Durante décadas, las diferencias cerebrales entre hombres y mujeres han sido objeto de debate, generando grandes interrogantes sobre cómo influye el género en la estructura y funcionamiento del cerebro. A medida que las cuestiones sobre género han ido cobrando mayor relevancia, el interés por comprender las posibles disparidades cerebrales entre ellos ha ido en aumento. Sin embargo, hasta el año 2023, existía una falta de estudios concluyentes que analizaran exhaustivamente tales diferencias desde una perspectiva neurocientífica. En esta nota, haremos hincapié en una investigación que se centró en averiguar, de manera objetiva, si existían diferencias significativas entre los cerebros masculinos y femeninos

¿Qué sabemos acerca de las diferencias cerebrales?

El cerebro mantiene ciertas implicaciones diferentes según el sexo. Por ejemplo, la hormona de la testosterona define el sexo desde la etapa embrionaria. Así, determina diferencias genéticas y hormonales entre hombres y mujeres.

Respecto a la información disponible, experimentos anteriores con niños han mostrado ciertas preferencias por juguetes según el género. A su vez, estudios de resonancia magnética han revelado diferencias significativas entre el cerebro de hombres y mujeres a partir de los 13 años, destacando mayor conectividad neuronal en hombres entre regiones cerebrales que favorecen la percepción y la coordinación; y, en mujeres, entre hemisferios, lo que potencia el lenguaje, la comunicación y la capacidad analítica e intuitiva.

Entonces… ¿Qué propone esta nueva investigación?

Como mencionamos anteriormente, este nuevo estudio llevado a cabo en la Universidad de El Salvador tuvo por objetivo evaluar, de forma certera, si existían diferencias en el funcionamiento del cerebro humano entre ambos géneros. Asimismo, se plantearon que en caso de que existiesen diferencias, habría que verificar si estas eran o no significativas.

Para la realización de esta investigación, se tomó como muestra a 200 estudiantes universitarios, divididos equitativamente entre género masculino y femenino. Mediante un cuestionario, fueron explorados aspectos como memoria, atención, creatividad, autoestima, resolución de problemas, entre otros.

Sexo y género no son lo mismo

¿Por qué en este estudio se habla de las diferencias entre géneros y no sexo? El sexo se refiere a la condición biológica con la que se nace, es decir, la determinación de ser hombre o mujer basada en características físicas y genéticas. Mientras tanto, el género es masculino o femenino, y es un producto cultural, ya que se define por aspectos actitudinales que carecen de una base biológica. En este estudio, se pretendía explorar aspectos que fueran más allá de la anatomía del cerebro, es decir, que están sumamente influenciados por el género de los participantes.

¿Cuáles fueron los resultados?

En primer lugar, es importante tener en consideración que se observó que el 90% de ambos géneros coincidieron en 22 de las 25 preguntas. Esto sugiere una similitud en las percepciones y respuestas en la mayoría de los casos evaluados. En este sentido, se identificaron varias áreas en las que hubo coincidencia significativa entre los participantes de género masculino y femenino.

Diferencias cerebrales entre hombres y mujeres

Sin embargo, también se encontraron algunas diferencias en los porcentajes de respuestas. Que proporcionaron información valiosa sobre las disparidades en diversos aspectos cognitivos, emocionales y de comportamiento entre hombres y mujeres. De este modo, contribuyen a una comprensión más amplia de las variaciones individuales y de género en el funcionamiento humano.

Coincidencias en ambos géneros

De forma breve, los participantes coincidieron en aspectos relacionados con su interacción social, es decir, en cómo reaccionaban físicamente ante situaciones o estímulos negativos. En cuanto a los vínculos, coincidieron en la forma en que comprendían a sus padres, lo que puede reflejar similitudes en la percepción de las figuras parentales y dinámica familiar. Algo similar ocurrió en cuanto al sentido de pertenencia. Ambos resultados arrojaron una sensación semejante de conexión o identificación con ciertos grupos o entornos.

A su vez, en ambos los patrones de sueño se mostraban irregulares. Así, tanto hombres como mujeres pueden experimentar dificultades en la regularidad de sus ciclos de sueño. Por último, en relación a los hemisferios cerebrales predominantes, los resultados también coincidieron. La mayoría de los participantes presentaron una dominancia en el hemisferio cerebral izquierdo en términos de procesamiento cognitivo.

Algunas diferencias entre hombres y mujeres

Sin embargo, aunque la mayoría de las respuestas coincidieron, hubo discordancias en algunas áreas específicas. Por un lado, se visualizaron variaciones en la forma en que cada grupo se comunicaba verbalmente y expresaba sus ideas. Con esto, se encontraron ciertas diferencias en lo que refiere a la fluidez en las conversaciones. Asimismo, en cuanto a las preferencias visuales y auditivas, se sugiere que hombres y mujeres pueden tener preferencias sensoriales distintas en términos de procesamiento de la información a través de la vista y el oído.

Diferencias cerebrales entre hombres y mujeres

Por otro lado, se detectaron disparidades tanto en la cantidad de tareas realizadas por los participantes como en su percepción espacial. Hombres y mujeres exhibieron divergencias en la organización y gestión de sus actividades diarias, así como en la orientación espacial y el sentido del movimiento.

Por último, hubo ciertas discrepancias en la percepción de peligros, lo que hace pensar que ambos géneros reaccionarían de manera diferente a situaciones de riesgo o amenaza. Sin embargo, es necesario mencionar que dichas diferencias pueden estar atravesadas y conformadas por diversos factores, como la socialización de género, las experiencias vividas, las expectativas culturales y las diferencias en la percepción de riesgo.

Inequidad y desigualdad entre géneros

Uno de los puntos en el que los participantes no coincidieron fue en la autoestima. Los resultados mostraron que las mujeres tienen una autoestima más baja en comparación con los hombres. Esto se reflejó en que el 47% de las mujeres encuestadas estuvieron de acuerdo con la afirmación “no sirvo para nada”. Las diferencias marcadas en las respuestas sobre esta pregunta evidencian ciertas desigualdades de género que existen en la sociedad, destacando las inequidades y diferencias en las experiencias de hombres y mujeres.

¿Hay diferencias cerebrales significativas entre hombres y mujeres?

En cuanto a la anatomía cerebral, las diferencias no alcanzan un nivel significativo, a pesar de las marcadas características fenotípicas. Pese a esto, en relación al funcionamiento y la percepción, los resultados revelan ciertas discrepancias en las respuestas. Entre las tres que no coinciden se encuentran las respuestas relacionadas a la lógica, la autoestima y la visualización de pornografía. Sin embargo, se constata una amplia cantidad de percepciones comunes y coincidencias en las respuestas totales. Por tanto, se entiende que el cerebro humano no presenta diferenciaciones de género significativas en cuanto a su funcionamiento.

Referencia bibliográfica

  • Vásquez Hidalgo, A. y Rodríguez Victorero, E. (2023). Diferencias del cerebro humano bajo el punto de vista de género. un meta-análisis. La Universidad4(1), 41-88.