El senderismo es más que una actividad física; es una experiencia transformadora que invita a quienes lo practican a explorar no solo paisajes naturales, sino también los rincones más profundos de su ser. Al caminar por senderos serpenteantes, rodeados de montañas, bosques o llanuras, se facilita una desconexión del ajetreo diario que abre paso a la introspección. Veamos porqué el senderismo puede llevarnos por el camino del autodescubrimiento personal.

Actividades en la naturaleza

Las actividades desarrolladas en el medio natural son actividades interdisciplinarias que permiten establecer contacto con la naturaleza con distintas intenciones. Ya sea educativa, recreativa y deportiva, pero acompañadas de incertidumbre por el conocimiento del medio.

Es así como esta práctica de actividades físicas resulta ser una opción motivadora para que las personas puedan mejorar su condición física a través de actividades frecuentes u ocasionales en el medio natural. Además, se genera una conciencia ecológica que es producto del relacionamiento con el entorno, así como posibilya un camino por el autodescubrimiento (Ruiz Montero et al., 2018).

Ahora, ¿qué es exactamente el senderismo?

Senderismo: Un camino hacia el autodescubrimiento

El senderismo es una actividad física sencilla que se realiza en el medio natural, por lo que pone en contacto con la naturaleza a las personas que la practican, e implica la realización de marchas por los senderos. La marcha puede ser considerada como un fin en sí misma o bien como un medio para realizar otra actividad en un lugar específico

Promueve la reflexión y con ella trae consigo un camino hacia el autodescubrimiento personal de aspectos que eran hasta ese entonces desconocidos. Así, se recomienda para cualquier momento del año, tipo de terreno y franja etaria. Sin embargo, por ser considerada como una actividad básica con niveles de riesgo bajos se sugiere especialmente para adultos mayores (Ceballos López et al., 2012).

¿Y qué hay de los senderos?

Los senderos son los caminos que integran los paisajes naturales y son de fácil seguimiento, pudiendo ser recorridos de distintas formas, tales como, caminando, en bicicleta o a caballo, aunque la caminata es la base principal de esta modalidad. Pueden clasificarse en tres tipos según la distancia y el cometido del recorrido: senderos interpretativos, senderos para excursión y senderos de acceso restringido. Veamos en que consiste esta clasificación.

  • Senderos interpretativos: Son cortos y buscan mostrar elementos de la naturaleza, como puede ser la fauna y la flora, a quienes los recorren. Se pueden recorrer sin un guía.
  • Senderos para excursión: Mas largos que los otros dos tipos, por lo que deben encontrarse señalizados, brindando seguridad a los visitantes y al medio.
  • Senderos de acceso restringido: Tienen por característica principal el ser rústicos, y ser utilizados por propietarios y guardaespaldas que realizan tareas de vigilancia. Su recorrido requiere de acompañamiento de alguien de la zona.

Diferentes tipos de marchas para considerar

Existen diversas formas de practicar el senderismo, adaptadas a distintos objetivos y niveles de experiencia. Desde marchas pensadas para el disfrute y la exploración, hasta aquellas que buscan desarrollar la resistencia física, cada tipo de marcha ofrece una experiencia única. A continuación, se presentan algunas de las marchas más comunes, cada una con sus particularidades y beneficios.

  • Marchas radiales: Se camina ida y vuelta.
  • Marchas por niveles: Llegando a un punto en concreto, las personas que deseen continuar podrán hacerlo, mientras que aquellas que se encuentren fatigadas se quedarán realizando una actividad en ese lugar.
  • Marchas de aproximación: Utilización de un vehículo para el traslado a la zona elegida, se pasa el día allí y se regresa en vehículo.
  • Marchas de rastreo: Se sigue el rastreo hasta el campamento de base.
  • Marchas de exploración: Ampliación del conocimiento de nuevos parajes naturales con la colaboración de distintos responsables.
  • Marchas de acondicionamiento físico: Poseen gran intensidad funcional en su realización.
  • Marchas de placer: Se camina por placer y para conocer el paisaje.
  • Marchas por etapas: Realización de una actividad diferente en cada una de las paradas dentro de la misma jornada.

El senderismo: Una actividad turística

Aunque los orígenes del senderismo se vinculan a los deportes de montaña y a las asociaciones y federaciones que agrupan a sus practicantes, es el turismo rural y de interior, con una nueva sensibilidad y disfrute por la naturaleza, el que está posibilitando la puesta en marcha de numerosas iniciativas para responder a esta nueva demanda ocioturística.

