La definición de autoestima y la validación siempre han sido parte de la naturaleza humana. Y, sabemos que las redes sociales proporcionan un sentido de pertenencia e identidad imaginario dentro de una comunidad de aplicaciones. Comunidades que, por supuesto, no son ni estáticas ni estables, a pesar de que para el usuario sean una especie de salvavidas comunitario. A pesar de lo dicho, las redes han creado tales medios digitales aparentemente infinitos para satisfacer las necesidades básicas de aceptación. ¿Te has preguntado alguna vez qué efectos puede tener buscar atención constantemente en redes sociales? ¿Por qué se quiere llamar la atención en redes?
¡Eh, estoy aquí!
Generalmente, buscar atención en las redes sociales no es una cuestión de vida o muerte. Sin embargo, para muchas personas, quedar fuera del grupo interno se convierte en una preocupación. Por ejemplo, la misma se observa en el comportamiento de verificación repetitiva en las propias publicaciones. Publicaciones en las que suele haber un alto grado de intencionalidad, que son autoseleccionadas e interpretadas para que tengan una función y un significado que entendemos sobre nosotros mismos y queremos que otros entiendan.
Dos paradigmas formulados
La búsqueda de atención en las redes sociales se relaciona con los paradigmas de deficiencia y uso global:
- El primero, sugiere que un usuario recurre a las redes sociales para compensar relaciones interpersonales poco saludables en su vida offline. Por ejemplo, un individuo que experimenta falta de atención o validación en su vida diaria puede acudir a las redes sociales para buscar reconocimiento y aceptación. Existe la posibilidad de que este comportamiento se manifieste a través de publicaciones frecuentes, fotos llamativas o la búsqueda de interacciones en línea para satisfacer esa necesidad de atención y conexión social.
- Por otro lado, el segundo paradigma implica que el comportamiento en línea se percibe como equivalente a la interacción interpersonal en el mundo real. Esto es, la persona que dedica una cantidad significativa de tiempo a interactuar en plataformas en línea como Facebook, Instagram o Twitter, considerando estas interacciones como una extensión directa de su vida social offline. Este usuario puede compartir regularmente detalles íntimos de su vida, participar activamente en discusiones en línea y buscar constantemente validación y apoyo emocional a través de comentarios, Me gusta y compartidos en sus publicaciones. Para él, su actividad en redes sociales no se percibe como una actividad separada, sino como parte integral de su vida social y fuente importante de conexión con los demás (Edwards, 2016).
¿Cómo se refleja?
Así como muchas personas creen que están ocultas en línea o guardan el anonimato, hay muchas otras que buscan atención en esta. Y es que, las redes sociales nos han brindado la capacidad de cuantificar la atención que recibimos de los demás y obtener una percepción (real o falsa) de nuestra popularidad.
Algunas de las formas en que esto se hace incluyen: ¿Cuántos amigos, suscriptores, fans y seguidores tenemos en Facebook, YouTube y otros sitios? Por otro lado, la cantidad de “me gusta” y comentarios publicados en respuesta a algo que hemos dicho y cuántas veces se ha compartido o retuiteado por otros. Y el número de personas que vieron nuestra foto o vídeo en Instagram o YouTube, o nuestro perfil en sitios como Facebook y LinkedIn.
Algunos efectos de la búsqueda de atención en redes
En la era digital, la búsqueda de atención en redes sociales ha transformado nuestra forma de interactuar y consumir contenido. A continuación, exploraremos algunos de los efectos más destacados de este fenómeno:
- El deterioro de la calidad en algunas publicaciones, ya que muchas personas tienden a complacer la opinión popular o buscar la popularidad a través de Me gusta y compartidos. En lugar de ofrecer información precisa o expresar sentimientos auténticos.
- Algunas personas, especialmente los niños y adolescentes, utilizan métricas de redes sociales, como suscriptores en YouTube o seguidores en Twitter e Instagram, como medida de su popularidad y autoestima, distorsionando así su percepción de sí mismos.
