En un mundo que promueve la conexión constante, los vínculos también se ven influenciados y transformados por este fenómeno. Las redes sociales, la comunicación instantánea y el trabajo remoto parecen generar más cercanía que nunca, pero, paradójicamente, también intensifican formas de desconexión emocional preexistentes. Entre ellas, el apego evitativo ocupa un lugar central. Tal forma de vincularse, caracterizada por la distancia emocional y el rechazo de la dependencia, se ve especialmente desafiada y reforzada por el entorno digital contemporáneo. A continuación, exploraremos cómo se entrelazan en una paradoja la hiperconectividad y el apego evitativo, sus consecuencias en los vínculos y las posibles vías de abordaje clínico.

El apego evitativo: Una estrategia para sobrevivir

Una de las categorías de apego identificadas por Mary Ainsworth en su estudio de la situación extraña, realizado entre 1969 y 1978, es el apego evitativo, el cual se caracteriza por una aparente independencia emocional. El líneas generales, aquellos con dicho estilo de apego tienden a minimizar la expresión de sus necesidades afectivas y mantener una distancia emocional en sus relaciones. (Kolhe, 2024).

Hiperconectividad y apego evitativo

La raíz del apego evitativo

Cuando los intentos de un niño o niña por obtener afecto y atención son sistemáticamente ignorados, se aprende a inhibir la expresión de necesidades emocionales. De esa manera, desarrollan una estrategia de autosuficiencia forzada, minimizando la propia vulnerabilidad, y produciendo una pseudoseguridad basada en una fantasía de autosuficiencia, que permite sostener vínculos sin sentir dependencia emocional real (Power, 2020).

En el contexto de los vínculos en la adultez, el apego evitativo se manifiesta en una tendencia a mantener la distancia emocional y, justamente, evitar la intimidad. El presente hecho conlleva que sean percibidas como frías o distantes, y con dificultades para expresar sus emociones y necesidades afectivas.

El rol de la tecnología: ¿Cómo influye?

En la era digital, mantener relaciones superficiales es más fácil que nunca. El uso de aplicaciones, redes sociales y dispositivos favorece formas de interacción que no exigen presencia emocional. Para quienes tienden al apego evitativo, este entorno ofrece un refugio cómodo donde el contacto humano es dosificado a conveniencia.

Sin embargo, es posible que esa misma conectividad genere aún más demandas. Parejas más exigentes pueden utilizar la tecnología para reclamar respuestas inmediatas o visibilidad constante, lo que se percibe como una invasión por parte de quienes prefieren el distanciamiento afectivo. Demandas que, para este tipo de personas, tienden a activar defensas que dificultan todavía más la intimidad (Power, 2020).

Entre el deseo de ser visto y el miedo a sentir

Hiperconectividad y apego evitativo

Ahora bien, a pesar de su aparente independencia, experimentan un profundo anhelo de conexión emocional. La paradoja entre el deseo de ser visto y el miedo a sentir es una característica central del apego evitativo y se refleja en la forma en que estas personas interactúan con los demás.

Una necesidad silenciada

El anhelo de conexión emocional en las personas con apego evitativo en general se encuentra reprimido. Con el fin de protegerse de la vulnerabilidad emocional, suelen ocultar necesidades afectivas. Como resultado, parecen distantes o desapegadas, pero en realidad, muchas veces, están luchando con un profundo deseo de ser comprendidas y aceptadas (Power, 2020).

Paradoja en la hiperconectividad digital

En el contexto actual, sucede un escenario paradójico. Por un lado, la hiperconectividad digital amplifica las demandas de contacto, haciendo que se sientan alcanzadas por el otro. Por otro, los mismos entornos despiertan un profundo deseo de reconocimiento emocional, incluso si no lo expresan.

¿Qué dice la neurociencia social?

Siguiendo esta línea, estudios recientes que utilizaron tecnología de hiperescaneado cerebral revelaron que, durante tareas de comunicación emocional, aquellos con evitación social presentan una elevada sincronía cerebral con su interlocutor. Lo anterior no solo refleja la percepción del otro, sino también una participación emocional activa, a pesar del comportamiento exterior de desconexión (Deng, 2024).

