Acorde a los planteos de Jerome Bruner, los seres humanos creamos narrativas para comprender lo que sucede en nuestro entorno. Estas historias otorgan sentido a las acciones propias y ajenas, asignando intenciones, deseos y creencias a la percepción de los fenómenos. Dicha hipótesis es explorada en varias de sus obras, siendo una de ellas Actos de significado: Más allá de la revolución cognitiva (Acts of meaning, en inglés), libro editado en 1995. Así, uno de los protagonistas de la revolución cognitiva intenta retomar la importancia del sentido compartido y los sistemas simbólicos culturales públicos, mientras aborda el papel de las narraciones en este proceso social. ¿Cómo construimos el sentido? ¿Qué papel juegan las narraciones en él?

La cultura como molde de la vida humana

Actos de significado comienza con una llamativa afirmación: los seres humanos somos animales culturales, no determinados por nuestras limitaciones biológicas. La biología impone límites sobre la acción humana, modificables según Bruner.

Un aspecto inseparable

A modo de ejemplo, las limitaciones de la memoria han sido ampliamente disueltas, al contar con dispositivos de almacenamiento con capacidades inimaginables. Así, inauguraba la hipótesis de que las formas tradicionales de vivir y trabajar juntos, llamada cultura, era el factor principal de las particularidades de ser una persona.

A esta la llama el papel constitutivo de los sujetos, sin la cual seríamos monstruosidades y animales incompletos. Y es que, ciertamente, al estar rodeado de otros y participar activamente de los sistemas compartidos de referencia, somos la expresión de la cultura más que de nuestras individualidades.

De esta forma, Bruner (1995) propone que pensar la psicología siempre debe ser en función del significado cultural, pues no existiría una naturaleza humana independiente del mismo. En este sentido, la vida depende de significados y conceptos compartidos que han sido negociados a lo largo de la historia de la humanidad. Incluso las interpretaciones, que pueden parecer densas o rebuscadas, deben ser públicamente accesibles y comprensibles a través de la racionalización.

Para comprender el entorno, los seres humanos otorgan razones al funcionamiento de otros seres humanos. Esta teoría de la mente, propia y de los demás, implica la asignación de intencionalidad, integrada en lo que Bruner relata en su libro como psicología popular.

Sentidos compartidos e intencionalidad primitiva

Cambiante, la misma varía al tiempo que las personas encuentran nuevas explicaciones al pensar y accionar de los otros. De esta manera, nos experimentamos a nosotros y a los demás mediante creencias sobre los estados mentales. ¿Qué hizo que María actuara de esta forma en relación a José?

Entonces, la psicología popular se basa en lo que las personas hacen, pero además, en lo que dicen acerca de las cosas que hacen. Bruner entiende dicho fenómeno como esencial a la hora de comprender al otro, siempre en sintonía con su entorno cultural.

Además, estas explicaciones suelen ser trasladadas a los demás, pues se basan en sistemas simbólicos compartidos y públicos. Y es que, todos podemos comprender que alguien, en un estado de angustia, pueda llegar a herir los sentimientos de otros. De hecho, según uno de los impulsores de la revolución cognitiva, lo justificamos.

Los sistemas simbólicos compartidos

Actos de significado

En Actos de significado, la cultura confiere significado a la acción, imponiendo modalidades de lenguaje, discurso, explicaciones lógicas y narrativas. Creemos que el mundo se organiza de una forma y no otra, y esto guarda cierta coherencia compartida.

Y, cuando alguien actúa de forma contraria a lo que esperamos, en ocasiones se considera que ha perdido la cabeza. Sin embargo, tales acciones pueden ser justificadas mediante atenuantes que integren el sistema compartido de creencias, con la herramienta de la reconstrucción narrativa.

Las narraciones

Las narrativas son una base fundamental del significado. En esta producción de historias con personajes, escenario y dramatismo, las personas comprenden sus acciones y las de otros. Dichas historias construyen formas posibles de ser y estar en el mundo secuenciales, con un paisaje dual y creíbles.

Es decir, nos dan razones, tramas y fábulas, donde lo que resaltan son los acontecimientos mentales de los protagonistas. Asimismo, Bruner (1995) destaca que la narración explora los límites de la legitimidad. Esto es, a través de tales explicaciones narrativas lo excepcional se vuelve comprensible y se puede, incluso, alterar la percepción del pasado.

Autobiografía del Yo: ¿Psicoterapia y narraciones?

La introspección, al igual que otros procesos de memoria, se encuentra sujeta a procesos de selectividad y construcción. De esta forma, Bruner retoma la idea de un Yo conceptual, alejado de un Yo directamente observable. El Yo conceptual, construido como se edifican otros conceptos e ideas, sería creado por la reflexión, más específicamente la reflexión narrativa de la propia historia de vida. Por lo tanto, sería dependiente del diálogo.

A la vez, se trata de un proces, donde ni el pasado ni el presente permanecen fijos al enfrentarse a la reflexión. Por el contrario, las experiencias pasadas pueden reeditar el presente, así como estas últimas resignifican el pasado. Allí, se abre la puerta a imaginar alternativas en las formas de ser y actuar, crear nuevas narraciones y cambiar el sentido de la historia.

Algunos autores como Sergio Blanco (2020) coinciden con Bruner cuando relatan que, en definitiva, el proceso de transformación en psicoterapia es a través del significado y la narración. ¿Cómo nos narramos nuestras experiencias? ¿Construimos atenuantes en las historias? ¿Rellenamos con la palabra? ¿De qué trata nuestra autoficción?

Actos de significado y Bruner

Relatos que acompañan

Vamos a ver cómo podemos volver a contarlo de una manera que le permita comprender los orígenes, significados e importancia de sus dificultades actuales, y, en este proceso, el analista y el analizado se concentran no solo en el contenido, sino también en la forma de la narración, en la que el acto mismo de relatar es tratado como objeto que hay que describir, en lugar de tratarlo como un medio transparente. De este modo, se comienza un proceso terapéutico donde prevalece una imagen distribuida del Yo.

Esta imagen va a estar condicionada por los aspectos culturales de una época, asociado a las intencionalidades, creencias, deseos y atenuantes adecuados en un momento dado. Y, en relación a ello, se crearán reflejos identitarios por las que transitar de forma más amena. Dicho autoconcepto es una autoficción, que se amolda a nuestras necesidades y expresa una historia singular que le da unidad a la existencia y nos acompañan. Pues… ¿Qué es la psicoterapia sino una forma de acomodarse en el mundo mediante el relato autoficcional?

Conclusión

Actos de significado nos presenta otra forma de comprender las acciones humanas. Así, este libro nos invita a pensar una nueva narrativa sobre nosotros mismos y los demás que reedita la memoria, tal como lo plantea el autor en su obra. Al igual que esta gran pieza de literatura, otros autores como Sergio Blanco se han dedicado a explorar cómo construimos la imagen de nosotros y los demás que permanecen, nos guían y otorgan significado y que, ciertamente, caracteriza la experiencia de ser seres humanos.

Referencias bibliográficas

  • Blanco, S. (2020)Autoficción: Una ingeniería del yo. Punto de Vista.
  • Bruner, J. S. (1995)Actos de significado: Más allá de la revolución cognitiva. Alianza Editorial.