¿Es posible predecir qué adultos mayores hospitalizados son más vulnerables a desarrollar delirium? Este trastorno neurocognitivo afecta frecuentemente a personas mayores, especialmente en entornos hospitalarios. Sin embargo, su diagnóstico sigue siendo un desafío, debido a su naturaleza fluctuante y a los múltiples factores que intervienen en su aparición. Recientemente, un estudio publicado en la revista Neuroscience and biobehavioral reviews, se encargó de revisar cómo el rendimiento cognitivo en diferentes dominios podría ser un indicador clave para predecir dicha condición. Siguiendo esta línea, ¿qué relación existe entre los déficits cognitivos y la vulnerabilidad al delirium?

Delirium en adultos mayores

Este cuadro neurocognitivo agudo se caracteriza por fluctuaciones en la atención, el pensamiento desorganizado y la alteración del estado de conciencia. Usualmente, se desencadena por factores precipitantes como cirugías, infecciones o ciertos medicamentos. En concreto, en adultos mayores hospitalizados, se presenta con una prevalencia considerable, afectando entre el 20% y el 70% de los pacientes. Lo anterior se presenta especialmente en unidades geriátricas y postoperatorias.

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Asimismo, sus consecuencias pueden ser llegar a ser bastante serias. Particularmente, este deterioro cognitivo se asocia con un mayor riesgo de mortalidad, institucionalización y un marcado descenso en la calidad de vida.

Factores de riesgo cognitivo

Uno de los principales factores de riesgo es el deterioro cognitivo preexistente, que puede facilitar la aparición de esta patología en respuesta a eventos estresantes. Sin embargo, otros factores cognitivos específicos, como los déficits en atención o la variabilidad intraindividual en el rendimiento cognitivo, también podrían desempeñar un papel fundamental en la vulnerabilidad al delirium.

Estudio sobre la vulnerabilidad neuropsicológica al delirium

Recientemente, un metaanálisis revisó 44 estudios para investigar la relación entre el rendimiento cognitivo en diferentes dominios y el riesgo de delirium en personas mayores hospitalizadas. El objetivo fue identificar si dichos déficits (como la atención, orientación o funciones ejecutivas), podrían predecir de manera más efectiva el desarrollo del cuadro, en lugar de depender de medidas globales de función cognitiva. Además, la revisión incluyó investigaciones observacionales que midieron el rendimiento cognitivo antes de un evento precipitante (como una cirugía) y evaluaron la incidencia del delirium después de dicho evento.

¿Qué se encontró? Perfil neuropsicológico y delirium

El análisis de los distintos dominios cognitivos arrojó resultados interesantes. Aunque inicialmente se esperaba que el déficit en atención tuviera el mayor impacto, no fue así. En cambio, los déficits en orientación y en las funciones motoras y de construcción mostraron efectos más fuertes en la vulnerabilidad al delirium. Estos dominios parecen ser más sensibles para predecir la aparición del cuadro, incluso cuando se consideraron menos estudios en comparación con los que evaluaron el rendimiento cognitivo global.

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Orientación: Un predictor dominante

Uno de los hallazgos más significativos fue el impacto del déficit en la orientación, el cual mostró ser el predictor más fuerte del riesgo de delirium. La orientación, que incluye la capacidad de la persona para ubicarse en tiempo y espacio, superó considerablemente en relevancia a otros factores de distinta categoría.

Lo anterior indica que aquellos con dificultades en este área tienen mayores probabilidades de desarrollar delirium. Dicho resultado refuerza la importancia de evaluar no solo el estado cognitivo general, sino también dominios específicos que puedan alertar sobre una mayor vulnerabilidad.

Funciones motoras y construcción: ¿Nuevos predictores clave?

Los autores también destacaron que las funciones motoras y las habilidades de construcción están fuertemente asociadas con la aparición del mencionado cuadro. Estas capacidades, aunque no suelen ser las primeras en evaluarse en pacientes hospitalizados, demostraron ser predictores confiables de dicho trastorno. Así, las pruebas de construcción, como el dibujo de un reloj, proporcionan un indicativo claro de la vulnerabilidad al delirium, especialmente en personas mayores. En adición, el deterioro en estas funciones podría reflejar una desintegración funcional en la integración de la información cerebral.

Vulnerabilidad al delirium en personas sin deterioro previo

En los casos donde las personas no presentaban un perfil neuropsicológico con deterioro cognitivo previo, el estudio encontró que las funciones ejecutivas y las habilidades verbales resultaron ser predictores más precisos de la vulnerabilidad al delirium. En este sentido, aquellos adultos mayores que presentaban dificultades para planificar, organizar o razonar lógicamente, mostraron mayor riesgo de desarrollar este cuadro clínico tras un evento precipitante, como una cirugía o una infección. Así, se refuerza la necesidad de utilizar pruebas neuropsicológicas específicas en personas con buen estado cognitivo para asegurar la identificación de manera temprana.

¿Existieron limitaciones?

A pesar de los valiosos hallazgos del estudio, es importante considerar ciertas limitaciones presentadas en el mismo. Por ejemplo, resulta destacable que la heterogeneidad entre los estudios incluidos fue alta, lo que sería capaz de influir en los resultados.

Además, algunas investigaciones no excluyeron a pacientes con deterioro cognitivo previo, dando lugar a que se produjera un sesgo relevante de los resultados en ciertas categorías de dominio cognitivo. Por último, la variabilidad en los métodos para medir el delirium y la cognición también puede haber afectado la consistencia de los resultados.

Nuevos enfoques para la detección del delirium

Los resultados sugieren que, en lugar de depender exclusivamente de pruebas globales de función cognitiva, la evaluación de dominios específicos podría mejorar la precisión en la predicción. De esta manera, déficits en dominios cognitivos específicos, como la orientación y las funciones motoras, sí serían útiles para predecir la vulnerabilidad al delirium en la población estudiada.

En definitiva, las investigaciones futuras deben centrarse en validar estos hallazgos y desarrollar herramientas clínicas que permitan identificar de manera rápida y eficiente el perfil neuropsicológico de las personas en riesgo de delirium, mejorando así la calidad de vida de los adultos mayores hospitalizados. Para finalizar, en caso de que quieras aprender más sobre este tipo de cuadros, te invitamos a nuestro curso sobre síndromes neuropsicológicos atencionales.

Referencia bibliográfica

  • Ghezzi, E. S., Ross, T. J., Sharman, R., Davis, D., Boord, M. S., Thanabalan, T., Thomas, J. y Keage, H. A. D. (2022). The neuropsychological profile of delirium vulnerability: A systematic review and meta-analysis. Neuroscience and biobehavioral reviews132, 248-259. https://doi.org/10.1016/j.neubiorev.2021.11.046