Resulta interesante reconocer que, cuanto mayor es la activación cerebral ante estímulos emocionales positivos, menor es la capacidad de sostener la interacción, lo cual sugiere que la sobrecarga emocional bloquea la expresión espontánea del vínculo. En otras palabras, el deseo de conexión existe, pero su intensidad se vuelve difícil de gestionar, y refuerza la evitación como defensa. Verdaderamente, la hiperconectividad y el apego evitativo no son opuestos: son parte de un mismo conflicto no resuelto.

Respuestas al malestar: El auge del detox digital

En la era de la hiperconectividad, el detox digital ha surgido como una estrategia para lidiar con el estrés y la ansiedad asociados con el uso excesivo de la tecnología. Al implicar una desconexión temporal de dispositivos electrónicos, se ha convertido en una respuesta cada vez más común para aquellos que buscan reducir la sobrecarga digital y mejorar su bienestar emocional.

Dentro de un contexto de tales características, también aparece como una extensión de las estrategias de evitación emocional, características del apego evitativo. Al desconectarse de la tecnología, las personas con apego evitativo se vuelven capaces de evitar las demandas emocionales y sociales asociadas con la hiperconectividad. Así, el detox digital les permite mantener la distancia emocional que necesitan para sentirse seguros (Kolhe, 2024).

Intervenciones clínicas: Comprender sin invadir

Hiperconectividad y apego evitativo

Dicho lo anterior, resulta clave mencionar que el abordaje terapéutico del apego evitativo requiere una comprensión profunda de las dinámicas subyacentes que sostienen el patrón de apego. En este sentido, es fundamental reconocer la función protectora de las defensas evitativas, y trabajar de manera respetuosa y gradual para fomentar la confianza y la apertura en la relación terapéutica. Establecer una alianza terapéutica sólida con estos pacientes requiere sensibilidad, constancia y tolerancia a los silencios (Power, 2020).

Desafíos terapéuticos

La resistencia a la intimidad emocional aparece como el principal desafío. Quienes presentan un apego evitativo suelen tener dificultades para establecer una alianza terapéutica debido a la desconfianza hacia los demás y la tendencia a minimizar la expresión de sus emociones. Debido a ello, es crucial intervenir con un enfoque de paciencia y comprensión, sin presionar a los pacientes.

Claves para el abordaje: Apego evitativo en la hiperconectividad

En la intervención, se debe validar el deseo de autonomía sin reforzar la evitación. Es clave ofrecer un espacio seguro, pero también desafiante, que invite a la exploración de emociones reprimidas sin forzar su aparición. Esto implica explorar de manera colaborativa las experiencias tempranas que dieron lugar al desarrollo del apego evitativo. Con el tiempo, y mediante una relación terapéutica sostenida, puede lograrse una apertura progresiva hacia la propia experiencia afectiva.

Conclusión

La relación entre la hiperconectividad y el apego evitativo revela una paradoja contemporánea: mientras todo a nuestro alrededor invita a estar más conectados, algunas personas se sienten cada vez más distantes. Lejos de la frialdad o el desinterés, este estilo de apego es una forma de protección frente al dolor emocional no resuelto.

Su comprensión es esencial para promover el bienestar emocional en un mundo cada vez más interconectado. En ese sentido nos preguntamos… ¿Qué rol podría jugar la psicología para acompañar estos procesos en la era digital?

Referencias bibliográficas

  • Deng, X., Chen, X. y Wang, J. (2024). The paradox of social avoidance and the yearning for understanding: Elevated interbrain synchrony among socially avoidant individuals during expression of negative emotions. International journal of clinical and health psychology24(3), 100500. Doi: 10.1016/j.ijchp.2024.100500
  • Kolhe, D. (2024). Exploring Attachment Styles in The Era of Digital Connectivity: A Narrative Review of Detox Behaviours. International Journal of Indian Psychȯlogy12(1). Doi: 10.25215/1201.072
  • Power, A. (2020). Avoidant people in relationships: Why would they bother? How do partners fare? In Attachment and the Defence Against Intimacy (pp. 37-68). Routledge.