En la última década, más de 152 millones de bebés nacieron de forma prematura. La atención neonatal en unidades de cuidados intensivos, especialmente para bebés prematuros, se presenta como un gran desafío dentro del campo de la salud. Allí, los recién nacidos se enfrentan a una inmensidad de estresores, tales como procedimientos invasivos, ruidos intensos, luz brillante, separación de la madre, entre otros, que afectan al bienestar físico y emocional. De esta forma, con el objetivo de reducir el estrés en bebés que se encuentran en cuidados intensivos, surge la implementación del método canguro. En esta nota, exploraremos los principales hallazgos de un estudio que analiza los efectos del método madre canguro en la unidad de cuidados intensivos neonatales.
El estrés en la prematurez
Los parámetros de estrés fisiológico son medidas objetivas utilizadas para evaluar la respuesta de un bebé prematuro ante diferentes estímulos o condiciones. Así, son valorados como importantes indicadores de su salud y bienestar, debido a que reflejan tanto el nivel de estrés como la capacidad de adaptación ante su entorno.

Por ejemplo, la frecuencia cardíaca se posiciona como uno de los indicadores principales. En bebés prematuros, cambios en la cantidad de latidos por minuto indican cierta respuesta al estrés, la estimulación o relajación. Otros parámetros importantes a tener en cuenta son la frecuencia respiratoria, los niveles de saturación y la temperatura corporal, pudiendo ser signos de desequilibrio.
En este sentido, monitorear el estrés fisiológico con el objetivo de reducirlo se torna fundamental para asegurar el bienestar y potencial desarrollo. Bajo esta perspectiva, surge la implementación del método madre canguro (Kangaroo mother care, KMC, en inglés) en la Unidad de cuidados intensivos (Neonatal intensive care unit, NICU, en inglés).
Pero, ¿de qué trata el método madre canguro?
Este enfoque de cuidado neonatal se centra en el contacto piel a piel entre la madre u otro cuidador cercano y el bebé prematuro. Se trata de un método que se origina en la década de 1970, como una alternativa al cuidado convencional en incubadoras.
Uno de los aspectos centrales del KMC es el contacto directo entre la piel desnuda del bebé y el pecho desnudo de su cuidador. El contacto íntimo y continuo promueve la regulación térmica del recién nacido, entendiéndose que la temperatura corporal de la madre ayuda a mantener al bebé caliente y estable.
A su vez, fomenta la lactancia materna exclusiva y prolongada, estimulando la succión y producción de leche materna. Finalmente, proporciona gran apoyo emocional tanto para el bebé como para la madre, por ejemplo, ya que promueve el apego y la interacción afectiva, fundamentales para un desarrollo saludable.
Implementación en NICU
El KMC puede implementarse de manera efectiva en la NICU, integrándose como una estrategia esencial del cuidado neonatal. Dicho enfoque requiere la adecuación del entorno hospitalario para facilitar el contacto piel a piel y promover la participación activa de los cuidadores. Asimismo, el equipo médico desempeña un papel crucial al proporcionar orientación continua y alentar a los padres a involucrarse en el cuidado de sus bebés prematuros. De esta manera, se contribuye a la estabilidad fisiológica y bienestar emocional tanto del infante como de la familia.
Ahora, ¿cómo se hizo esta investigación?