Esta nueva demanda es sin duda un producto de la visualización de cambios en el estilo de vida de las personas y un aumento en la cantidad de prácticas saludables. Ejemplos de lo anterior serían la realización frecuente de ejercicio físico, alimentación más sana, contacto con la naturaleza e incluso autodescubrimiento personal (Tudela Serrano y Giménez Alarte, 2009).

Diferentes perspectivas

En este sentido, el senderismo es una herramienta de educación ambiental, dado que posibilita un mayor conocimiento de la naturaleza protegiéndola de una manera más eficaz, al tiempo que dicho contacto posibilita un camino hacia el autodescubrimiento personal. Así pues, para el turista es una actividad con incidencia en la calidad de vida, en la medida en que se realiza actividad físico-deportiva dentro del medio natural y le permite conocer nuevos lugares complementando su experiencia turística. Además, representa una opción de ocio en áreas naturales con diversidad de paisajes y patrimonio que no requiere de elevadas inversiones (De Oliveira-Matos et al., 2017).

Más que caminar…

En definitiva, podemos afirmar que el senderismo promueve el camino hacia el autodescubrimiento personal. Y es que, las personas pasan tiempo consigo mismas durante las caminatas, lo que les permite una mayor introspección. De esta forma, marchar tiene distintos beneficios a nivel de la salud favoreciendo a las personas que lo practican a nivel físico, psicológico y social.

  • Beneficios físicos: Ayuda a prevenir la aparición de enfermedades, reduce el riesgo de padecer enfermedades musculoesqueléticas y mejora la calidad de vida. Con esto, favorece especialmente a los pacientes con hipertensión, pues disminuye su presión arterial y fortalece el corazón.
  • Beneficios psicológicos: Funciona como una actividad antidepresiva, realizándose entre 30 y 60 minutos diarios. También mejora las funciones cognitivas, al tiempo que como actividad aeróbica mejora en los estados de ánimo de las personas. Por este motivo, es esperable que los niveles de satisfacción por la realización de esta actividad aumenten con su práctica.
  • Beneficios sociales: Contribuye a combatir el aislamiento puesto que sus practicantes pueden generar sentido de pertenencia por un grupo y, a consecuencia, identificarse con este (Ceballos López et al., 2012).

Conclusión

El senderismo es mucho más que una actividad física; es una oportunidad para conectar con la naturaleza, superar retos personales y descubrir un sentido más profundo de uno mismo. Cada tipo de marcha ofrece una experiencia única, desde la tranquilidad de las marchas de placer hasta la intensidad de las marchas de acondicionamiento físico.

Además, su versatilidad lo convierte en una actividad accesible para todos, ya que puede adaptarse a distintos niveles de experiencia y condiciones físicas. Al final del recorrido, lo que queda no solo son los kilómetros recorridos, sino el camino hecho hacia el autodescubrimiento personal y una notoria claridad mental.

Referencias bibliográficas

  • Ceballos López, D., López Leiva, F., Del Río Del Rosal, J. L., Ortega Ariza, F. y Funes Caño, J. A. (2012). El senderismo. Una actividad física saludable para las personas mayores. Emásf Revista Digital de Educación Física, 4(19), 8-17.
  • De Oliveira-Matos, C., Fumi Chim-Miki, A. F, Mediana-Brito, P. y Batista-Canino, R. M. (2017). Senderismo como Modalidad Turística: Una oportunidad competitiva para Brasil. PODIUM Sport, Leisure and Tourism Review, 6(4), 427-449. https://doi.org/10.5585/podium.v6i4.217
  • Gómez López, A. (2008). El senderismo. Actividad física organizada en el medio natural. Wanceulen E. F. Digital, 4, 131-141.
  • Ruiz Montero, P. J., Escaravajal Rodríguez, J. C. y Baena Extremera, A. (2018).¿Influye la práctica del senderismo en la actividad física de personas mayores? Emásf Revista Digital de Educación Física, 9(54), 17-28.
  • Tudela Serrano, M. L. y Giménez Alarte, A. I. (2009). Valoración de impactos y propuestas de actuación del senderismo como actividad turística en el noroeste de la Región de Murcia. Papeles de Geografía, (49-50), 147-158.