- Reducir la configuración de seguridad y privacidad en las redes sociales puede ser una estrategia equivocada para aumentar la audiencia y la popularidad. Al hacerlo, se expone la información personal a una audiencia más amplia, incluyendo a personas desconocidas y potencialmente peligrosas.
- Agregar personas desconocidas como amigos en las redes sociales puede ser un riesgo. Ya que se aumenta el número de contactos sin tener en cuenta la seguridad. Esto con base en que la cantidad de amigos y seguidores se convierte en un símbolo de estatus para algunos (Sammons y Cross, 2016).
El conocido sadfishing: ¿Una llamada de atención?
Este término se introdujo hace poco para describir las publicaciones de usuarios sobre luchas personales, con el fin de llamar la atención en las redes o la simpatía en línea. Y es que, la expresión emocional en las redes sociales parece atraer más atención que otros tipos de publicaciones. De hecho, en ocasiones, la autodivulgación negativa se publica con el propósito de hacerse viral.
Por ejemplo, un estudio reciente apunta que las personas con más síntomas de depresión y ansiedad, mayor búsqueda de atención y menor apoyo social percibido (de familiares y amigos, pero no de otras personas significativas) son más propensas a publicar sobre experiencias y sentimientos negativos para obtener apoyo social (Shabahang et al., 2023).
Si buscar la atención se vuelve una conducta adictiva
Es cierto que algunos usuarios usan Internet como medio para regular sus miedos sociales y angustias relacionadas. Y, en esto, Internet bien puede satisfacer las necesidades sociales cuando hay dificultades para establecer relaciones, por ejemplo. Sin embargo, en ocasiones, muchos desarrollan una especie de ansiedad por apego. Lo anterior provoca en última instancia que las personas sean sensibles a la retroalimentación social, llevándolas a adoptar conductas de búsqueda de atención en las redes.
Así, se desencadena una conducta adictiva en cuanto a la cantidad de Me gusta, comentarios, publicaciones repetidas y acciones compartidas que resultan de una publicación determinada. Pues, el poder de los Me gusta presiona indirectamente a los usuarios a hacer todo lo posible para llamar la atención en redes de amigos y seguidores.
Conclusión
La necesidad de afiliación y validación es poderosa, fundamental y tiene una motivación extremadamente omnipresente para los seres humanos. Y el hecho de llamar atención en las redes sociales es un fenómeno complejo que puede ser atribuido a diversas motivaciones psicológicas. Desde una perspectiva psicológica, esta conducta es entendida como una manifestación de la necesidad humana de ser reconocido y validado por otros individuos en su entorno social. Algo que se relaciona con la conocida teoría de la pertenencia social. Que sugiere que los seres humanos tienen una innata necesidad de conexión con los demás y de ser aceptados por la sociedad en la que se desenvuelven.
Las redes sociales, de alguna forma, permiten buscar y recibir atención de manera rápida y fácil, satisfaciendo dicha necesidad de pertenencia y validación. Además, el refuerzo positivo que se obtiene activa sistemas de recompensa en el cerebro, lo que refuerza aún más esta conducta. Sin embargo, también es importante considerar que la búsqueda excesiva de atención en redes sociales puede estar relacionada con aspectos más profundos de la autoestima y la autoimagen. En este sentido, refleja una necesidad subyacente de validación y reconocimiento personal.
Referencias bibliográficas
- Edwards, F. (2016). An Investigation of Attention-Seeking Behavior through Social Media Post Framing. Athens Journal of Mass Media and Communications, 3(1), 25-44. https://doi.org/10.30958/ajmmc.3.1.2
- Sammons, J. y Cross, M. (2016). Beyond technology: Dealing with people. En The Basics of Cyber Safety. Computer and Mobile Device Safety Made Easy (pp. 179-200). Syngress.
- Shabahang, R., Shim, H., Aruguete, M. S. y Zsila, Á. (2023). Adolescent sadfishing on social media: anxiety, depression, attention seeking, and lack of perceived social support as potential contributors. BMC psychology, 11(1), 378. https://doi.org/10.1186/s40359-023-01420-y