Todos los niños crecen, excepto uno. Así comienza el famoso libro escrito por el autor escocés, James Matthew Barrie (1904), en el que nos cuenta la historia de un niño llamado Peter Pan que habita el mundo de Nunca Jamás. En dicha historia, este niño tan famoso vive rodeado de piratas, hadas madrinas, magia y aventuras. El personaje disfruta mucho de la compañía de otros, pero no le gusta la idea de crecer y ser un adulto. Es curiosa la manera en la que esta historia inspiró una serie de conductas llamativas en personas adultas que se negaban a crecer, a responsabilizarse de sus actos y que se sentían incapaces de actuar como adultos. Hoy te contamos sobre el síndrome de Peter Pan, conductas de inmadurez emocional por el miedo a crecer.
¿Qué es el síndrome de Peter Pan?
El síndrome de Peter Pan es un desorden de la personalidad que afecta principalmente a los hombres y se caracteriza por una inmadurez psicológica en aspectos sociales y sexuales, irresponsabilidad, rebeldía, cólera, narcisismo, dependencia y manipulación (Torres, 2011, p. 188). El término fue acuñado por el psicólogo estadounidense Dan Kiley (1983) cuando escribió un libro que tituló Síndrome de Peter Pan: Los hombres que nunca han crecido (Peter Pan Syndrome: Men Who Have Never Grown Up, en inglés). En este, Kiley describía un fenómeno que había observado con frecuencia en algunos jóvenes que no querían asumir su rol de adultos.
La construcción de la identidad
Como bien sabemos, la construcción de nuestra identidad empieza en la pubertad y continúa durante la adolescencia. Es producto, entre otras cosas, de una serie de experiencias y construcciones personales que suponen un crecimiento y desarrollo tanto psicológico como emocional para determinar quiénes somos.
Esta construcción, tiene ciertas características que implican que existe un nivel de maduración psicológico que nos permite asumir las responsabilidades que, poco a poco, hemos de enfrentar. Es así, como Kiley describe que aquellos que presentan este síndrome, se caracterizan por mostrar cierta inmadurez emocional y una sensación de temor al pensar que no serán aceptados por su entorno.
Como resultado, explica que dichas personas eligen quedarse en una etapa previa de desarrollo, deteniendo el tiempo como un mecanismo de defensa. Este proceso, que se produce de forma inconsciente, hace que la persona no asuma ni afronte el problema directamente, sino que culpe a otros y evada sus responsabilidades.
¿Por qué se produce el síndrome de Peter Pan?
Kalkan et al. (2019) indican que a pesar de que el síndrome comience en la infancia, las características se evidencian, en mayor medida, a partir de los 12 años. Los autores resaltan la influencia de un entorno familiar conflictivo que puede inducir a presentar altos niveles de ansiedad. No obstante, se barajan diversas hipótesis sobre las causas de este síndrome en el que otros autores han prescrito que puede ser consecuencia de una infancia muy positiva y añorada que la persona desea preservar por más tiempo.
En otros contextos, se indica que es común que esto suceda con personas que, en cambio, han sido forzadas a trabajar o a responsabilizarse de una vida de adulto desde edades tempranas. Y, como resultado, intentan vivir su infancia, pero en otro momento de la vida que ya no corresponde a la edad cronológica. En cualquier caso, este síndrome de carácter psicológico puede ser diagnosticado por un profesional de la psicología que identifique ciertas características en el paciente y la inmadurez emocional es un rasgo claro. Veamos más.
Características generales del síndrome de Peter Pan
Es necesario indicar que el cuadro ha sido estudiado y planteado con mayor frecuencia desde el ámbito del psicoanálisis. Se atribuyen ciertos rasgos característicos comunes que podrían destacarse en el perfil psicológico de una persona con síndrome de Peter Pan (Kiley, 1997):
- Parálisis emocional: Emociones expresadas de forma desproporcionada. Esta exageración puede manifestarse, por ejemplo, en alegría como una euforia descontrolada o enojo, como un intenso sentimiento de ira, entre otros.
- Dilatación: La persona tiende a posponer sus objetivos y metas de vida.
- Dificultades a nivel social: Estas personas se sienten ansiosas al encontrarse solas pero, a la vez, presentan dificultades para establecer vínculos o relaciones interpersonales.
