Esta sustancia química, conocida en algunos entornos recreativos por sus efectos inmediatos y de corta duración, destaca por su capacidad para provocar diversas sensaciones satisfactorias. Sin embargo, su uso ha generado intensos debates sobre los posibles riesgos y beneficios asociados a su consumo. En este contexto, tanto los efectos esperados como los secundarios del popper varían según la persona y circunstancias, afectando tanto a hombres como a mujeres. A continuación, exploraremos los principales efectos del popper, sus riesgos para la salud y cómo sus efectos en mujeres podrían diferir en comparación con otros grupos.
En primer lugar, ¿qué es el popper?
El popper es una sustancia psicoactiva que pertenece a la familia de los nitritos. Se presenta comúnmente como un líquido incoloro que se inhala a través de la nariz o la boca, produciendo un rápido efecto de corta duración. Disponible en envases pequeños de diferentes capacidades, que van desde los 10 hasta los 24 ml, su popularidad lo convierte en el inhalante volátil más consumido globalmente. En lo que refiere a su presentación, la misma dificulta establecer una dosificación estándar. Sin embargo, los consumidores experimentados suelen ajustar la cantidad según la profundidad de la inhalación (Folch et al., 2015).
Y sonó… ¡Pop!
La creación inicial de la droga, el nitrito de amilo, se le atribuye al francés Antoine Jerome Balard. Habiendo sido sintetizado originalmente para tratar la angina, se popularizó como una droga recreativa debido a sus efectos de euforia y relajación muscular. Inicialmente, el producto se envasaba en ampollas que al romperse producían un característico chasquido o pop, de donde derivó su apodo popper.
¿Qué genera el popper en el cerebro?
Los efectos de esta droga conocida como popper en el cerebro están principalmente relacionados con su acción como vasodilatador y capacidad de alterar temporalmente la dinámica de la circulación cerebral. A continuación, sus principales efectos (Ortiz Castro et al., 2014):
- Alteraciones en la oxigenación cerebral: La rápida dilatación de los vasos sanguíneos puede generar una disminución temporal en la disponibilidad de oxígeno en el cerebro, lo que afecta la función neuronal.
- Euforia y desinhibición: Los nitritos inhalados impactan en la química cerebral al inducir una sensación de placer breve debido al aumento del flujo sanguíneo.
- Incremento de la presión intracraneal: La vasodilatación masiva puede llevar a un aumento de la presión dentro del cráneo, lo que tiene efectos transitorios pero potencialmente perjudiciales en personas sensibles.
- Interferencia con la autorregulación cerebral: El popper altera los mecanismos del cerebro que regulan el flujo sanguíneo en respuesta a las demandas metabólicas, afectando la homeostasis cerebral.
Sus efectos adversos en el cuerpo
Esta droga tiene un impacto inmediato y notable en el cuerpo humano debido a la ya mencionada capacidad para dilatar los vasos sanguíneos. Dicho efecto genera una rápida disminución de la presión arterial. En lo que refiere al nivel muscular, produce una relajación de los músculos lisos, característica que ha contribuido a su uso en ciertos contextos recreativos.
En términos respiratorios, la inhalación de la sustancia actúa de forma casi instantánea, alcanzando el torrente sanguíneo a través de las vías nasales. Al inhalarlo, los nitritos presentes en su composición química provocan un aumento transitorio del flujo sanguíneo hacia distintas partes del cuerpo. Este cambio en la circulación es percibido por muchos usuarios como una sensación placentera, que incluye una leve sensación de hormigueo en la piel, particularmente en las extremidades y rostro. Sin embargo, su utilización debe considerarse con cautela, especialmente al entender cómo interactúa con el cuerpo a nivel fisiológico.