Para evaluar los efectos del KMC en recién nacidos prematuros, los investigadores llevaron a cabo un análisis detallado de ensayos controlados aleatorizados. En primer lugar, se hizo una búsqueda exhaustiva en bases de datos científicas, enfocándose en estudios que compararan esta técnica con el cuidado convencional en incubadoras. Además, solo se incluyeron investigaciones que midieran parámetros fisiológicos clave, como la frecuencia cardíaca, la respiratoria, la saturación de oxígeno y la temperatura.
Los artículos seleccionados debían cumplir ciertos criterios, como incluir bebés con una edad gestacional menor o igual a 37 semanas, y contar con un grupo de comparación adecuado. Por otro lado, se excluyeron aquellos con menos de 10 participantes o que no ofrecieran datos relevantes sobre el impacto del KMC. Finalmente, los resultados analizados permitieron identificar diferencias significativas entre los métodos de cuidado.
Método canguro y estrés fisiológico
El estudio realizado acerca de los efectos del método madre canguro en NICU, según los parámetros de estrés fisiológico, arrojó grandes resultados. En primera instancia, se evidenció que la frecuencia respiratoria media de los bebés que recibieron KMC fue menor en relación con los que recibieron cuidados estándar en incubadora. Cabe destacar que, una frecuencia respiratoria menor, indica mayor estabilidad respiratoria y posiblemente de un menor nivel de estrés fisiológico.
¿Qué ocurrió con los otros parámetros?
Continuando, si bien los bebés que recibieron dicho enfoque de atención mostraron una frecuencia cardíaca, saturación de oxígeno y temperatura media más alta en comparación con los bebés en incubadora, las diferencias no fueron significativas. Veamos a qué hace referencia cada uno de estos indicadores:
- Frecuencia cardíaca más alta: Un aumento dentro de un rango normal puede ser una respuesta fisiológica saludable al contacto piel a piel, ya que estimula el sistema nervioso autónomo. Sin embargo, si el aumento fuera excesivo, podría interpretarse como un signo de estrés.
- Saturación de oxígeno más alta: En la mayoría de los casos, es un indicador positivo, puesto que refleja una mejor oxigenación del cuerpo. Lo anterior, sugiere que los bebés están en un estado fisiológico más estable y menos estresante.
- Temperatura media más alta: En los recién nacidos prematuros, mantener la temperatura corporal es crucial. Un leve aumento dentro de los valores normales implica una regulación térmica efectiva, lo que reduce el estrés asociado a la hipotermia.
Sin embargo, dichos resultados no necesariamente implican mayor o menor estrés, sino que deben interpretarse según el contexto. Lamentablemente, debido a las limitaciones en el estudio, no fue posible determinar los beneficios en tales parámetros.
Pero… ¿Cuáles fueron aquellas limitaciones?

Con respecto a lo mencionado, los autores destacan como primordial al tamaño de la muestra. La magnitud no fue suficiente para detectar diferencias considerables en todos los parámetros evaluados, así como también la heterogeneidad clínica de la población estudiada.
Del mismo modo, la variabilidad individual en las respuestas fisiológicas neonatos y la precisión de los métodos de medición pueden haber afectado los resultados. Así, se subraya la necesidad de futuras investigaciones con muestras más abarcativas que consideren la diversidad de factores que podrían influir en los resultados de estudios con tales características.
El método canguro y la reducción del estrés
Concluyendo, el cuidado neonatal ha enfrentado desafíos significativos en los últimos años, especialmente en la atención de bebés prematuros en unidades de cuidados intensivos. En respuesta a estas necesidades, el método canguro surge como una alternativa valiosa para la reducción del estrés. De esta forma, su implementación en la NICU muestra prometedores efectos en la estabilidad fisiológica, especialmente en la frecuencia respiratoria.
Por último, queremos destacar que, a pesar de que ciertos parámetros no han podido ser evaluados de forma efectiva, el KMC se posiciona como un método seguro que genera efectos positivos en el bienestar, pudiendo ser implementado incluso en bebés de tan solo 28 semanas. En este contexto, surge la pregunta: ¿Estamos preparados para adoptar dicho enfoque de manera más amplia en nuestras unidades de cuidados intensivos neonatales?
Referencia bibliográfica
- Cristóbal Cañadas, D., Bonillo Perales, A., Galera Martínez, R., Casado-Belmonte, M. D. P., y Parrón Carreño, T. (2022). Effects of Kangaroo Mother Care in the NICU on the Physiological Stress Parameters of Premature Infants: A Meta-Analysis of RCTs. International journal of environmental research and public health, 19(1), 583. Doi: 10.3390/ijerph19010583