- Pensamiento distorsionado: El sujeto no asume la responsabilidad de sus actos y culpabiliza a otros por sus errores.
- Influencia de la figura materna: Las expectativas que presenta sobre una mujer están íntimamente relacionadas a la relación con su madre. Intenta deshacerse de dicha influencia pero suele sentirse culpable sobre ello.
- La figura del padre: La relación con este suele ser distante, en consecuencia, pueden existir problemas para confrontar dificultades de forma asertiva con las figuras de autoridad.
Como podemos apreciar, existe un desajuste entre la edad y el nivel de madurez emocional. Así, suele tener dificultades para establecer vínculos interpersonales y esto deriva en problemas a nivel laboral y personal. Por lo que habrán ciertas circunstancias que pueden generar conflictos o incluso periodos de crisis de angustia o ansiedad.
La familia y el síndrome de Peter Pan
En el cuento de Barrie existen diversos personajes que conforman la historia. Uno de ellos es Wendy, coprotagonista junto con Peter Pan. Una joven que, con mucha ilusión, comparte el sentimiento de no querer crecer, oponerse a la vida adulta y cuidar de su familia. Aunque si bien es cierto, al final descubre que crecer no es malo.
Autores como Mercado (2011) indican que Wendy puede ser la representación de la familia en el caso de una persona que presenta el síndrome de Peter Pan. Es decir, debido a la contención familiar y sumado a una dinámica de sobreprotección, estos elementos pueden influir en la aparición de dicho síndrome.
Asimismo, se habla sobre una relación disfuncional en la familia que da paso a una mala comunicación entre sus miembros. Como resultado, la percepción de la persona que presenta el síndrome de Peter Pan, con respecto a su familia, varía mucho en un entorno hostil en el que no se siente cómodo (Kiley, 1997).
Tratamiento
Al tratarse de un síndrome de carácter psicológico, el tratamiento será la psicoterapia. Generalmente, es común que se aborde desde una perspectiva psicoanalítica que evalúe aquellas situaciones personales que han generado conflicto.
También, se suele optar por la terapia cognitiva conductual que pone en relieve la necesidad de hacerse cargo sobre aquellas decisiones o acciones que pueden estar afectando a la persona. Por otro lado, se deben realizar recomendaciones a la familia para poder plantear límites claros y optar por una dinámica familiar positiva en la que todos comprendan las dificultades que pueden derivarse a partir de conductas de sobreprotección que producen inmadurez emocional.
Conclusión
Es curioso cómo un personaje ficticio, como Peter Pan, ha ayudado a describir ciertas conductas en algunas personas. Entender el síndrome de Peter Pan como el producto de una inmadurez emocional y una crianza que no promueve el desarrollo de la independencia en el individuo es fundamental. Es por ello que el trabajo terapéutico a realizar en estos casos será, sobre todo, establecido como un proceso de reconocimiento de emociones, autopercepción y trabajo en familia.
Referencias bibliográficas
- Faigel, H. C. (1965). The Barrie Syndrome. Clinical Pediatrics, 4(6), 343-347. Doi: 10.1177/000992286500400611
- Kalkan, M., Batık, M. V., Kaya, L. y Turan, M. (2021). Peter Pan Syndrome “Men Who Don’t Grow”: Developing a Scale. Men and Masculinities, 24(2), 254-257. Doi: 10.1177/1097184×19874854
- Rossi, A. y Rubiolo, V. (2011). Síndrome de Peter Pan, Trastorno Narcisista de una época. III Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XVIII Jornadas de Investigación Séptimo Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología – Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina.
- Torres, N. (2011). El miedo a crecer: El síndrome de Peter Pan a través del cine. Revista Ulima, (14), 187-199. Doi: https://doi.org/10.26439/persona2011.n014.258
EXCELENTE TRABAJO, ES TAL CUAL EL SINDROME DE PETER PAN
Buen día Sandra, nos alegra mucho que te guste. Saludos 🙂
Excelente artículo, muchas gracias.
¡Muchas gracias Diana, un gusto! Saludos 🙂
Como estudiante de psicología del 3er año me es muy eficiente estos artículos que enriquecen el conocimiento, no dejo de leer los artículos publicados desde que descubrí neuro class, exitos sigan así.