Efectos secundarios del popper
A pesar de ser utilizado principalmente como droga recreativa por sus efectos inmediatos de euforia y relajación, muchas veces, el popper, ocasiona una serie de efectos secundarios nocivos que afectan diferentes sistemas del cuerpo. Estos efectos, aunque temporales en la mayoría de los casos, varían dependiendo de la frecuencia de uso, la dosis y condiciones de salud del usuario. Veamos algunos de los principales efectos secundarios asociados al consumo (Ortiz Castro et al., 2014):
- Dolor de cabeza intenso: En ocasiones, la vasodilatación rápida provoca cefaleas pulsátiles intensas, especialmente en usuarios frecuentes.
- Irritación de las vías respiratorias: La inhalación puede causar ardor en la nariz y garganta, acompañado de tos.
- Mareos y pérdida de equilibrio: En algunos casos, la caída abrupta de la presión arterial genera mareos.
- Dermatitis y quemaduras químicas: El contacto directo con la piel o mucosas puede causar irritación severa y enrojecimiento.
- Interacción peligrosa con otros medicamentos: Combinada con fármacos como los utilizados para la disfunción eréctil, aumenta el riesgo de someter al sistema cardiovascular a un colapso.
- Alteraciones en la visión: Principalmente, debido a su acción como vasodilatador, aumenta el riesgo de sufrir o experimentar visión borrosa, sensibilidad a la luz o incluso pérdida temporal de la visión.
Impacto en la salud mental del popper
Además de los efectos secundarios inmediatos debido al la inhalación de la droga, el consumo de popper tiene implicaciones significativas para la salud mental. Especialmente en lo relacionado con el desarrollo de tolerancia y patrones de consumo problemáticos. En este contexto, al ser utilizada repetidamente, lleva al usuario a necesitar dosis cada vez mayores para alcanzar los mismos efectos placenteros, un fenómeno conocido como tolerancia, aumentando el riesgo de desarrollar conductas compulsivas hacia la sustancia.
Amplia gama de respuestas
También se reportan con frecuencia problemas emocionales y psicológicos asociados a su uso, como ansiedad, alteraciones del sueño y síntomas depresivos. Además, el uso compulsivo contribuye al aislamiento social y la impulsividad, factores que incrementan la vulnerabilidad a trastornos de salud mental más graves.
Este impacto en la salud mental subraya la importancia de una mayor concienciación y regulación del consumo de popper. Consecuentemente, debemos prestar especial atención hacia aquellas poblaciones vulnerables, como los adolescentes y jóvenes adultos, quienes suelen subestimar los riesgos asociados a la utilización repetida de la sustancia (Rocha, 2018).
Conclusión
El popper, como droga psicoactiva, ha experimentado un aumento en su popularidad reciente, atribuible a sus efectos de euforia y relajación muscular. No obstante, es imperativo reconocer los efectos inherentes a su consumo, los cuales abarcan desde daños físicos hasta desafíos en la salud mental.
Concientizar a la población acerca de los peligros asociados con esta sustancia se convierte en una tarea vital. A través de programas de prevención y educación, podemos enfrentar de manera efectiva el problema del abuso de sustancias, fomentando así la promoción de la salud y bienestar en nuestra sociedad. Si te interesa la temática, te sugerimos acceder a nuestro curso de estrategias de prevención en adicciones.
Referencias bibliográficas
- Folch, C., Fernández-Dávila, P., Ferrer, L., Soriano, R., Díez, M. y Casabona, J. (2015). Alto consumo de drogas recreativas y conductas sexuales de riesgo en hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Medicina Clínica, 145(3), 102-107. https://doi.org/10.1016/j.medcli.2014.04.030
- Ortiz Castro, A., Meza Mercado, D. M. y Martínez Martínez, R. (2014). Poppers, una droga emergente: resultados del Sistema de Reporte de Información en Drogas. Salud Mental, 37(3), 225-231.
- Rocha, D. D. (2018). Popper, el elixir sexual. MoleQla: Revista de Ciencias de la Universidad Pablo de Olavide, (29), 54-56.