser útiles (Azizi y Elyasi, 2017):

psicoterapia, apoyo, diagnóstico de pseudociesis
  • Terapia centrada en la resolución de problemas. Esta podría orientarse a la percepción del significado de los síntomas y la resolución de los factores estresantes que podrían estar causando el embarazo psicológico. Para eso, es necesaria la obtención de un historial psiquiátrico, antes de diagramar cualquier tipo de abordaje en mujeres con este cuadro.
  • A su vez, en psicoterapia se puede buscar la resolución de los síntomas por medio de la participación activa de la persona.
  • Se deberían realizar pruebas de embarazo, como la medición de la gonadotropina coriónica, hormonas tiroideas y ecografía, para demostrar la ausencia de embarazo. En este caso, se necesita que los profesionales comuniquen empáticamente y establezcan una buena relación con la consultante, antes de enfrentarla a la realidad.
  • Considerar la remisión a otros médicos en casos en los que las pacientes no acepten el diagnóstico. A veces, se busca una segunda opinión antes de aceptar que se está atravesando por este cuadro.

Por último, es vital contar con el apoyo y la ayuda de familiares y amigos. Ya que, tener una red de apoyo, puede ser beneficioso a la hora de conocer que se está frente a un caso de embarazo psicológico, y no de uno real. En consiguiente, las probabilidades de adherir a un tratamiento, serían mayores.

Distinción de la pseudociesis del delirio de embarazo

Para muchos autores, la pseudociesis debe diferenciarse de los delirios de embarazo. Por un lado, las mujeres con delirio de embarazo no muestran síntomas de preñez (a pesar de creer firmemente que existe). Mientras que, las mujeres con pseudociesis, sí muestran síntomas propios de un período en gestación (Campos y Link, 2016).

Tal diferenciación radica en que, el DSM-V, categoriza el delirio de embarazo dentro del espectro esquizofrénico y los trastornos psicóticos. Por lo que, el delirio de embarazo implica la necesidad de un tratamiento diferente al de los embarazos psicológicos. Sin embargo, autores como Seeman (2014) argumentan que, dada la similitud en la sintomatología, es prácticamente imposible diferenciar el delirio de embarazo de la pseudociesis.

Conclusión

Aunque los resultados de investigaciones sobre casos de pseudociesis sean poco concluyentes, no significa que desconozcamos este fenómeno de forma absoluta. Incluso, el conocimiento recabado hasta ahora, nos permite reflexionar sobre posibles estrategias terapéuticas.

Por ejemplo, los estudios que revelaron teorías acerca de la etiología de los embarazos psicológicos, nos han esclarecido respecto a la importancia de la interdisciplina. Es decir, que se requiere de la colaboración de psicólogos, ginecólogos y psiquiatras para lograr intervenciones efectivas en el tratamiento de esta patología. En este sentido y dado que una de las causas posibles es el estrés, en caso de que desees profundizar el impacto biológico, cognitivo y emocional que tiene esta respuesta del cuerpo a nivel cerebral, te invitamos a nuestro curso sobre estrés y cerebro.

Referencias bibliográficas

  • American Psychiatric Association. (2013)Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). https://doi.org/10.1176/appi.books.9780890425596
  • Azizi, M. y Elyasi, F. (2017). Biopsychosocial view to pseudocyesis: A narrative review. International journal of reproductive biomedicine15(9), 535-542.
  • Campos, S. J. y Link, D. (2016). Pseudocyesis. The Journal for Nurse Practitioners: JNP12(6), 390-394. https://doi.org/10.1016/j.nurpra.2016.03.009
  • Murewanhema, G., Ziruma, A., Nyakanda, M. I., y Madziyire, M. G. (2021). Hope or desperation? A pseudocyesis in advanced maternal age in a woman with recurrent miscarriages: a case report and literature review. PAMJ Clinical Medicine6. https://doi.org/10.11604/pamj-cm.2021.6.18.30101
  • Porfyri, G. N., Konsta, A., Tsolaki, A., Diakogiannis, I., y Ierodiakonou-Benou, I. (2020). Pseudocyesis as a healing mechanism for psychological trauma. Jurnal Profesi Medika : Jurnal Kedokteran Dan Kesehatan14(1). https://doi.org/10.33533/jpm.v14i1.1686
  • Seeman, M. V. (2014). Pseudocyesis, delusional pregnancy, and psychosis: The birth of a delusion. World Journal of Clinical Cases2(8), 338. https://doi.org/10.12998/wjcc.v2.i8.338
  • Tarín, J. J., Hermenegildo, C., García-Pérez, M. A. y Cano, A. (2013). Endocrinology and physiology of pseudocyesis. Reproductive Biology and Endocrinology: RB&E11(1), 39. https://doi.org/10.1186/1477-7827-11-39